La selva amazónica es el hogar del diestro picure, roedor de la familia Dasyproctidae, propia de Sudamérica. Es nativo del Amazonas, encontrándose desde Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia hasta el norte de Argentina.
También conocido como agutí negro, ñeque o sereque, el Dasyprocta fuliginosa es de tamaño mediano que habita las tierras bajas de Venezuela. Junto al chigüire, el puercoespín y la lapa, forma parte de los grandes roedores de nuestro país.
Es común verlo en los bosques de galería y en los de Los Llanos. Lamentablemente, debido a factores como la sobre-cacería y la afectación de su hábitat natural, está actualmente incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como especie de preocupación menor.
Nativo del Amazonas
El diestro picure es miembro de la familia Dasyproctidae, palabra que proviene de los vocablos griego Dasys, peludo, y proktos, ano, recto o intestino, por lo que se puede interpretar como “familia de la parte trasera peluda”.
Habita en los bosques Húmedo Tropical Amazónico y Piemontano Oriental, debajo de los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Nuestro picure es endémico del Amazonas y se distribuye al sur este de Colombia, este de Ecuador y Perú, hacia Brasil y en Venezuela al sur.
Cinco especies de picures existen en nuestro país. Destacan entre ellas la fulliginosa, la leporina y la puntacta, así como una especie afín: el acuchi o picurito rabilargo, que vive en las selvas del estado Bolívar y del Amazonas, y se diferencia del picure por una cola de hasta siete centímetros.
Hábitos de vida
Mayormente diurno, el diestro picure se la pasa trabajando y buscando alimento buena parte de la mañana hasta que cae la tarde. Al terminar de buscar sus provisiones se cobija en su madriguera cubierta con ramas y hojas, excavada por el mismo. Esta que puede llegar a tener hasta medio metro de profundidad.
Durante el día se refugian en las cavidades de las formaciones rocosas, las madrigueras; así como en las barrancas de caños y ríos, o entre las raíces de árboles grandes.
Se alimenta de las frutas que caen al suelo, o puede tomarlas de los árboles tropicales de las zonas en las zonas que suele habitar, cercanas a ríos y embalses. El samán, caña fístula y mango, destacan entre las especies arbóreas. Aunque su dieta también incluye semillas, nueces y otros frutos secos, prefiere los frescos. Usa sus patas delanteras para comer con gran destreza, como si fueran manos.
Si bien se mueve de forma apresurada e interrumpida, se queda inmóvil ante cualquier ruido para luego escapar rápidamente dando brincos. En general, el diestro picure es un animal tranquilo y dócil. Muestra un comportamiento curioso con las personas, a quienes se acerca a corta distancia y llama la atención erizando los pelos de la grupa y pateando repetidamente. Luego dan la vuelta y se alejan.
Lindo amigo del conuco
Aprendió a cavar la tierra
Y pasar bajo el alambre
Su nerviosismo lo salva
De sorpresas y escopetas
Pero en trampa cae fácil
Al buscar la golosina
Fauna Hermosa de la Bella Llanura
Picure. Hugo Estrada Ripari
La apariencia del diestro picure
Debido a su apariencia, al diestro picure se le compara con otros animales. Pese a ser un roedor, por su tamaño se le puede confundir con un gato o un conejillo de indias gigante. Entre los agutíes, el picure es grande. Las hembras son de menor tamaño que los machos. Alcanza hasta cinco kilogramos de peso y entre 40 y 70 centímetros de largo, con una cola diminuta, desprovista de pelos, que no mide más de dos centímetros.
Tiene un cuerpo robusto y, como otros mamíferos, posee gran densidad de pelo al final de su espalda, el cual se eriza cuando se alarma. El grueso pelaje está forrado de una sustancia oleaginosa que lo protege en los climas lluviosos. El color depende de la especie. Desde tonalidades amarillentas, naranjas, rojizas o grises, con manchas o rayas de color negro, en la mayoría de los casos.
Pero lo que caracteriza al diestro picure es la forma de sus patas. Las anteriores, similares a las de cualquier otro roedor por el tamaño, están provistas de cuatro dedos y un vestigio de pulgar, con uñas desarrolladas, que usan para sostener los alimentos de forma ágil y segura. Mientras que las traseras, de 12 a 14 centímetros de longitud y fuerza, le permiten dar grandes brincos y correr, velozmente, cuando está frente a una situación de peligro. Los tres dedos de sus extremidades posteriores, hacen posible que se mantengan sentados para alimentarse.
De olfato y oído muy agudos el picure se asemeja a la lapa, pero es más pequeño y delicado, y su cabeza no está distendida a los lados. Las orejas terminan en forma de punta.
Vida familiar
Las especies del género Dasyprocta tienen la tendencia presentar unidades familiares separadas. El diestro picure puede vivir solo, o en pareja con las crías. Es un animal monógamo, solo tiene una pareja en su vida y será con la que tenga a las crías siempre. Cuando la encuentra, el macho realiza el cortejo y rocía a la hembra con su propia orina. Tras lo cual está preparada para la fecundación.
Cada hembra tiene hasta dos partos al año con una gestación de 100 días y dos crías, en promedio, aunque puede tener entre cuatro y seis. Antes de ese momento, prepara una especie de nido con plumas, materia vegetal, musgos y su pelo.
Cuando nacen las crías, la madre presenta un comportamiento agresivo durante los primeros días. Los pequeños picures podrán caminar desde el primer momento, pero no dejarán de mamar hasta los cinco meses.
En riesgo
Los bosques húmedos y semideciduos del piedemonte Andino del norte de Suramérica (Colombia, Ecuador y Venezuela) tienen la mayor diversidad en roedores. Sin embargo, éstos se encuentran amenazados debido a los efectos de la destrucción de hábitats, principalmente por el uso para la agricultura y cría de ganado vacuno y equino. Además de estas perturbaciones, que ocasionan a mediano plazo extinciones de poblaciones de roedores medianos como el picure, se enfrentan a la sobre-cacería. Bien para el aprovechamiento de su carne o el comercio ilegal.
Tanto su carne como su pelo está muy valorado, por lo que es un animal en peligro. En el caso particular del diestro picure, aunque de hábitos diurnos, ha modificado sus costumbres debido a la cacería y la alteración de su ambiente.
Por otro lado, al igual que otras especies de roedores, el picure “presenta respuestas diferenciales en cuanto a su abundancia con respecto a la perturbación y pérdida de hábitat. Algunas poblaciones pueden permanecer estables, declinar o incrementar su densidad en fragmentos, independientemente de su grado de perturbación”.
A pesar de las amenazas que enfrenta, el picure está catalogado como especie de preocupación menor en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Pequeño paladín ambiental
Este dócil animal se dedica a recoger y almacenar semillas por todo su hábitat, pues el pequeño y diestro picure las reserva para época de sequía, cuando escasea los alimentos. Como suele enterrarlas acaban creciendo nuevos árboles.
Debido a ello se dice que es un buen ayudante para la reproducción de especies tropicales en riesgo de extinción, que gracias al trabajo de este roedor se perpetúan.
Es evidente la importancia del rol del picure en la subsistencia de los ecosistemas que habitan, donde actúan como dispersores de semillas e ingenieros de hábitats.
Con información de Bioweb, Cuenta el Abuelo y Conservacón integral del picure (Dasyprocta leporina) en el sector Pantaleonero-El Zamuro, estado Portuguesa.
“Mamíferos de Venezuela”. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Caracas, 1979.
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2 comentarios
Buenos días Haiman El Troudi:
Maravilloso Animal. Gracias Gracias Gracias Padre Celestial por haber colocado esos hermosos animales en ésta tierra Venezolana
Gracias a Dios en Los Altos Mirandinos se les quiere y se les respeta…..hay muchísimos….