Articulista, cronista, traductor, publicista, fundador de periódicos, editor y director. Tal fue la magnitud periodística del Libertador Simón Bolívar, misma que lo convirtió en el gran promotor, nacional e internacional, de la revolución independentista contra el imperio español y de la unión nuestroamericana.
De una extraordinaria formación intelectual, Bolívar conoció desde muy joven el valor de la imprenta para la divulgación del conocimiento. De hecho, junto a José Tovar, trajo una imprenta desde Inglaterra, en 1810.
Convencido de la influencia del medio impreso de circulación periódica en la creación de matrices de opinión y como efectivo vehículo para expresar y contrarrestar ideas, desde su exilio en Nueva Granada por la pérdida de la Primera República, Bolívar inició el uso sistemático de esta letal arma para sus fines emancipadores.
Bolívar reproduce sus arengas para el pueblo
Simón Bolívar hizo pública su presencia en Cartagena de Indias en el año 1812. Allí, su labor periodística consistió en entregar al pueblo la reproducción impresa de sus arengas e ideas revolucionarias, así como la redacción de crónicas sobre los sucesos de Venezuela.
También publicó importantes documentos, entre los que destaca el Manifiesto de Cartagena, donde explicó las causas de la pérdida de la Primera República y plasmó los primeros trazos de su visión continental. El objetivo era convencer a los neogranadinos de lo indispensable que, para su seguridad, era colaborar en la liberación de Venezuela.
Bolívar el periodista también destacó en Jamaica, donde se dedicó a divulgar a personalidades del mundo, por medio de cartas, el propósito de la lucha independentista venezolana. De acuerdo a historiadores, escribió para los periódicos «The Royal Gazette» y The Jamaica Courant», en los cuales relató el atentado contra su vida en Kingston (1815).
De las misivas que divulgó, destaca la Carta de Jamaica (“Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla”), texto en el que expone las razones de la caída de la Segunda República y que es fundamental para entender la visión bolivariana sobre la independencia y la integración de América.
La imprenta es tan útil como los pertrechos de la guerra
En otra demostración de su convicción sobre el poder persuasivo del periodismo, el Libertador le insistió a su agente en Trinidad el envío de una imprenta a la que consideraba “tan útil como los pertrechos para la guerra”. La imprenta, procedente de Londres, llegó en 1817 a bordo de la goleta “María”.
El 27 de junio de 1818, Bolívar creó una de sus armas más devastadoras de la artillería del pensamiento: El Correo del Orinoco, periódico que -bajo el eslogan: “Los soldados ganan batallas y el Correo del Orinoco gana la guerra”- luchó por la independencia disparando ideas tan letales como las balas.
Los ejemplares del célebre “periódico de Bolívar” (hasta marzo de 1822) circularon tanto en América como en Europa y hasta en Asia. El Correo del Orinoco fue el primer diario de América que se publicaba, a la vez, en castellano, inglés y francés, idiomas en los se expresaba la voz de la independencia nuestroamericana ante las potencias y los pueblos del mundo.
Fundó y escribió en periódicos nuestroamericanos
En consonancia con su visión global de la política, el Libertador no hacía sus grandes campañas militares si no llevaba consigo una imprenta. Además de ganar batallas, distribuyó hojas, volantes, al tiempo que fundó y escribió en periódicos durante su campaña por la independencia en Nuestramérica.
En el Alto Perú, por ejemplo, creó un periódico llamado El Centinela en campaña, al tiempo que iba dejando, en ciudades peruanas como Trujillo, periódicos que formalizaban la influencia en esa área. Por más pequeñas que fuesen las publicaciones, contenían los resultados de las batallas e incluían las proclamas.
Con el fin de enfrentar a la prensa de oposición, responder a las autoridades españolas y difundir sus ideas, Bolívar contó con periódicos del continente como «La Indicación» y «El Correo», de Bogotá; «La Gazetta», de Lima; las de Caracas y Guayaquil; «El Patriota», también de Guayaquil.
También cuentan «El Fósforo», «El Colombiano», «El Centinela», «La Gazetta de Chuquisaca», «La Estrella de Ayacucho» y «El Reconciliador». En las bibliotecas nacionales de Caracas, Bogotá y Quito reposan ejemplares de los periódicos que sirvieron como órganos de expresión del Libertador en su dimensión periodística.
Precursor de los manuales de estilo
Además de escribir, traducir, y mandar a imprimir para promover cuanto documento caía a sus manos conveniente a la causa patriótica, el Padre de la Patria fue una suerte de precursor de los manuales de estilo del quehacer periodístico actuales.
Revelado como un conocedor de los aspectos técnicos del periodismo, Bolívar impartió instrucciones sobre la forma de presentar la información para hacerla más accesible a los lectores. Entre éstas destacan: redacción coloquial, titular las cartas, organización y jerarquización de los materiales, estilo sencillo y elegante, promover cosas útiles.
Mediante cartas, el Libertador clamaba (al entonces vicepresidente Francisco de Paula Santander, por ejemplo) por la publicación de noticias, mientras que a otros como al General Tomás de Heres le indicaba el siguiente orden: “Noticias extranjeras”, “Noticias del país”, “Asuntos políticos o legislativos”, “Variedades”, etc., “y lo que sea literario o negocios de un interés mayor, que no pertenezcan a dichos artículos”.
Proponía otros artículos para llamar la atención con títulos como “Curioso, Estupendo, Notable, Gracioso, Escandaloso”; así como “tiranía o fanatismo” si la información era sobre el rey español Fernando VII. Y agregaba que “Los artículos deben ser cortos, picantes, agradables y fuertes. Cuando se hable del gobierno, con respeto, y cuando se trate de legislación, con sabiduría y gravedad”.
La opinión pública era “la primera de todas las fuerzas”
De acuerdo a biógrafos, Simón Bolívar fue la primera persona que se ocupó de los titulares, al pedir que las informaciones se encabezaran con un título de su contenido para llamar la atención del público, pues para él la opinión pública era “la primera de todas las fuerzas”
Afirman que se preocupaba por la diagramación de los periódicos e impartía instrucciones sobre los procesos editoriales. Así, recomendaba a «La Gazetta» reducir los márgenes para acomodar más material o sugería a «El Centinela» incluir respuestas a las mentiras de los adversarios.
Hablaba sobre los formatos, los tipos de letra y las colaboraciones. Además, pedía mayor intensidad en la defensa de América y hacía circular pasquines entre las tropas peninsulares para dividirlas y desconcertarlas. Incluso llegó a ordenar la impresión de ejemplares con noticias falsas para su divulgación en las zonas enemigas.
Simultáneamente con la batalla de las armas, Bolivar siempre desarrolló la guerra de opinión, la gran lucha ideológica y psicológica para lo cual demandó una prensa capaz de encarnar una opinión pública alerta como de presionar para la erradicación de la corrupción en pro de la mayor eficiencia en todos y cada uno de sus servicios, así como de la mejor gerencia en las empresas del Estado.
Con información de Dialnet
DE LA CRUZ, IGNACIO. Bolívar y su concepción del periodismo. Ediciones Minci. Colección Tilde. Caracas, 2014.
Fotos cortesía de Desde la Plaza, Ministerio de Economía y Finanzas, Alba Ciudad y Simón Bolívar
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