La película venezolana Hijos de la sal, de los hermanos Luis y Andrés Rodríguez, obtuvo otra dulce victoria, esta vez en el Festival Internacional de Cine de Kimolos en Grecia, donde se hizo merecedora del premio a la mejor cinematografía.
En el festival, que desde los hermosos escenarios de la isla Kimolos da la bienvenida a películas independientes de directores visionarios, participaron también los filmes: Animal (Argentina); Blue Moon (Nueva Zelanda); Fatwa (Tunisia); Debt (Turquía); The Little Comrade (Estonia); Amir (Irán); Veneno (República Dominicana); Eternal Winter (Hungría); Kousayla (Suiza y Algeria); Unknowland (Grecia, Yemén, Chipre) y Thesong of scorpions (India).
Se trata de la segunda película dirigida por los morochos Rodríguez, luego de su exitoso debut en el largometraje de ficción con la aclamada Brecha en el silencio (2013). Luis y Andrés vuelven a tocar el drama de la adolescencia, esta vez enmarcado en la Península de Paraguaná, un paisaje muy particular de la geografía nacional, ubicado en el estado Falcón.
El film es una propuesta cinematográfica que rompe con las estructuras narrativas tradicionales, para hacer que el espectador interprete la historia.
En palabras de uno de sus directores, Luis Rodríguez, “esta película no es algo que se pueda leer literalmente porque tiene muchos subtextos, hay cosas que no están verbalizadas, hay una cantidad de elementos que están presentes en la imagen y hay un trabajo de interpretación y deconstrucción que tiene que hacer el espectador”.
Hijos de la sal
Con una duración de 103 minutos, la película filmada en el año 2015 narra la historia de un anciano (Evaristo), que en la agonía de su muerte pide a sus hijos (María y Enrique) que incineren su cuerpo y esparzan sus cenizas en el mar. Dispuestos a cumplir el último deseo del anciano, los jóvenes, sin saberlo, transgreden las tradiciones del pueblo.
Con las salinas como entorno y en medio de una difícil subsistencia, los hermanos deben aprender a lidiar con la cotidianidad y la necesidad de sobrevivir en un ambiente tan natural como hostil.
Hijos de la sal refleja la compleja situación de unos personajes que tienen que decidir si siguen el ejemplo de sus padres o abandonan para siempre un lugar en el que la sal y el calor corroen, por igual, el cuerpo y el alma.
Enrique se ve obligado a dejar de ser un niño para convertirse en un hombre que debe dedicarse a trabajar la sal para llevar el sustento a su hogar, mientras María se enfrenta a los fantasmas interiores que la unen con una vida pasada llena de abusos. A partir de allí surgen una serie de situaciones a través de las cuales se tocan diversas temáticas que llevan al espectador a realizar una reflexión profunda.
El abuso intrafamiliar, la violencia contra la mujer, y otros aspectos se retratan con interioridad y cotidianidad, mostrando los retos a los que se enfrentan los miembros de una comunidad y su relación y codependencia con su entorno.
Hijos de la Sal fue financiada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), en coproducción con La Villa del Cine.
La fuerza de las salinas
Los realizadores aprovecharon las condiciones geográficas de Las Cumaraguas, “tierras de atmósfera lejana que aparentan soledad y son perfectas para expresar situaciones límites. Las salinas bajo el sol del amanecer crean como un efecto de proyección de la luz ofreciendo una imagen profunda y espiritual”, expresa Luis Rodríguez al respecto.
Se trata de una zona que los hermanos conocen bien pues que allí rodaron cuatro documentales. “El lugar siempre nos sedujo, tiene una potencia expresiva que tratamos de retratar y quisimos hacer una ficción en este paisaje”, comenta acerca de estos paisaje en los cuales se adentraron para conocer el modo de vida de quienes allí habitan y mostrarlo al mundo, por lo que decidieron relatar esta historia a modo de docu-ficción.
“Es una zona muy apartada donde la presencia de la naturaleza, concretamente la de la salina, es muy fuerte. Es una superficie y un ecosistema muy árido y tortuoso en su contraste con la interioridad de las personas que habitan allí. Tú llegas a Las Cumaraguas y ves que las personas parecen muy duras, muy secas, pero te das cuenta que es solo la superficie porque realmente es gente muy cercana, que te abre las puertas”, agrega Andrés Rodríguez.
La comunidad también actuó
Uno de los retos que enfrentaron fue tratar de narrar la realidad de ese pueblo salinero de forma veraz; para ello los directores resolvieron incluir dentro del reparto, a actores consagrados, de la talla de José Torres, quien interpreta a Evaristo, el padre, junto a figuras nuevas como la de María, la hija, encarnada por la estudiante de teatro María Alejandra Jiménez; y unirlos con interpretaciones de miembros de la comunidad como Terry Goitía, quien forma parte de uno de los pueblos indígenas más antiguos de Paraguaná, Moruy, y estuvo encargado de darle vida a Enrique.
Uno de los protagonistas más destacados de la película es la comunidad de Las Cumaraguas. Y es que en este largometraje el ambiente se vuelve parte de la trama, viento, mar, sal, arena, elementos siempre presentes junto a la inclemencia de un ambiente que narra la vida de los personajes.
Cosecha de victorias
La cinta fue la más galardonada en el XIV Festival del Cine Venezolano de Mérida 2018, donde consiguió 7 premios: mejor película, dirección, actor (Terry Goitía), actriz (María Alejandra Jiménez), actor de reparto (José Torres), sonido y música.
Entre los galardones recibidos está una mención especial en 2018, por parte del jurado que conformó la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam Curaçao (Ciffr), donde resultó ser la más taquillera de la muestra.
“Eso nos sorprende porque no es una película fácil, es una película muy densa y de alguna manera los espectadores hicieron una conexión muy estrecha con la película, lo que fue un gran logro”, expresó Luis Rodríguez sobre este reconocimiento.
La cinta también fue proyectada recientemente en la semana de América Latina y el Caribe que se realiza en el Instituto Cervantes de París, como parte de las actividades dedicadas a la difusión de la cultura hispanoparlante en Francia.
Con información de CNAC, Prensa Latina, Resumen Latinoamericano, Gran Cine y AVN
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