Un curso de botánica dictado por Henri Pittier y su trabajo como asistente del insigne naturalista suizo, cuando tenía 15 años, despertó la vocación temprana de Zoraida Luces por el estudio de las plantas.
Su experiencia en el Servicio Botánico, dependencia del entonces Ministerio de Agricultura y Cría bajo la dirección de Pittier, estimuló su interés y fue determinante en su decisión de ingresar a la Universidad Central de Venezuela donde se graduó, en 1950, como licenciada en Ciencias Naturales y doctora en Ciencias Biológicas, ocho años después.
Zoraida Luces de Febres fue la primera mujer venezolana en obtener ambos títulos. También fue pionera en el conocimiento de las gramíneas, una de las familias de las plantas herbáceas, e hizo de la agrostología, especialidad de la botánica, su línea de investigación fundamental.
Oriunda del estado Monagas, la destacada labor de la científica en el desarrollo de las ciencias naturales en Venezuela, así como su aporte al conocimiento de la diversidad vegetal del país y la descripción de 27 de gramíneas nuevas para la ciencia, es reconocida por sus colegas dentro y fuera de nuestras fronteras.
Curiosa por naturaleza
La botánica, agrostóloga y taxónoma vegetal, Zoraida Luces, nació en Caicara de Maturín el 8 de junio de 1922. De naturaleza curiosa, como ella afirmó en una entrevista ofrecida en 2005, hizo un curso sobre taxonomía de plantas a finales de la década de 1930, dictado por el científico suizo Henri Pittier, cuando aún no concluía el último año de estudios de educación media en Colegio Católico Alemán. Institución de la que egresó, en 1939, como Bachiller en Filosofía y Letras.
Finalizado el curso y con tan solo 15 años, obtiene su primer trabajo como asistente de Pittier, director del Servicio Botánico del Ministerio de Agricultura y Cría, fundado en 1936, que sería la semilla que dio origen al Herbario Nacional de Venezuela del Instituto Botánico creado en 1945, posteriormente reestructurado como Fundación Instituto Botánico de Venezuela “Dr. Tobías Lasser”.
Allí formó parte del equipo pionero que estudiaba la flora del país, colaboraba dictando los cursos de botánica a las señoritas porque estos se organizaban de forma separada. Henri Pittier, con el apoyo de Zoraida Luces de Febres, atendía el grupo de las damas y Tobías Lasser a los caballeros.
Comenzando la década de 1940 viaja a Estados Unidos para realizar estudios sobre las gramíneas en el Instituto Smithsoniano, enviada por el Gobierno Nacional debido a la recomendación de Henri Pittier. Bajo la dirección de la doctora Agnes Chase, una de las más grandes agrostólogas del continente de ese tiempo, investigó y realizó numerosas exploraciones botánicas sobre esta familia de las plantas herbáceas, la cuarta con mayor riqueza en especies.
La botánica marcó el camino
Las clases con Henri Pittier, su trabajo en el Servicio Botánico y la experiencia científica con Agnes Chase, fueron determinantes en la decisión de estudiar ciencias naturales en la Universidad Central de Venezuela (UCV), cuando en 1946 se hizo el anuncio de que se abriría esa carrera.
Sobre sus inicios como estudiante universitaria, en una carrera científica y nueva para la Venezuela de la década de los 40, Zoraida Luces de Febres expresó: “Los estudios en ciencias naturales eran una novedad en Venezuela y el empuje para crear una carrera en ese campo provino principalmente de Tobías Lasser, quien con su tenacidad logró que se abriera en 1947 una Escuela de Ciencias adscrita originalmente a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (actualmente Facultad de Ingeniería)”.
La recién inaugurada carrera de ciencias naturales inició con ochenta estudiantes, pero solo tres la concluyeron: Leandro Aristeguieta, Pablo Mandazén (Hermano Ginés) y Zoraida Luces.
“Los tres egresamos de la Escuela de Ciencias en 1950 como licenciados en Ciencias Naturales y cuando la universidad abrió los cursos de doctorado, Leandro y yo nos inscribimos y obtuvimos nuestro título doctoral en 1958. En ese mismo año había sido creada la Facultad de Ciencias como derivada natural de la antigua Escuela de Ciencias”, recordó la científica en una entrevista que concedió en 2005,
Durante ese período alternó los estudios con su trabajo como botánica y la crianza de mi primer hijo.
La investigadora Zoraida Luces
En Venezuela la investigación de las gramíneas es iniciada por Henri Pittier pero es Zoraida Luces de Febres, quien consolida la agrostología como línea de estudio científico de amplia trayectoria en historia botánica venezolana.
Durante su trayectoria como investigadora produjo varios trabajos científicos, entre las que destaca Géneros de las gramíneas venezolanas, publicado en el Boletín Técnico N° 4 del Ministerio de Agricultura y Cría (1942), considerada “la única obra donde se trata la totalidad de los géneros presentes en el país, acompañado de ilustraciones, claves y lista comentada de las especies para cada género” (Acta Botánica de Venezuelica Vol. 39 Número 2 2016).
Además de sus primeras obras, El abrojo de Los Andes (1939) y Ensayo monográfico sobre las especies venezolanas del género Chloris (1940), otras posteriores incluyen la revisión de las gramíneas, palmeras y aráceas para el Catálogo de la Flora Venezolana (1945); así como las tituladas Gramíneas nuevas o interesantes para la flora venezolana (1947); Especies de gramíneas nuevas para la ciencia (1953); Claves para la determinación de las subfamilias, tribus y géneros de las gramíneas de Centro América (1959), y Las gramíneas del Distrito Federal (1963).
Mención aparte merece la traducción que hizo Zoraida Luces de Febres del libro de su maestra y amiga Agnes Chase, First book of grasses (1959). La primera traducción fue publicada en 1960, bajo el título Primer libro de las gramíneas. La estructura de las gramíneas explicada a los principiantes. Posteriormente, saldrían dos reediciones y el última, de 1972, ampliada por la científica venezolana, quien, como coautora, incluye 30 nuevas especies e incorpora nuevos comentarios e ilustraciones.
“La traducción del inglés al español del Primer Libro de las Gramíneas de la eminente agrostóloga Doctora Agnes Chase, me proporcionó una de las mayores satisfacciones de mi vida profesional; primero por la profesionalidad científica de la autora, luego, por facilitar a los estudiantes de habla hispana el conocimiento de la morfología de una de las familias más importantes del reino vegetal, no solo desde el punto de vista económico sino también científico”, escribió Zoraida Luces el primer párrafo del prefacio de la obra.
La formación de nuevos especialistas
A la par de su trabajo como investigadora del Instituto Botánico, que también incluyó funciones administrativas como directora y presidente, ejerció la docencia en la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias de la UCV. Como profesora a tiempo convencional impartió las materias electivas Agrostología y Botánica Económica.
Las clases de Botánica Económica eran complementadas con la visita a industrias y empresas que empleaban vegetales como materia prima, tales como fábricas de jugos y otras bebidas, de chocolates, procesadoras de cereales, entre otras.
Pero, además, dictaba cursos especiales sobre su especialidad a profesores de las universidades nacionales y del Instituto Pedagógico de Caracas con regularidad. Fue miembro del Consejo de la Escuela de Biología y del Consejo de la Facultad de Ciencias en algunos períodos.
En 1958 impartió un curso de Agrostología en el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de Turrialba de Costa Rica.
Venezuela su gran pasión

Cuaderno de campo de Zoraida Luces de Febres. La muestra 267, de acuerdo a lo registrado es una nueva para la ciencia, Agrostis meridensis Luces.
La obra científica de esta eminente monaguense se desarrolló por y para Venezuela, su gran pasión. En el transcurso de su carrera rechazó invitaciones y ofertas para trabajar en países como Brasil, México, Alemania, Rusia y Estados Unidos como docente o para dirigir institutos botánicos, incluso cuando sus dos hijos fueron independientes.
No solo fue miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, también integró diversas organizaciones científicas, entre ellas, la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, de la que fue el segundo Vicepresidente; la Comisión Técnica de Biólogos del Conicit; la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia, y la Association for Tropical Biology.
El legado de Zoraida Luces de Febres en el desarrollo de las ciencias naturales y, en particular, de la investigación botánica y el estudio de las gramíneas, tiene plena vigencia, sin lugar a dudas. Sigue contribuyendo a la formación de las nuevas generaciones de botánicos y agrostólogos.
Con información de Mujeres con Ciencia y Blog Científico
“Mujeres en Ciencia: Venezuela sus historias inspiradoras”. Varios autores. Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, 2016.
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