La riqueza fosilífera del país ha permitido determinar los grandes gigantes que habitaron la Venezuela prehistórica. Aunque cuesta imaginarlo, estas huellas de la vida en época muy lejana confirman que, en las planicies de buena parte del territorio criollo, deambulaban primitivos elefantes con colmillos de más de metro y medio de largo, armadillos con dimensiones equiparables a un vehículo, perezosos de hasta cuatro toneladas de peso y otras sorprendentes especies.
Esta riqueza fosilífera se expresa de manera especial en los grandes herbívoros pleistocénicos, muchos de ellos de más de una tonelada de peso que, junto a grandes depredadores, habitaron un área que sería asentamiento de poblaciones tempranas de cazadores-recolectores del continente.
Perezosos gigantes, enormes roedores, tortugas acuáticas monumentales, enormes armadillos, anacondas, grandes cocodrilos, tigres dientes de sable, así como también caballos y otros herbívoros extintos forman parte de la megafauna pleistocénica de sabanas y planicies costeras tropicales, que presentó una amplia distribución en el continente sudamericano, particularmente entre Venezuela, Brasil y Colombia, donde se han registrado además especies inmigrantes de Norteamérica y emigrantes de Sudamérica, debido al gran intercambio de animales americano a través del istmo de Panamá.
Particularmente en Venezuela se han hallado más de 400 fósiles de especies prehistóricas incluyendo cientos de peces y mamíferos, así como decenas de reptiles. Han sido reportadas más de 100 localidades con fósiles de vertebrados, mayormente al norte del río Orinoco; en el estado Falcón, principalmente en las zonas de Urumaco y Taima-Taima, Lara y Monagas.
Gigantes de América del Sur
En Sur América se han localizados, casi completos y en excelente estado de preservación, numerosos ejemplares fósiles de grandes animales soterrados bajo cenizas volcánicas o en el interior de grutas naturales, lo que ha permitido una completa reconstrucción anatómica de estas especies.
Específicamente en el caso de Venezuela, solo se dispone de elementos desarticulados, fragmentarios e incompletos hallados en excavaciones puntuales, eventualmente expuestos por erosión en diversos afloramientos.
Taima-Taima
A pesar de esto, los centenares de restos fósiles provenientes de las localidades de Taima-Taima, Muaco, Urumaco, Quebrada Ocanto y Cucurruchú en el estado Falcón; el Breal de Orocual, en Monagas, son elementos suficientes para un diagnóstico de las especies de la Venezuela prehistórica el cual, sumado a estudios comparativos con colecciones referenciales del cuaternario Sudamericano, permite una correcta identificación taxonómica y muestran una importante diversidad.
Estos fósiles forman parte de las colecciones de institucionales nacionales e internacionales como la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM); Museo de Ciencias Naturales; Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC); Universidad Central de Venezuela (UVC); Instituto de Geología y Minería de Colombia; Universidad Federal de Minas Gerais; Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais; Universidad Federal de Río de Janeiro; Departamento Nacional de Produção Mineral Do Brasil y American Museum of Natural History.
Urumaco tierra de gigantes
Urumaco – Fotografía Jaime Chirinos
Una de las regiones más diversas y ricas en fósiles de todo el país y el norte de América de Sur es Urumaco, ubicada al norte del estado Falcón, con yacimientos de importancia internacional. Esa riqueza proviene del periodo Neógeno, que incluye las épocas geológicas del Mioceno y Plioceno, con edades comprendidas entre 23 y 2,5 millones de años de antigüedad. La secuencia geológica de Urumaco se caracteriza por varias unidades como las formaciones Socorro, Urumaco, Codore y San Gregorio, depositadas en un periodo que abarca entre los 15 y 2,5 millones de años.
Allí, se han descrito los restos fósiles de más de 40 especies de mamíferos terrestres y acuáticos, así como a varias aves, más de 40 especies de tiburones, y 70 de peces óseos, varios anfibios, tortugas, serpientes y cocodrilos. También hay gran diversidad de moluscos, crustáceos, plantas y hasta insectos.
Urumaco
Desde 1952, en el lugar se han desenterrado gran cantidad de especímenes prehistóricos. Uno de los hallazgos más importantes se produjo el 18 de junio de 1972, cuando una expedición descubrió los restos de una de las tortugas más grandes de todos los tiempos. Vivió hace ocho millones de años, pesaba más de una tonelada y su caparazón alcanzaba los tres metros de largo y los dos de ancho. Fue bautizada como “Stupendemys geographicus”. El nombre se traduce como “estupenda” y “geographicus” es un homenaje a la National Geographic Society, que patrocinó el hallazgo.
En Urumaco se encontró también el fósil de uno de los mayores caimanes de la historia: el Purussaurus Mirandai, que vivió hace ocho millones de años y se estima que alcanzaba dimensiones similares a un autobús, unos once metros de largo.
Perezosos Gigantes
Hueso de Perezoso Gigante
Entre los grandes gigantes que poblaron la Venezuela prehistórica destacan los perezosos terrestres, de los cuales se conocen más de 17 especies identificados en distintos períodos prehistóricos. Conocido como Megaterio, fue un antepasado de la pereza moderna que vivió en Suramérica hasta hace unos ocho mil años. A diferencia de sus descendientes modernos, le era imposible vivir en los árboles a causa de su gran tamaño, semejante al del elefante africano: unos seis metros de largo y tres toneladas de peso.
El primer esqueleto de un mamífero prehistórico montado y exhibido en el país correspondió a un Megaterio desenterrado en 1915 en el municipio Jiménez del estado Lara. La osamenta causó sensación en la Feria Exposición Larense celebrada en Barquisimeto en diciembre de 1940. Hoy puede contemplarse en el Museo de Ciencias Naturales La Salle de la capital larense.
Los fósiles de una de las especies de perezoso gigante, Urumaquia robusta, fueron encontrados en Urumaco estado Falcón, lo que le da su nombre, mientras robusta hace referencia a la robustez de sus huesos, que es mayor a la de otros megatéridos del Mioceno de Suramérica. Pesaba más de cuatro toneladas y vivían en zonas aledañas a ríos y lagunas, donde se alimentaban de la vegetación circundante.
Estos grandes hervíboros recorrieron los llanos y montañas de Venezuela, buscando arrancar ramas y comer de los grandes árboles. Entre ellos están además el Megistonyx oreobios, descubierto por Ascanio y McDonald en la Sierra de Perijá y cuyo nombre en griego significa “la mayor garra que vivió en la montaña”; y la Eremotherium, que podía llegar hasta los tres metros de altura.
Acorazados de la Venezuela prehistórica
Roedor gigante
En la Venezuela prehistórica habitaban además unos grandes acorazados, semejantes a tanques de guerra vivos, conocidos como gliptodontes: enormes primos de los armadillos, tales como el Glyptotherium que tenía un enorme caparazón y una cola que asemejaba un piñón gigante.
El cuspón o cachicamo gigante mide metro y medio de largo y 60 kilos de peso y es el armadillo más grande del mundo. Su imagen es familiar a los venezolanos gracias a su inclusión en el reverso de algunos billetes.
Sin embargo, el gliptodonte era todavía más grande, y mucho más pesado. Este animal que vivió hace más de 10 mil años en territorio venezolano, alcanzaba las dimensiones de un automóvil y sus restos se han descubierto en el norte del país.
Podía alcanzar los cuatro metros de largo y pesar dos toneladas, mientras que su caparazón podía tener hasta cinco centímetros de espesor.
Especies muy reales
Aunque parecieran sacadas de historias de ficción, en la Venezuela prehistórica habitaron otros grandes gigantes como los mastodontes y los tigres dientes de sable. Los mastodontes vivieron en buena parte del continente americano hace unos 14 mil años y medían algo más de dos metros y medio de altura. Parecidos a los elefantes y mamuts, con quienes estaban emparentados, su nombre alude a las puntas redondeadas de sus molares.
El primer hallazgo documentado de fósiles de mastodonte en el país se realizó a finales del siglo XVIII en Cumanacoa, estado Sucre, y fue reseñado por Alexander von Humboldt. Desde entonces se han desenterrado restos de estos animales en entidades como Falcón, Mérida, Cojedes y Lara.
En cuanto al conocido Tigre Dientes de Sable, depredador por excelencia de tiempos remotos, en el territorio habitó hace unos 1.8 millones de años el Homotherium venezuelensis. Sus fósiles se descubrieron en 2007 en el Breal de Orocual, el mayor pozo de asfalto del planeta, ubicado en el estado Monagas.
Se trata del primer felino de este tipo hallado en Suramérica. Pero sus colmillos no eran tan largos como el Dientes de Sable, por lo que se lo considera más bien como un “Tigre Dientes de Cimitarra”, en alusión a cierto tipo de sable curvo utilizado en Oriente Medio.
Más gigantes
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En el año 2000 se descubrieron en Urumaco, estado Falcón, los fósiles de un roedor bautizado como “Phoberomys pattersoni” que vivió hace ocho millones de años. Medía tres metros de largo, poco más de uno de alto y pesaba 700 kilogramos, ante lo que, incluso el chigüire, catalogado como el roedor más grande del mundo y conocido como el gigante de Los Llanos, en tiempos prehistóricos hubiera lucido pequeño al lado de estos colosales ancestros.
El Phoberomys fue considerado el mayor roedor de la historia durante algunos años hasta que descubrieron en Uruguay el Josephoartigasia monesi, cuyas dimensiones alcanzaban el metro y medio de alto, los dos de largo y una tonelada de peso, siendo comparable al tamaño de un búfalo.
Y si hablamos de criaturas inverosímiles pero reales en la Venezuela prehistórica, en 1949 el paleontólogo estadounidense Edwin H. Colbert describió los restos de un elasmosaurido (un reptil prehistórico similar al mitológico monstruo del Lago Ness) en Altagracia de Orituco, Guárico.
| Nombre | Ubicación | Estado | Descripción |
| Perezosos gigantes
Xenarthra- Phyllophaga. Género: Eremotherium Familia: Mylodontidae. Género: Glossotherium (perezoso sudamericano) |
El Totumo, Barquisimeto y otros yacimientos en el país | Lara | Los perezosos gigantes eran animales pesados que habitaron en la Venezuela prehistórica. De cabeza pequeña en relación al gran tamaño del cuerpo, con miembros gruesos y moderadamente alargados, dotados de fuertes garras recurvadas en sus extremidades. Debido a la torsión natural del tarso y el carpo, estos animales se apoyaban en el suelo con la cara externa del pie del látero-dorso de la mano.
Bolivartherium, es un género de esta extinta especie que vivió entre el Mioceno medio al Plioceno inferior en la formacion Urumaco. Medía unos 3 metros, lo que le permitió evitar la depredacion de la mayoria de animales, y un alcance más preciso de los frutos de los que se alimentaba. |
| Acorazados gigantes Xenarthra-Cingulata; o Glyptodon | Muaco, quebrada Ocando, Cucuruchú y Taima Taima | Falcón | El cráneo es muy alto, pequeño, estrecho , abruptamente truncado por lo corto de los premaxilares y los nasales. Las fosas nasales son altas y subtriangulares. El caparazón es ovalado y alargado, por la parte anterior proyectada hacia adelante por prolongaciones laterales. Eran herbívoros y se alimentaban de gramíneas y hojas de arbustos bajos. |
| Carnivora; Familia: Ursidae,osos de hocico corto
Género: Arcotherium
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Costas falconianas | Falcón | Canino superior Fuerte, agudo y muy arqueado en dirección posterior. Elíptico en un corte transversal con el mayor diámetro antero-posterior. Una carena suave desciende a lo largo del diente desde la punta al cuello de la región mesio-lingual y otra carena más aguda desciende hacia la parte disto-vestibular. Carnívoro de aproximadamente dos metros de largo, desde la nariz hasta la cola. Poseía largas extremidades. |
| Notoungulata; hipopótamo sudamericano
Familia: Toxodontidae Género: Mixotoxodon |
San Miguel, estado Lara y en la quebrada Ocando, Muaco y Taima-Taima | Lara y Falcón | El rostro de este gran animal que vivió en la Venezuela prehistórica tenía el hocico cilíndrico. Los incisivos inferiores están dispuestos formando un semicírculo convexo externamente. Otros son transversales de forma triangular, están cubiertos de esmalte en la fase labial y apenas una estrecha faja de esmalte en la fase lingual.
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| Litopterna; falso camélido
Familia: Macraucheniidae Género: Xenorhinotherium |
Muaco y Taima-Taima en el estado Falcón y cuenca del lago de Valencia | Falcón y Carabobo | Rostro afilado y poco recurvado centralmente. Fosas nasales altas, de perímetro elíptico, su diámetro longitudinal no duplica el transverso. Depresiones postnasales frontales, dobles cóncavas y de superficie lisa. |
| Mastodontes. Proboscidea; Stegomastodon waringi | Quebrada Ocando, Muaco, Cucuruchú y Taima-Taima en el estado Falcón y en El Totumo y quebrada de Guadalupe en el estado Lara | Falcón y Lara | Cráneo corto y alto. Las defensas en los individuos subadultos siguen un desarrollo casi recto y en ellas se pueden observar un surco angosto indicando la ubicación probable de una faja de esmalte ya desaparecida, mientras que en los adultos, la defensa se presenta con una suave curvatura hacia arriba.
Única especie en Sudamérica con amplia distribución en el Pleistoceno en Brasil, Colombia, Ecuador y la Venezuela prehistórica, lo que indica que su proceso de dispersión fue por la ruta oriental, para asentarse en planicies costeras caribeñas y atlánticas y no andinas. Habitaban las áreas descubiertas. |
| Testudines; tortugas terrestres gigantes
Género: Geochelone ( Chelonoidis) |
Muaco, Taima-Taima | Falcón. Zonas áridas de Venezuela y parte de las islas de El Caribe. | Tortuga de carapacho alto, en forma de domo. Placas neurales anteriores de formas alternadas entre tetragonolaes y octogonales.
La forma fósil del Pleistoceno del estado Falcón pudo alcanzar hasta un metro de longitud. |
| Purussaurus “Lagarto del río Purus» | Urumaco | Falcón | Es un género de cocodriliano perteneciente a la familia Alligatoridae que vivió hace entre 16 y 5,3 millones de años, durante el Mioceno en Sudamérica |
| Phoberomys pattersoni
Roedor gigante |
Urumaco | Falcón | Vivió hace ocho millones de años. Medía tres metros de largo, poco más de uno de alto y pesaba 700 kilogramos.
Era la segunda más grande de las aproximadamente siete especies de su género. Como muchos otros roedores, era un herbívoro con premolares y molares coronados. Un esqueleto casi completo fue descubierto en Urumaco, Venezuela, en el año 2000. La nueva especie fue clasificada con el nombre de Phoberomys pattersoni en honor del paleontólogo Brian Patterson.
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Con información de La Guía de Caracas, Steemit y Avisa Venezuela
Tesoros Paleontológicos de Venezuela: El cuaternario del estado Falcón, Aguilera O. (2004). Instituto del Patrimonio Cultural, Caracas.
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