Los mosquitos liberados en Hawái, todos machos y criados en laboratorio, tienen una bacteria llamada Wolbachita, la cual provoca que los huevos de las hembras no eclosionan, reduciendo significativamente la población de otros insectos de su tipo, con el objetivo final de suprimir la malaria aviar, una enfermedad mortal transmitida por mosquitos invasores y la mayor amenaza de la avifauna nativa.
En el pasado las aves mieleras, conocidas por sus cantos alegres y por sus vibrantes y coloridos plumajes abundaban en Hawái, pero en los últimos años y en la actualidad aún más, estos pájaros nativos luchan por sobrevivir debido a la malaria aviar. De las más de 50 especies de mieleros que antaño habitaban las islas, hoy solo quedan 17.
Este control de los mosquitos se lleva a cabo para ayudar a la avifauna nativa a recuperarse y así frenar la extinción. Por ejemplo, el akikiki, una pequeña ave gris, el verano del año pasado se extinguió funcionalmente en estado silvestre, mientras que especies como el akepa, cuentan con una población de menos de 100 ejemplares.
Un grupo de científicos, activistas y pobladores, miembros algunos de ellos de organizaciones estatales, federales, privadas y sin fines de lucro, trabajan en conjunto liderando este proyecto conocido como “Aves, No Mosquitos”.
Los mosquitos invasores y las aves mieleras de Hawái
“Amakihi”, pájaro mielero en la Reserva de Waikamoi, en la isla de Maui. Fotografía de © Eric Nishibayashi publicada por The Nature Conservancy.
Los mosquitos llegaron a Hawái en el siglo XIX, luego de ser introducidos accidentalmente a las islas por un ballenero en 1826. El clima cálido y húmedo facilitó su proliferación. Hoy alberga ocho especies. Sin embargo, a los biólogos especialista en vida silvestre les preocupan más dos de ellas: el mosquito doméstico del sur (Culex quinquefasciatus), transmisor de la malaria aviar, y el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), transmisor de la viruela aviar.
Si bien ambas especies prefieren vivir en altitudes más bajas y cálidas, a medida que aumentan las temperaturas debido al cambio climático, los científicos temen que pronto los insectos puedan prosperar en altitudes más altas, el último reducto que les queda a las aves mieleras, claves para la polinización y dispersoras de semillas esenciales en la zona.
Mosquito doméstico del sur (Culex quinquefasciatus), transmisor de la malaria aviar
Ante esta perspectiva, controlar la población de estos insectos podría ser la única posibilidad de supervivencia de las aves, pues los mosquitos machos liberados son portadores de la cepa bacteriana natural llamada Wolbachia, que actúa eficazmente como anticonceptivo.
“Esto crea una barrera invisible que impide que los mosquitos lleguen a los bosques donde residen estas aves”, dijo Chris Farmer, director del programa de Hawái para American Bird Conservancy, una de las organizaciones de la coalición que lidera el mencionado proyecto.
De helicópteros a drones
El proyecto inició luego de varios análisis de la manera de frenar la extinción provocada por malaria aviar sin provocar daño ambiental, por el uso de insecticidas, por ejemplo, era introduciendo mosquitos macho incapaces de reproducirse.
Así que, en 2022, comenzaron con el cálculo de la población de insectos para liberar diez veces más de mosquitos con Wolbachita, tras lo cual siguió la crianza de millones de estos para su liberación posterior.
Las primeras liberaciones fueron realizadas con helicópteros en 2023, pero tanto el costo como la logística eran demasiado altos y compleja. Por esta razón, desde abril de este año, decidieron usar drones cargados con cápsulas biodegradables que liberan a los mosquitos en áreas específicas reduciendo, a su vez, los gastos, el tiempo de vuelo, las emisiones y el ruido.
ʻIʻiwi, o mielero hawaiano escarlata, se posa en un árbolʻōhiʻalehua. © Keith Burnett
Al respecto dijo Adam Knox, gerente del proyecto de despliegue aéreo: “es la primera vez que se lanzan cápsulas especializadas de mosquitos desde drones. Tenemos más flexibilidad para elegir el momento en zonas de clima impredecible y es más seguro porque no hay personas a bordo”.
¿Cómo es el proceso de liberación?
Los mosquitos son depositados en pequeñas cápsulas cilíndricas hechas de pulpa de papel biodegradable esterilizada. Cada una contiene 1000 machos aproximadamente, que se mantienen vivos dentro de una caja de transporte con temperatura controlada sujeta al dron.
Una vez liberados, explica Adam Knox, “caen al suelo del bosque, donde protegen a los mosquitos hasta que están listos para volar. Las vainas comienzan a descomponerse una vez expuestas a los elementos”, dijo.
‘ākohekohe, o mielero crestado, se posa en una rama en la Reserva de Waikamoi. © Eric Nishibayashi
El mismo método, denominado «técnica del insecto incompatible», se ha utilizado en otras partes del mundo, como Florida, California, México y China. Sin embargo, en otros lugares, la técnica se utiliza principalmente para controlar mosquitos que transmiten enfermedades a los humanos, no a los animales.
Hasta ahora, con el uso de la tecnología han logrado liberar 500.000 mosquitos por semana en Maui y otros 500.000 en Kauai.
El tiempo apremia
Akikiki, pequeña ave gris, el verano del año pasado se extinguió funcionalmente en estado silvestre
En Hawái, los colaboradores afirman que su trabajo es más importante que nunca y que el tiempo apremia. Varias de las especies restantes de pájaros mieleros están en grave peligro de extinción, como el ‘ākohekohe, o mielero crestado; el kiwikiu, o pico de loro de Maui; y el ʻakekeʻe o ‘ākepa de Kauai.
Por otro lado, los especialistas han señalado que estas aves nativas enfrentan otros desafíos, como la pérdida de hábitat y la depredación por criaturas invasoras como las ratas. Pero las enfermedades transmitidas por mosquitos son la mayor amenaza, pues algunas aves mueren tras una sola picadura de un mosquito infectado.
“Estamos en una crisis de extinción continua. Lo único más trágico sería que se extinguieran y no intentáramos detenerlo”, señaló el año pasado Chris Warren, coordinador del programa de aves forestales del Parque Nacional Haleakalā en Maui.
Con información y fotos de Smithsonian Magazine, The Nature Conservancy y Sputnik
Video y fotografías de drone liberando los mosquitos cortesía de American Bird Conservancy
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