Un nuevo estudio internacional revela que las olas de calor extremas están vinculadas a una pérdida significativa, entre el 25% y 38%, de aves en hábitats tropicales desde el año 1950, un hallazgo que muestra cómo el cambio climático provocado por la especie humana ya está transformando la biodiversidad a nivel global.
Publicada en la revista Nature Ecology and Evolution, la investigación de científicos de instituciones de España, Alemania y Australia muestra que los eventos de calor extremo son un “motor principal de la pérdida de especies”, lo que puede explicar por qué incluso las poblaciones de aves en zonas protegidas de la Tierra están disminuyendo.
El estudio también refiere que las aves tropicales presentan una menor tolerancia a las variaciones térmicas en comparación con las especies de regiones templadas, lo que agrava su vulnerabilidad frente a las olas de calor.
Analizadas más de 90.000 observaciones científicas de poblaciones de aves
Foto publicada por The Nature Conservancy
Los investigadores se basaron en datos climáticos y de avifauna recopilados a lo largo de varias décadas. Específicamente analizaron más de 90.000 observaciones científicas de más de 3.000 poblaciones de aves y las compararon con registros meteorológicos diarios que datan de 1940, para ver cómo las poblaciones de aves respondían a eventos climáticos extremos, incluidas las precipitaciones y las olas de calor.
El equipo empleó observaciones globales de las poblaciones de aves terrestres de la base de datos usadas para el informe ‘Planeta Vivo’, así como datos climáticos históricos del ERA-5 del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio.
Primero se analizó cómo las variaciones (de naturaleza aleatoria) de las condiciones climáticas, incluidos los extremos de calor, impactan en las tasas de crecimiento de la abundancia de cada población de aves entre 1950 y 2020. Luego, se midió la influencia del cambio climático en las variaciones de los extremos de calor, para entonces calcular el impacto de estos extremos de calor en la abundancia de las poblaciones de aves.
Exposición de las aves al calor extremo se multiplicó por 10
Impactos heterogéneos y persistentes de temperaturas extremas cálidas sobre la tasa de crecimiento interanual de la abundancia de las poblaciones de aves terrestres.
La referida investigación señala que, en los últimos 40 años, la exposición de las aves al calor extremo se multiplicó por 10 en latitudes bajas. Vale decir, pasaron de enfrentar un promedio de solo tres días al año con temperaturas extremas a 30 días anuales. Las aves tropicales, que a menudo dependen de condiciones climáticas estables, son especialmente vulnerables a estos cambios.
Las olas de calor, definidas como períodos prolongados de temperaturas inusualmente altas, no solo afectan la salud de las aves, sino que también impactan su hábitat, la disponibilidad de alimentos, la buena disposición para migrar o desplazarse hacia zonas más frescas y su capacidad para reproducirse.
En tal sentido, el estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution por investigadores del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, la Universidad de Queensland y el Barcelona Supercomputing Center, destaca que “las altas temperaturas pueden provocar un exceso de mortalidad en las aves, reducción de su fertilidad, alteraciones en su comportamiento reproductivo y una menor supervivencia de las crías”.
Peligro de alteraciones graves en los servicios ecosistémicos
Ola de calor en mayo de 2024, con temperaturas superiores a los 50° provocó la muerte masiva de aves silvestres en Tamaulipas y San Luis Potosí, México.
La pérdida significativa de las aves, particularmente las tropicales, podría desencadenar alteraciones graves en los servicios ecosistémicos que sostienen la vida humana y la estabilidad ambiental.
El estrés térmico se traduce en una reducción de la diversidad y abundancia de aves, las cuales desempeñas un papel crucial en los ecosistemas, actuando como dispersoras de semillas, reguladoras de poblaciones de insectos, así como en servicios ambientales como la polinización y el control de plagas.
Ni las áreas protegidas en regiones como la Amazonía y Centroamérica logran dar sosiego a la vida silvestre que vive en ellas. En este sentido, los científicos han señalado que el aumento de las temperaturas está expulsando a las especies de los hábitats a los que se han adaptado de forma natural.
Métodos innovadores distinguen claramente impacto del cambio climático
Gracias a los métodos innovadores aplicados por el equipo de investigación de España, Alemania y Australia, se ha logrado distinguir claramente el impacto del cambio climático en la biodiversidad frente a las pérdidas causadas por presiones humanas más directas, como la deforestación, algo que hasta ahora resultaba complicado.
En concreto, el estudio mostró que, en las regiones tropicales ubicadas en latitudes bajas, el aumento y la intensificación de las olas de calor están provocando una pérdida en la abundancia de aves comparable e incluso superior a la ocasionada por la deforestación y la destrucción de sus hábitats naturales.
Esta nueva evidencia es clave para comprender cómo el cambio climático está acelerando la crisis de la biodiversidad y alerta sobre las consecuencias ecológicas y sociales que podría acarrear la disminución de las aves tropicales con el fin de orientar mejor las estrategias para su conservación.
Se necesita un enfoque integral para la conservación de la avifauna tropical
El estudio reseñado subraya la necesidad de un enfoque integral tanto para la conservación de la avifauna tropical como para la mitigación del cambio climático, dado que aporta evidencia crucial para comprender cómo el calentamiento global está acelerando la crisis de la biodiversidad y sus graves consecuencias ecológicas y sociales.
La acción colectiva y la investigación continua también son necesarias para que se garantice la resiliencia de ecosistemas tropicales estratégicos con el fin de asegurar un futuro sostenible para estas especies y para el planeta en su conjunto.
Integrantes de la comunidad científica instan a los gobiernos y organizaciones internacionales a fortalecer políticas de conservación y adaptación climática, entre ellas la urgente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, para salvaguardar estas especies de la avifauna y los ecosistemas de los que dependen.
Con información de Nature Ecology and Evolution, Jornada de México, Greenpeace, Agencia Guatemalteca de Noticias y CNN en Español
Fotos cortesía de The Nature Conservancy, Nature Ecology and Evolution, Wired, Viajes Machupicchu Tours y La Sexta
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