Da buen cobijo bajo su copa frondosa y aunque tiene larga vida, es poco conocido más allá de los llanos venezolanos: El Merecure, un árbol de lento crecimiento y larga vida.
El Merecure, una de las especies más resistentes y hermosas de Venezuela, es muy popular y apreciada en la región llanera como árbol de sombra en casas y potreros, ornamento de plazas, parques, calles de las ciudades, y por sus frutos comestibles.
Conocido también por los nombres Querebere y Fruta larga, es símbolo natural de Apure, uno de los estados que conforman la Región Los Llanos de nuestro país.
Carnosos y dulces
Los carnosos y dulces frutos del merecure son comestibles pero a pesar de su agradable sabor, en la actualidad son aprovechados principalmente por el ganado y la fauna silvestre; por ello figura entre los árboles forrajeros de los llanos venezolanos.
La pulpa amarilla es cremosa y algo fibrosa al mismo tiempo. Cuando está maduro tiene un olor fuerte y particular. Puede consumirse directamente una vez retirada la piel o en jugos, dulces, helados y chicha.
Son ovalados y de color marrón grisáceo salpicados con machas marrones. Alcanzan entre cuatro y diez centímetros de longitud y de tres a cinco de ancho.
Los pueblos originarios, en los tiempos de la conquista, procesaban una harina con la pulpa de la fruta con la que elaboraban una bebida entre otras preparaciones. Todavía hoy, las comunidades indígenas Pumé y Guahibos que habitan en el estado Apure le dan el mismo uso.
Bajo la sombra del Merecure
El Licania pyrifolia, nombre científico del merecure, forma parte de la flora de las tierras bajas y cálidas, así como también de los bosques de galería que rodean los ríos de la región llanera.
Además del estado Apure, este esplendido árbol puede ser apreciado en Guárico, Bolívar, Carabobo, Aragua y Amazonas. Fuera de Venezuela se encuentra en los llanos colombianos, Martinica y Trinidad, entre otras islas.
Es un árbol de porte medio y puede alcanzar una altura de entre 10 y 15 metros. Si bien es de tronco corto, su copa es globosa o redondeada, muy frondosa; por la sombra que brinda, es muy apreciada para refrescarse cuando el calor aprieta en medio de la faena en los llanos.
Se propaga por semillas, principalmente, aunque hay quienes señalan que también puede reproducirse mediante esquejes de ramas jóvenes. Su crecimiento es lento pero es un árbol resistente y longevo.
Las flores del merecure son hermafroditas, pequeñas, blancas y fragantes. Se agrupan en inflorescencias axilares de tipo panícula (racimos). La corola tiene cinco pétalos de 2 a 4 mm de largo cada uno, agudos en el ápice y truncados en la base. Cuenta con numerosos estambres, de 20 a 35, unidos en la base y todos fértiles, generalmente.
Varios nombres científicos
El Merecure o Querebere es una de las 150 especies que pertenecen al género Licania, originaria de la América tropical y subtropical, excepto una que es propia del trópico asiático.
De acuerdo al biólogo y botánico Jesús Hoyo Fernández, “en Venezuela se han señalado, hasta la fecha, 49 especies, la mayoría de las cuales crecen en las zonas de Los llanos y en los bosques”.
Este símbolo natural del estado Apure ha tenido varias denominaciones científicas. Henri Pittier, destacado botánico suizo quien se radicó en Venezuela e hizo varias investigaciones sobre la flora del país, describió al merecure como especie nueva y la denominó Moquilea macrocarpa Pittier. Además ha sido conocido como Moquilea pyrijolia.
Estudios posteriores le otorgaron la denominación con que el mundo científico la identifica hoy: Licania pyrifolia.
Versos y golpe de joropo
Esta hermosa especie de la flora venezolana ha sido fuente de inspiración para poetas y compositores:
“Yo soy un árbol frondoso
Del llanero Estado Apure;
Mi nombre es Merecure
Y doy un fruto sabroso.
Bajo mi sombra gozoso
Baila joropo el llanero,
Brindo sombra en el estero
Donde la garza campea
Y el poeta se recrea
Del paisaje sabanero»
Alfonso García Ceballos
Con su nombre ha sido bautizado uno de los golpes del joropo llanero, sumándose a la treintena de variantes de esta manifestación cultural: el zumba que zumba, seis por derecho, seis numerao, quirpa, gabán, gavilán, San Rafael, entre otras.
El Merecure es parte esencial del paisaje y la faena de los llanos, región donde es muy estimado. Sin embargo aún es desconocido en otras regiones del país. Por su la belleza de su amplia fronda, resistencia y larga vida es idóneo para fomentar su siembra en plazas, parques, jardines públicos y avenidas de los grandes centros urbanos.
Con información de Catálogo de Patrimonio Cultural del Municipio San Fernando de Apure, Árboles Emblemáticos de Venezuela, Cuenta el Abuelo y Flores
Jesús Hoyo Fernández. Flora de Venezuela. Vol. IV, 2° Parte. Instituto Nacional de Parques. Caracas. 1992.
Alfonso García Ceballos. Árboles de mi Patria. Publicaciones de la Asamblea Legislativa del Estado Aragua. Marzo 1988.
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