Himno Nacional canción patriótica de un bravo pueblo

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Gloria al Bravo Pueblo es nombre tradicional del Himno Nacional de Venezuela y uno de sus Símbolos Patrios, así lo establece el artículo 12 de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales. El origen de este canto patriótico data de la lucha por la independencia y, desde entonces, fue asumido como el himno del país en el corazón del pueblo, mucho antes de que fuera reconocido oficialmente como tal.

Aunque formalmente se atribuye la letra al médico y poeta Vicente Salias y la música a Juan José Landaeta, algunos han señalado que la autoría de música y letra del himno pertenece a Lino Gallardo y Andrés Bello, respectivamente, un debate que se mantiene más de un siglo después.

Su origen se remonta al inicio de los procesos independentistas en América que inspiraron canciones patrióticas en pro de las emancipaciones patrióticas, las cuales buscaban difundir entusiasmo y lealtad, entre ellas la dedicada al bravo pueblo de Venezuela. Todo apunta a que fue compuesta en los días inmediatamente posteriores a los sucesos del 19 de abril de 1810, incluso hay referencias de que el 19 de abril de 1811, cuando se conmemoró el primer aniversario de la revolución de 1810, fue entonado públicamente.

De cualquier forma, entre otros cantos patrióticos, el Gloria al bravo pueblo no tardó en hacerse popular. Pasado el período de la Independencia, el revolucionario canto siguió prendido en el corazón del pueblo, pero no fue sino hasta el 25 de mayo de 1881 cuando el presidente Antonio Guzmán Blanco designó a la otrora canción patriótica como Himno Nacional de Venezuela.

Landaeta y Salias

Vicente Salias

Oficialmente, la autoría de la música del Gloria al Bravo Pueblo se atribuye a Juan José Landaeta y la de la letra a Vicente Salias. El primero, era un pardo libre nacido en 1780 en una familia en la que sobresalieron músicos, pintores, doradores y plateros. Fue miembro de la Escuela de Chacao y uno de los músicos más importantes del período colonial venezolano. Compuso numerosas piezas de carácter religioso, entre ellas este Salve Regina, fechada en 1800. En 1808 dirigió la orquesta que acompañó las primeras representaciones operísticas realizadas en Venezuela, las cuales tuvieron lugar en el “Coliseo”, primer teatro permanente de la historia de Caracas.

Landaeta se comprometió activamente en la causa independentista desde 1810. Existen dos versiones de su muerte. Una lo incluye en la lista de fallecidos a causa del terremoto de 1812, otra señala que, tras la caída de la Segunda República en 1814, el compositor huyó de Caracas en la llamada “Emigración a Oriente” y llegó a Cumaná, donde murió fusilado por los españoles. Una célebre leyenda sin base histórica afirma que Landaeta murió con una partitura del Gloria al Bravo Pueblo atada a su frente.

Vicente Salias nació en Caracas en 1776, y fue médico, poeta, periodista y diplomático. Formó parte de la Junta Central de la Vacuna establecida por la Expedición Balmis en 1804 y escribió varios artículos científicos.

Salias fue un decidido partidario de la independencia. Cuando cayó la Segunda República intentó huir por barco a Curazao, pero un corsario español lo interceptó y lo trasladó a Puerto Cabello. Tras un juicio sumario, fue fusilado el 17 de septiembre de 1814. Tenía 38 años. Se dice que sus últimas palabras fueron: “Dios Omnipotente, si allá en el cielo admites a los españoles, renuncio al cielo”.

Orígenes

Juan José Landaeta

Los orígenes del Gloria al Bravo Pueblo están vinculados a un fenómeno musical común en España y América a comienzos del siglo XIX, motivado por el inicio de los procesos independentistas, la canción patriótica, que buscaba difundir entusiasmo y lealtad hacia una determinada causa política.

Todo apunta a que el tema que se convertiría en Himno Nacional fue compuesto en los días inmediatamente posteriores a los sucesos del 19 de abril de 1810, y no tardó en hacerse popular. José Cortés de Madariaga, uno de los protagonistas del 19 de abril, afirma que, en junio del año siguiente, mientras navegaba el río Meta de regreso a Venezuela tras cumplir una misión diplomática en Bogotá, uno de sus compañeros de viaje tomó la flauta “para tocar la canción de Caracas, Gloria al Bravo Pueblo, etc., y al resonar el suave instrumento unieron sus voces los que sabían la letra e hicieron sentir los ecos de la libertad”.

Otra referencia la da el intendente de Ejército y Real Hacienda, Vicente Basadre, quien fue recluido en el castillo de San Carlos de La Guaira después del 19 de abril de 1810, y relató que durante esos días los “caballeros mantuanos” que lo custodiaban le dijeron que “en todos los pueblos se habían compuesto canciones alegóricas alusivas a la libertad, a la independencia. Convidaban a toda la América española para hacer causa común, y que tomasen a los caraqueños por modelo para dirigir revoluciones”, lo que se relaciona con el texto de la tercera estrofa del himno:

Unida con lazos

que el cielo formó

la América toda

existe en Nación;

y si el despotismo

levanta la voz

seguid el ejemplo

que Caracas dio.

Canción patriótica

El Gloria al bravo pueblo no fue la única canción patriótica de esa época. Además, hubo una que comenzaba diciendo: “Caraqueños, otra época empieza”, con letra de Andrés Bello y música de Cayetano Carreño.

Aunque no hay constancia expresa de ello, es probable que hubiese sido ejecutado y coreado en Caracas el 19 de abril de 1811, cuando se conmemoró el primer aniversario de la revolución de 1810 con la participación de varias orquestas dirigidas por músicos y compositores como Juan José Landaeta, Cayetano Carreño, Lino Gallardo, José María Cordero, entre otros.

De acuerdo al historiador José Antonio Calcaño, el manuscrito más antiguo de su partitura que se conoce es de mediados del siglo XIX. Lo muestra en su libro La ciudad y su música, sin mencionar autor, y figura como título: “núm. 1.- Violín. Canción Nacional. Gloria al bravo pueblo. Paso redoblado”.

La estrofa perdida

Así, aunque el Gloria al Bravo Pueblo se compuso en 1810, el manuscrito más antiguo conocido de la pieza es de varias décadas después. Data de la década de 1840 y fue hallado en los archivos de José Ángel Montero, gran compositor venezolano del siglo XIX, en el año 1938.

Esa primera versión no incluye los nombres de los autores. Pero, en un arreglo posterior, realizado por Montero en 1870, ya se incluye a Juan José Landaeta como autor.

En su número del 18 de abril de 1868, el periódico caraqueño El Federalista reprodujo la letra del Gloria al bravo pueblo, que apareció en ese momento con mayor extensión que el texto declarado oficial en 1881. Y es que, si bien el Himno Nacional está compuesto por un coro y tres estrofas, en el pasado hubo otra, como puede leerse en versiones de la letra publicadas en periódicos como éste de mediados del siglo XIX. La estrofa en cuestión, suprimida en 1881, rezaba:

Pensaba en su trono que el ardid ganó

Darnos duras leyes el usurpador.

Previó sus cautelas nuestro corazón

Y a su inicuo fraude opuso el valor”.

Designación oficial como Himno Nacional

Tuvieron que pasar siete décadas para que, el 25 de mayo de 1881, el presidente Antonio Guzmán Blanco designara oficialmente a la otrora canción patriótica como himno nacional mediante decreto. Desde entonces se produjeron distintas versiones hasta que en 1947 se publicó la versión actual, prohibiéndose cualquier tipo de modificación al texto. Entre las versiones oficiales estuvieron la de 1881, a cargo de Eduardo Calcaño; 1911 de Salvador Llamozas y, finalmente, la de 1947 de Juan Bautista Plaza.

El decreto reza “Que debe perpetuarse en la memoria de los venezolanos todo lo que en la época de nuestra emancipación política contribuyó a la realización de sus triunfos”.

Además, precisa que el nuevo himno fue “el canto patriótico con que los hijos de la Gran Colombia celebraban sus victorias y se alentaban en la adversidad”, pero no incluyó los nombres de sus autores. Dos años más tarde, la versión oficial mencionó a Vicente Salias y Juan José Landaeta como los responsables de la letra y la música, lo que se mantiene hasta hoy.

El artículo 13 de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales indica que el Himno Nacional debe ser tocado en los siguientes casos: “1º: Para tributar honores a la Bandera Nacional. 2º: Para rendir homenaje al presidente de la República. 3º: En los actos oficiales de solemnidad. 4º: En los actos públicos que se lleven a efecto en Estados Unidos y Territorios de la República para la conmemoración de las fechas históricas de la Patria, y en aquellos que determine el Reglamento de la presente Ley. 5º: En los casos que prevean otras leyes de la República”. Las estaciones de radio y televisión solían iniciar y concluir sus emisiones con el Himno Nacional. En 1980 se estableció mediante decreto del presidente Luis Herrera Campins que fuera transmitido cada 6 horas en radios y televisoras.

Autoría en controversia

Durante más de un siglo, la autoría del Himno Nacional ha sido motivo de controversia. Ya en 1874 un ejemplar del periódico “El Americano” publicado en París en 1874 menciona al compositor colonial Lino Gallardo como autor de la música y a Andrés Bello como responsable de la letra. Incluso familiares y descendientes de Lino Gallardo afirman que es el verdadero creador de la partitura.

La versión actual del Gloria al Bravo Pueblo data de 1947, cuando el gobierno de Rómulo Gallegos encomendó dicha tarea al compositor Juan Bautista Plaza, figura fundamental de la música venezolana del siglo XX. Pero cuando la partitura se publica poco después se coloca en ella el nombre de Juan José Landaeta como el de su compositor.

A pesar de los esfuerzos de historiadores y musicólogos como José Antonio Calcaño, Juan Bautista Plaza y Rhazés Hernández López, la paternidad de la música del Himno Nacional no ha podido ser establecida de un modo totalmente fehaciente, aunque oficialmente se ha mantenido la autoría de Juan José Landaeta. En cuanto a la letra, todos los testimonios indican como su autor a Vicente Salias.

Himno Nacional

Coro

 Gloria al bravo pueblo

que el yugo lanzó

la Ley respetando

la virtud y honor.

I 

¡Abajo cadenas! (bis)

gritaba el Señor; (bis)

y el pobre en su choza

Libertad pidió.

A este santo nombre

tembló de pavor

el vil egoísmo

que otra vez triunfó.

(Coro)

II

Gritemos con brío (bis)

¡Muera la opresión! (bis)

Compatriotas fieles,

la fuerza es la unión;

y desde el Empíreo

el Supremo Autor,

un sublime aliento

al pueblo infundió.

(Coro)

III

Unida con lazos (bis)

que el cielo formó, (bis)

la América toda

existe en Nación;

y si el despotismo

levanta la voz,

seguid el ejemplo

que Caracas dio.

(Coro)

La versión de Gloria al Bravo Pueblo con su estrofa perdida puede oírse en esta grabación de 1994.

 

Con información de La Guía de Caracas, Universidad de Carabobo, Fundación Empresas Polar y Papeles de Historia de Venezuela


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