Desde los impactantes paisajes del pico Espejo, en la Sierra Nevada, la Virgen de las Nieves reina en las alturas. Entronizada a unos cuatro mil 800 metros sobre el nivel del mar, la escultura, realizada en mármol de carrara, domina desde 1965 nieve y montañas. Este monumento, dedicado a la patrona de andinistas y montañistas, es sin duda alguna un ícono de Mérida y de Venezuela.
Fueron justamente los andinistas merideños, siguiendo un sueño del patriarca de las letras, Tulio Febres Cordero, quienes lograron ubicar la imponente escultura en lo alto del pico Espejo.
Con una altura de 3,5 metros y un peso de cinco toneladas, la imagen, esculpida en Italia por Walter Ribani, destaca por sus dimensiones, calidad de materiales y ejecución. Es la imagen mariana situada a mayor altitud en Venezuela, y una de las que está a mayor altura en el mundo. Gracias a la construcción del Teleférico de Mérida, se pensó en la posibilidad de ubicar una imagen de dimensiones grandiosas a tal altitud.
Refleja la devoción del pueblo merideño y es emblema de la quinta y última estación del Sistema Teleférico de Mérida Mukumbarí. La Virgen de las Nieves reina en las alturas, en medio de un contorno alpestre espectacular, único en el mundo.
Patrimonio merideño
La Virgen de las Nieves mira a la ciudad de Mérida desde una altura exacta de 4.765 metros sobre el nivel del mar. Está ubicada en una plazoleta adyacente a la estación terminal del Sistema Teleférico de Mérida Mukumbarí, en el pico Espejo.
Se trata de una escultura realizada en mármol de Carrara de tres y medio metros de altura y cinco toneladas de peso. Tiene una amplia túnica y en su pecho, exhibe el escudo de Venezuela.
La Virgen está “dulcemente posada en una hermosa alfombra de frailejones”, con los brazos extendidos.
Se levanta sobre un pedestal de dos metros y medio, hecho en concreto armado y cubierto de rocas. Al frente de la base se lee la inscripción “Ave María”.
En la cara frontal se encuentra adosada una placa de bronce en la que está grabado el siguiente texto: “N. S. de Las Nieves / Patrona de los Alpinistas / Club Andino Venezolano / Mérida / 4.765 Mts. / Pico Espejo / Escultor: / Walter Ribani / Carrara / Xii-Ii-Mcmlxv”.
Por sus valores escultóricos y culturales, el monumento a la patrona de los andinistas y montañistas fue declarado, en 2007, Bien de Interés Cultural de la Nación.
Historia
La Virgen de las Nieves es la protectora de los andinistas y montañistas. En octubre de 1953, integrantes del Club Andino Venezolano de Mérida se propusieron colocar su imagen en los imponentes glaciares de la Sierra Nevada.
Carlos Chalbaud Zerpa, Francisco Anzil y Carlos La Cruz, integrantes del Club Andino Venezolano, comenzaron a recoger los fondos para concretar el proyecto.
En principio pensaron en una estatua de pequeñas dimensiones, que pudiese ser llevada en hombros por los propios andinistas, pero la construcción del Teleférico de Mérida brindó la posibilidad de pensar en una imagen de dimensiones grandiosas. Pasarían varios años hasta que, a inicios de la década de 1960, Chalbaud Zerpa y Anzil viajaran a Italia para contratar los servicios del reconocido
escultor Walter Ribani. El maestro italiano sería el encargado de transformar, en su taller de Carrara, tres bloques de mármol seleccionados por ellos mismos, en la monumental imagen de Nuestra Señora de las Nieves.
Un largo camino
Fotografía de Wikipedia.
Una vez terminada, la Virgen de las Nieves viajó en ferrocarril hasta el Puerto de Génova. Desde allí fue embarcada en el vapor Eryce con destino a Venezuela. La escultura llegó al puerto de Maracaibo el 11 de abril de 1964. Sin embargo, tardó más de un mes en llegar a tierras andinas por problemas en la aduana.
Finalmente, en medio de la neblina mañanera del 22 de mayo de 1964, la estatua llegó a la ciudad de Mérida. Pero pasaría más de un año para que la Virgen de las Nieves fuera llevada a su destino final, el Pico Espejo. La imagen fue exhibida desde el domingo 24 de mayo de 1964, en la antigua capilla de El Sagrario, contigua a la catedral, para que fuera contemplada por el pueblo merideño.
En tanto, el Club Andino Venezolano concretaba su traslado. A pesar de los retos presentados por los gastos y requerimientos logísticos para su colocación en el pico, lograrían hacerlo en septiembre de 1965. El apoyo del Teleférico de Mérida fue crucial para hacer posible este proyecto.
En vista de tan importante ocasión, se promovieron una serie de festividades en torno a la entronización de la Virgen de las Nieves. Con esta programación, se instauró la primera Semana de Mérida, celebrada del diez al 21 de septiembre de 1965.
Fiesta del santo nombre de María
Fotografía de Mérida Natural.
El día de la entronización de la Virgen de las Nieves, durante la primera semana de Mérida se celebró en su nombre la “Fiesta del santo nombre de María”.
Con mucho cuidado se movilizaron hasta el Pico Espejo las tres partes fraccionadas de la escultura. La actividad contó con la participación activa de los trabajadores del teleférico. Además, en plena nevada, acondicionaron el espacio donde se entronizaría la Virgen y construyeron un pedestal, bajo la dirección de Raymond Ruffieux.
El acto comenzó en horas de la mañana con una misa de campaña celebrada en la estación Barinitas y, posteriormente, iniciar el ascenso al Pico Espejo. El espacio estaba custodiado por un grupo de nevaderos vestidos con trajes típicos de la región. Tras los acordes triunfales del Himno Nacional se develó la imponente escultura, que estaba cubierta con el pabellón nacional. Carlos Chalbaud Zerpa pronunció un discurso que tituló “Oración en las Nieves”.
A través de las radios locales, en la tarde de aquel día, el arzobispo Acacio Chacón Guerra dio a conocer el telegrama de bendición especial al Monumento, enviado al pueblo venezolano por el Papa Paulo VI.
También se eligió la primera Reina de la Nieves, Quyra Zerpa. Hoy en día la soberana es electa junto a la Reina de la Feria del Sol, y su coronación se continúa realizando en la Estación de Pico Espejo del Sistema Teleférico de Mérida Mukumbarí, bajo el amparo de la Virgen de Las Nieves.
De Roma a Guayana
La historia de Nuestra Señora de las Nieves se remite al monte Esquilinio, una montaña romana cubierta de nieve, donde fue avistada por los esposos Juan Patricio y Licina Ignavia. Para ellos, la visión de la Virgen fue un milagro en respuesta a sus súplicas para poder concebir un hijo. Esta petición fue concedida y tiempo después, durante el periodo del Papa Liberio, fue construido un templo en su honor.
La devoción por la aparición de la Virgen en la nieve, se extendió por todo el mundo católico en medio de una época en la que decaía el imperio romano.
Años más tarde, llegaría a Guayana por medio de los conquistadores españoles.
Puede extrañar que Nuestra Señora de las Nieves sea la Patrona de Ciudad Bolívar. La devoción se remite a finales del siglo XVI cuando, al regreso de una fracasada expedición en busca de El Dorado, los expedicionarios venían en retirada por la selva. Agotados, imploraron a la milagrosa Virgen romana que terminara sus padecimientos, mediante un novenario que culminó el 5 de agosto. A través del tiempo esta devoción convirtió a la Virgen de las Nieves en patrona de los bolivarenses.
El libro La Sierra Nevada de Mérida de Carlos Chalbaud Zerpa relata que Tulio Febres Cordero, patriarca merideño de las letras, anhelaba ver en la Sierra Nevada la imagen de Nuestra Señora de las Nieves. Ese sueño fue hecho realidad el 12 de septiembre de 1965, por la voluntad de los andinistas merideños, quienes colocaron a la Virgen de las Nieves en uno de los picos de las Cinco Águilas Blancas.
Con información de IAM Venezuela, IVenezuela y Cronología de Venezuela
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