Famosa por su fuente con iluminación nocturna, sus paseos peatonales, un importante distribuidor vial, y monumentales obras de creadores venezolanos de todos los tiempos, sin duda alguna, Plaza Venezuela es y ha sido por años un espacio de arte para la vida.
Ubicada en el centro geográfico de la Gran Caracas, en la parroquia El Recreo, se ha convertido desde el año 1940 en un punto de referencia para los caraqueños y quienes visitan la capital de Venezuela.
De grandes dimensiones, rodeada por emblemáticas edificaciones como la Torre La Previsora, y las Torres Phelps y Seniat (antigua Torre Capriles), se diseñó como espacio urbano, para satisfacer la necesidad citadina de contar con sitios para el disfrute visual, compartir y disfrutar de la vida en Caracas.
La Plaza Venezuela reúne además una significativa muestra del cinetismo urbano en Latinoamérica. Sus obras: Fisicromía Cóncavo-Convexa de Carlos Cruz Diez, Pariata 57 de Omar Carreño, la fuente de Santos Michelena y el Abra Solar de Otero conforman, junto a jardines, parques, caminerías, ciclovías y otras intervenciones urbanas, un lugar donde se conjugan luz, color y viento.
Este espacio urbano es hoy un museo al aire libre que permite el disfrute de obras que forman parte del patrimonio cultural venezolano, un espacio de arte para la vida.
Octogenario ícono
A punto de cumplir sus ochenta años, el espacio urbano conocido como Plaza Venezuela fue inaugurado en 1940 como una redoma de acceso al Parque Los Caobos.
En la década de los 50 fue intervenido por el desarrollo del proyecto de la Gran Avenida, que llegaba hasta Sabana Grande, a cargo del arquitecto Luis Roche.
En 1968 la Plaza Venezuela se intervino nuevamente para dividir la entonces llamada Avenida Monumental del Este.
La construcción del Metro de Caracas y del distribuidor que hoy conecta con la Autopista del Este, en la década de 1980, marcaron otra importante transformación de este espacio urbano, con la inclusión de más obras de arte y espacios para el esparcimiento.
La última intervención se realizó entre los años 2007 y 2009, e incluyó un plan de restauración integral de toda el área de Plaza Venezuela y sus obras, ejecutado por una alianza entre la Alcaldía de Caracas, el Gobierno del Distrito Capital (GDC) y PDVSA Centro de Arte La Estancia.
Eje vial y urbano de Caracas
La Plaza Venezuela es un importante eje vial que da acceso a otros importantes lugares de la urbe como el Bulevar de Sabana Grande, el Parque Los Caobos, la Ciudad Universitaria, el Jardín Botánico de Caracas, las Torres de Parque Central y el Bulevar Amador Bendayán.
Comunica además con la avenida Andrés Bello a través de la avenida La Salle y la Augusto César Sandino (principal de Maripérez, que a su vez conecta con la avenida Libertador y la Boyacá o Cota Mil), y la Autopista Francisco Fajardo.
Este ícono de la venezolanidad, y especialmente de la vida en Caracas, constituye un importante referente de la urbe.
La urbe y el arte
Entre las creaciones artísticas que se pueden apreciar en Plaza Venezuela, una de las más emblemáticas es la fuente, la cual ha tenido varias versiones.
La primera fue diseñada y ejecutada en 1940 por los Ingenieros Eduardo Arnal y José Antonio De la Madrid, por encargo de Luis Roche, ejecutor de la urbanización Los Caobos.
La segunda fue diseñada por el escultor Ernesto Maragall con el nombre Fuente Monumental Venezuela, e inaugurada para celebrar la inauguración del Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas.
En 1968, las modificaciones viales implicaron el reemplazo de la fuente de Maragall, por una diseñada y construida por el arquitecto José Miguel Galia.
En la década de 1980, las obras del Metro de Caracas ameritaron una nueva intervención de la Plaza Venezuela, y se construyó una nueva fuente a cargo del ingeniero hidraúlico Santos Michelena Carcano. Al momento de su inauguración era la más grande de Latinoamérica y la cuarta en el mundo.
En el año 2009 se reinaugura la fuente, intervenida por el arquitecto Pablo J. Rodríguez con la colaboración del creador de la cuarta versión de la fuente, el Ingeniero ya fallecido Santos Michelena Carcaño. Rodríguez incorporó música y tecnología de punta en medios de control e iluminación, creando un espectáculo de luz, agua y sonido que se puede apreciar en las noches caraqueñas.
Abra Solar
Forma parte de una serie de esculturas a escala urbana de Alejandro Otero. La obra geométrica de 16 por 42 metros, conformada por 33 mariposas de acero inoxidable, es una de las más reconocidas del artista plástico, nacido en el Manteco, estado Bolívar, representante del Movimiento de los Disidentes de 1951.
El Abra Solar representó a Venezuela en la XL Bienal de Venecia, celebrada en 1982. Un año después, en 1983, se instaló en Plaza Venezuela, sumándose a las obras integradas a ese espacio urbano para la vida.
Creada con aluminio, la imponente estructura parecía no estar acorde con el espacio en el que fue ubicada, pero con el tiempo se transformó en un hito visual de la zona.
Con el pasar de los años la obra sufrió un deterioro de gran importancia producto del vandalismo. La restauración integral del 2007 le devolvió su esplendor, y desde entonces nuevamente sus mariposas movidas por el viento muestran cambios constantes según la luz del momento.
Cinetismo en homenaje a Andrés Bello
Inaugurada en 1982, la obra Fisicromía Cóncavo-Convexa de Carlos Cruz Diez fue diseñada como una obra de arte a escala urbana, cuya función era cubrir los ductos de ventilación del Metro de Caracas.
Esta obra de doble faz está conformada por dos paredes semicirculares dispuestas de forma cóncava. Sobre ellas el artista dispuso series de colores a partir de varillas de aluminio. Es un marco abstracto para la estatua en bronce de Andrés Bello, realizada por Nicanor Plaza, escultor chileno de finales del siglo XIX.
En 2007, Pdvsa La Estancia llevó adelante su restauración integral, bajo el cuidado de José Armando “Nanín” García, quien trabajó con Cruz-Diez por más de quince años.
Esta obra ratifica el privilegio del disfrute de las creaciones de un artista y maestro del color como un hecho cotidiano en el transitar por la ciudad, pues en Caracas, en los lugares donde está la gente es común conseguir un original de Cruz Diez.
Entre lo real y lo virtual
También destaca en el paisaje urbano de la Plaza Venezuela la escultura Pariata 57, nombrada así en referencia a la escultura homónima realizada originalmente por el margariteño Omar Carreño en 1957 para ser colocada en una plaza del litoral de La Guaira.
Bajo la supervisión de Carreño, el escultor William Barboza realizó esta réplica. Es una estructura de hierro forjado que descansa sobre una base de concreto antisísmica e iluminada.
La obra de escala urbana enlaza lo real y lo virtual dándole oportunidad de participación al espectador, con sus diferentes caras y partes móviles, que conducen a la acción cinética.
Plaza Venezuela es sin duda un espacio de arte para la vida, disfrutado por sus visitantes con instalaciones y actividades recreativas que incluyen parques, caminerías ejercicios al aire libre, bailoterapias, proyecciones en pantalla grande, ciclovías y más.
Con información de Desde La Plaza, IAM Venezuela, Correo del Orinoco y La Guía de Caracas
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