La querencia por el llano que lo vio nacer, siempre fue la inspiración de Eneas Perdomo y su eterna fiesta. También su motivación para iniciarse en la música llanera y componer una de las canciones más conocidas, no solo en Apure sino en Venezuela y el mundo: Fiesta en Elorza.
Desde su incursión en Radio Guárico (1951) y su primera grabación, “Soga, Despecho y Alero”, fueron muchos los reconocimientos y las satisfacciones que la música llanera trajo a Eneas Perdomo.
Una vida dedicada a la música llanera con 40 discos, muchos de ellos certificados como Discos de Oro. En su trayectoria además de Fiesta en Elorza, un himno al llano y sus vivencias destacan, destacan las composiciones Coplero Errante, Canto y coplero, Adiós barrancas de Arauca, Venezuela es Bellísima y Cantares de Mi Tierra, entre otros grandes éxitos.
Aunque se despidió de este plano en 2011, Eneas Perdomo y su eterna fiesta están siempre presentes, en el fiel público que sigue entonando sus canciones.
Llanero de pura cepa
Eneas Perdomo Carrillo nació el 11 de julio de 1930 en El Yagual, estado Apure, muy cerca del lugar en el que se dio la batalla homónima a orillas del río Arauca en 1816, durante la guerra de Independencia de Venezuela y donde resultó victorioso el ejército patriota.
Vino al mundo en “La Granja”, pequeño espacio de tierra que para ese entonces tenían sus padres, Vicente Perdomo y Rosa Carrillo de Perdomo, ubicada en el sector El pueblito.
Estudió en San Fernando de Apure hasta culminar el primer año de bachillerato, pues en ese entonces, los jóvenes se dedicaban al trabajo después de concluir la educación primaria. Granjero de pura cepa se concentró desde muy joven en las faenas del llano apureño.
Desde pequeño mostró su don para la música, el canto y su amor por el llano y todo lo que alberga, fuente de inspiración continua para de sus composiciones.
A los 15 años el joven Eneas se mudó a Maracaibo, donde participó con sus hermanos en la agrupación “Los hermanos Perdomo”. Era la única con arpa en aquella ciudad zuliana. La nostalgia por su llano natal hizo que tan solo un año más tarde, regresara junto a su padre.
Como muchos jóvenes llaneros con talento musical, buscó horizontes en el centro del país. Con 20 años se presentó en programas de Radio Guárico, emisora de San Juan de los Morros, ejecutando el cuatro y las maracas, popularizando con su voz, piezas propias y de otros autores. Eneas Perdomo y su eterna fiesta apenas comenzaban.
Primeros pasos en la música llanera
Durante aquellos años alternó su pasión musical con su trabajo como camionero. Compartió y tocó con la leyenda del arpa Ignacio “El Indio” Figueredo, e interpretó su primer tema titulado Ofelia. En esa época comenzaron las presentaciones en festivales y fiestas del pueblo.
Con El Indio” Figueredo viajó a Caracas tiempo después, para instalarse junto al joropero Ángel Custodio Loyola, en una pensión cerca del casco central.
Después de muchas presentaciones en público y radiodifusoras, llegó el momento de su esperada oportunidad, su primera producción discográfica para el sello Discomoda. Con Figueredo grabó “Soga, Despecho y Alero”, basada en la poesía de César Sánchez Olivo.
A partir de ese momento el artista se trazó como meta desarrollarse como cantautor de la música genuina, mediante la cual podía expresar sus sentimientos por el llano lo vio nacer.
Con más de siete décadas de trayectoria, Eneas Perdomo dejó un patrimonio musical de más de cuarenta discos de larga duración.
De su legado destacan éxitos como Fiesta en Elorza, Coplero Errante, Canto y coplero, Soy Coplero, A lo Criollo, Bajo El Cielo Llanero, Adiós barrancas de Arauca, Romancero del Corrío, Venezuela es Bellísima y Cantares de Mi Tierra.
Su eterna Fiesta en Elorza
La canción que le dio renombre nacional e internacional fue grabada en 1962. Con letra y música del cantautor, Eneas Perdomo comenzaban su historia de éxito con Fiesta en Elorza.
Es un canto a las fiestas patronales que mejor caracterizan la tradición llanera y la celebración del Día de San José de Elorza, cada 19 de marzo, con contrapunteos y encuentros musicales que congregan a numerosos autores e intérpretes de la música típica sabanera.
Eneas Perdomo y su eterna Fiesta en Elorza contribuyeron, sin duda, a promover esta gran celebración llanera. La canción se ha convertido en un himno de la región apureña, pues su vibrante música y letra cautiva a propios y extraños.
Durante las fiestas el tema es interpretado por profesionales, aficionados y simples espectadores que gustan de tararearla.
Desde 1962, cuando Eneas la grabó por primera vez, Fiesta en Elorza ha sido escuchada en Panamá, Argentina, Perú, Colombia y Estados Unidos. Después de Caballo viejo de Simón Díaz, puede considerarse una de las canciones más difundidas del pentagrama nacional. Las orillas del río Arauca, el aroma del matapalo y las lindas muchachas que se dejan ver en fiestas patronales, su animado y alegre compás, dan a esta composición un lugar de honor en la música venezolana.
General en jefe del canto nacional
Fueron muchos los reconocimientos que recibió Eneas Perdomo por su dedicación a la música durante 70 años, entre condecoraciones (más de 200) y homenajes. Destacan, la Orden Ricardo Montilla, Vicente Emilio Sojo, Sol del Perú y la otorgada por el Congreso de los Estados Unidos.
Uno de los más grandes homenajes fue el que recibió el 19 de marzo de 1991, cuando fue declarado Hijo Ilustre de Elorza por la alcaldía del municipio Rómulo Gallegos, y su composición Fiesta en Elorza fue designada como Himno Popular de esa población. También fue inaugurada una avenida y una plaza con su busto que llevan su nombre.
En un homenaje al cantautor realizado en el 2004, el presidente Hugo Chávez Frías llamó a Eneas Perdomo, a quien consideraba el pilar mayor de la música venezolana, General en Jefe del canto nacional.
Hugo Chávez Frías llamó al artista llanero, a quien consideraba el pilar mayor de la música venezolana, General en Jefe del canto nacional.
Eneas Perdomo, símbolo infinito
El viernes 25 de febrero de 2011, a los 85 años de edad, Eneas Perdomo se despidió para siempre de su amado llano y de Venezuela.
Sus restos fueron trasladados a San Juan de los Morros, donde la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, instituciones culturales y delegaciones de diferentes partes del país le rindieron honores.
Le fue conferida la Orden del Libertador en su Primera Clase Gran Cordón Post Mortem, “por ser un símbolo infinito de la cultura musical venezolana y por consagrar su vida a la promoción y defensa de los más excelsos valores de la Patria”.
Su música está presente, palpita en el corazón de los venezolanos, pero de forma especial en el corazón de los llaneros.
Con información de Música Llanera, Correo del Orinoco y Últimas Noticias
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