Cada 18 de noviembre en Maracaibo se celebra el Día de la Chinita y el debut en el béisbol profesional del que muchos consideran el más grande pelotero venezolano de todos los tiempos, Luis Aparicio, único venezolano en el Salón de la Fama del Béisbol. Este día también se entrega el reconocimiento que lleva su nombre al mejor jugador venezolano en las Grandes Ligas.
Este homenaje se suma al que se hace en el estado Zulia cada 11 de noviembre, día dedicado a este destacado deportista venezolano, en honor al número en la camiseta del uniforme que usó en las Medias Blancas de Chicago, cifra que lo identificaría para siempre en la memoria de todo el país.
Fue el 10 de enero de 1984, cuando la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos anunció que, con 341 votos (84.6%) en su sexto año de elegibilidad, Luis Aparicio fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol, logrando así su entrada al “Pasillo de los Inmortales” de Cooperstown, convirtiéndose en el primer y único venezolano en detentar tal reconocimiento.
Fotografía: Salón de la Fama de Béisbol.
Considerado por la prensa deportiva estadounidense como uno de los mejores y más veloces campocortos de todos los tiempos, este deportista se ha convertido en inspiración para muchos beisbolistas criollos, un representante insigne de lo afirmativo venezolano.
De Maracaibo para el mundo
En noviembre de 1953, en un juego entre Gavilanes BBC -equipo de Maracaibo- y Pastora, Luis Aparicio recibió el bate de parte de su propio padre, el también beisbolista Luis Aparicio Ortega, El Grande de Maracaibo, y al entrar al terreno a cubrir la ofensiva recibió su guante, en un homenaje en el que el padre pasa el legado al hijo.
Luis Ernesto Aparicio Montiel con su padre, Luis Aparicio Ortega, El Grande de Maracaibo
Deportista polifacético, desde temprana edad comenzó a practicar fútbol, ciclismo, baloncesto y hasta cricket.
Con el tiempo quedaría demostrado en el campo de béisbol, que lo que se hereda no se hurta. Luis Aparicio jugó en Venezuela durante 13 temporadas, en las que logró 393 imparables. En nuestro país, además de jugar con Gavilanes también actuó con Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara, y en una final como refuerzo de Industriales de Valencia.
El 17 de abril de 1956, quien trabajó como ayudante en una farmacia mientras jugaba pelota aficionada en Carora, consiguió estrenarse en las Grandes Ligas con el uniforme identificado con el número 11 de los Medias Blancas de Chicago, para convertirse en el sexto venezolano en jugar a ese nivel. En esa temporada inicial recibió el premio Novato del Año de la Liga Americana. Aparicio jugó en la posición de campocorto en las Grandes Ligas de Béisbol durante 18 temporadas entre 1956 y 1973.
Con Chicago estuvo hasta 1963 cuando fue cambiado al equipo Baltimore Orioles, donde jugó hasta 1967. Al finalizar esa temporada, Aparicio regresó a los White Sox donde jugó entre 1968 y 1970. Se cambió luego a los Boston Red Sox, con quienes jugó desde 1971 hasta su retiro el 28 de septiembre de 1973.
Entre sus mayores logros deportivos están el liderato en bases robadas de la Liga Americana durante nueve años seguidos, con 506 bases robadas en su carrera, y el haber ganado la Serie Mundial con los Orioles en 1966.
Más de dos mil imparables
Al momento de su retiro, Luis Aparicio era líder de todos los tiempos en juegos jugados, asistencias, y doble matanzas para un campocorto de grandes ligas.
En su trayectoria deportiva conectó dos mil 677 imparables en diez mil 230 turnos al bate, 83 de ellos batazos de vuelta completa, y empujó 791 carreras, para dejar un promedio de 262.
Recibió gran cantidad de reconocimientos durante su carrera, incluyendo su participación en una decena de juegos de las estrellas (tres de estos a doble cartelera) y nueve Guantes de Oro, el primero de ellos en 1958.
Al regresar al país después de su jubilación permaneció ligado al béisbol venezolano, asumiendo la dirección de varios equipos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP): las Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas y Tiburones de La Guaira.
Aparicio fue el invitado especial en la Serie Mundial de 2005, en cuyo primer juego realizó el lanzamiento inaugural de la pelota. Fue la primera serie donde, además, participaron los Medias Blancas de Chicago desde el año 1959, cuando el beisbolista jugaba como campocorto del equipo.
Esta impresionante trayectoria en el béisbol muestra por qué Luis Ernesto Aparicio Montiel es símbolo de orgullo para todos los venezolanos, una muestra de perseverancia y un modelo a seguir en el deporte, un ejemplo de lo afirmativo venezolano.
Con información de Pelota Binaria, Venezuela e Historia y Venezuela Tuya
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