En el sureste de Caracas se eleva el Cerro El Volcán, un hermoso espacio natural declarado Zona Protectora desde el año 1980 y consolidado como cinturón vegetal vital tanto para la conservación ambiental como para la calidad de vida de quienes viven y visitan los municipios Baruta y El Hatillo del estado Miranda.
Además de definir el paisaje de la zona, la importancia de este cerro trasciende su belleza, pues cumple un papel crucial en la ecología de la Gran Caracas, actuando como regulador climático y reservorio de biodiversidad.
Con una altitud de 1490 metros sobre el nivel del mar, este cerro también conocido como El Picacho de El Volcán, es además un espacio de recreación y turismo sostenible que atrae a caminantes, amantes de la naturaleza y observadores de aves.
No es un volcán de origen geológico

Cerro El Volcán visto desde Baruta.
A pesar de su nombre, el cerro no es un volcán de origen geológico. Se trata de una montaña con laderas empinadas, quebradas profundas que crean un mosaico de microclimas y hábitats, cuya denominación obedece a su forma cónica.
Uno de los caminos que conducen a sus distintas laderas culmina en una semi planicie que es una suerte de mirador con una gran vista de Caracas. La Boyera, La Trinidad y Oripoto son los principales asentamientos humanos en los alrededores del Cerro El Volcán.

Vista del Cerro El Volcan desde La Trinidad.
Lamentablemente, el crecimiento de las áreas residenciales, en las últimas décadas, ha provocado la tala de árboles y la fragmentación de hábitats en las laderas más bajas del cerro. Tal expansión urbana descontrolada no solo reduce el área boscosa, sino que también aumenta la amenaza contra la estabilidad de los recursos naturales y la vida silvestre.
Santuario de biodiversidad en el sureste caraqueño
La ubicación del Cerro El Volcán lo convierte en un santuario de biodiversidad en el sureste caraqueño, con una gran variedad de especies de flora y fauna. Las zonas bajas, más cercanas a las urbanizaciones, presentan una vegetación adaptada a condiciones más secas, con árboles como el Apamate, el Samán y el Jabillo.
A medida que se asciende, la humedad aumenta y la temperatura desciende, dando paso a un denso bosque nublado, ecosistema extraordinariamente rico caracterizado por la presencia de orquídeas, que es la flor nacional de Venezuela, bromelias, helechos gigantes, musgos, líquenes y una gran variedad de hongos.

Bucare
La fauna incluye mamíferos como lapas, picures, perezas de tres dedos y zorros de monte. También se pueden avistar diversas especies de murciélagos, que cumplen un rol fundamental en la polinización y el control de plagas de insectos.
El mundo de las aves (endémicas, residentes o migratorias) también deslumbra a quienes se aventuran por los senderos de El Volcán. Las de colores vibrantes como el azulejo, la paraulata, el arrendajo y el tucusito, son de avistamientos comunes. Los amantes de la ornitología pueden deleitarse con el canto de la campanera y observar a la elegante águila negra planeando sobre las copas de los árboles.
Importancia hidrológica para los municipios Baruta y El Hatillo
El Cerro El Volcán tiene importancia hidrológica para los municipios Baruta y El Hatillo. Funciona como una esponja natural, absorbiendo el agua de las lluvias y liberándola lentamente a través de manantiales y quebradas que alimentan el sistema hídrico de la región.
En sus laderas nacen cursos de agua como la Quebrada La Boyera, Quebrada Sorocaima y Quebrada La Virgen. Éstas convergen y desembocan en cuencas mayores, como la Quebrada La Guairita, lo que implica un aporte constante de agua a las comunidades urbanas circundantes y contribuye a la regulación del ciclo hídrico local.
La función hidrológica del Cerro El Volcán es esencial para mantener la humedad ambiental y mitigar los efectos de las sequías en el área metropolitana de Caracas. Además, sus bosques y vegetación densa contribuyen a la conservación del suelo y a la reducción de la erosión, lo que protege las fuentes de agua y evita deslizamientos que puedan afectar a las zonas residenciales.
Cerro El Volcán: espacio para la recreación y el turismo sostenible
Como un importante espacio para la recreación y el turismo sostenible en los municipios Baruta y El Hatillo, se ha consolidado el Cerro El Volcán Sus rutas de senderismo y carrera de montaña (trail running) atraen a amantes de la naturaleza y deportes al aire libre, que buscan actividad física en un entorno natural privilegiado.
Además de su atractivo recreativo, representa un espacio donde la comunidad puede reunirse para disfrutar del aire fresco y liberar estrés mediante el contacto directo con la biodiversidad, lo que ayuda a mejorar la salud y el bienestar. Aunado a esto también son populares actividades como la observación de aves y la fotografía.
Los senderos del Picacho de El Volcán son considerados de dificultad moderada. Desde ellos las y los visitantes se conectan con la riqueza ecológica del cerro, mientras disfrutan de vistas panorámicas que abarcan desde Caracas hasta el Parque Nacional Waraira Repano. En la cima han sido ubicadas antenas de telecomunicaciones y radio.
Puntos de partida desde La Boyera y La Trinidad
Para subir al Cerro El Volcán hay puntos de partida en las urbanizaciones La Boyera, municipio El Hatillo, y La Trinidad, en el municipio Baruta. Desde el primero se puede iniciar una ruta de senderismo de aproximadamente cinco kilómetros ida y vuelta. Este camino es considerado fácil y cuenta con espacios para el descanso y la contemplación, además de un kiosco en la cima donde se pueden adquirir refrescos y aperitivos.
Considerada de dificultad moderada, la segunda ruta tiene tramos en zigzag y ascensos que ponen a prueba las piernas. La caminata hasta la cima puede durar de una a tres horas. El camino está bien definido y a menudo es compartido con ciclistas. Está bordeado por pinos y vegetación de sabana, y también ofrece vistas espectaculares de Caracas. Un pequeño puesto de venta de agua de coco y bocadillos suele estar disponible, junto con bancos para descansar.
Las 554 hectáreas del Cerro El Volcán se caracterizan por estar en una región de clima lluvioso con una media anual de 1000 milímetros por metro cuadrado y una temperatura media anual de 21 °C cálido de sabana. Es importante llevar suficiente hidratación, protección solar y ropa cómoda para la actividad que se vaya a practicar. De igual se deben tomar todas las medidas de seguridad posibles en caso de que se presenten torrenciales aguaceros en el lugar.
Asimismo, todo desperdicio debe ser recogido y sacado del cerro. Quienes lleven a sus perros u otras mascotas deben recoger sus heces de ser el caso. No están permitidas fogatas ni ruidos molestos. Vale destacar que organizaciones locales y grupos de voluntarios realizan actividades de reforestación y limpieza. El vínculo entre la comunidad y el cerro es crucial para su preservación a largo plazo.
Con información de Rosa Westermeyer Blog, Somos Baruteños, Mi Ruta Segura y Bacco Venezuela
Fotos cortesía de Luis Carrillo en AllTrails y Wikipedia
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