Aunque no nos demos cuenta, con nuestras actividades diarias contribuimos con la generación de emisiones de gases contaminantes, particularmente de CO2.
Además de las medidas y acciones mundiales que deben adoptarse, con urgencia, para enfrentar la emergencia climática y llevar a cero las emisiones de gases de efecto invernadero, CO2 principalmente, nosotros como ciudadanos podemos contribuir desde el hogar a mitigar los efectos, cada vez más graves y frecuentes, que ha generado en el clima de la Tierra, el calentamiento global.
¿Cuáles actividades cotidianas contribuyen al aumento del CO2 en la atmósfera?
La energía eléctrica, la climatización del hogar (aire acondicionado y calefacción); el transporte, por la tendencia a utilizar el automóvil hasta para trayectos muy cortos que pueden ser cubiertos caminando; y el consumo diario, que genera basura debido al creciente uso de productos con exceso de empaquetado o embalaje, o de “un solo uso” como como los vasos desechables, por ejemplo, entre otros hábitos.
Utilizar electricidad limpia proveniente de las energías renovables es lo ideal porque no emite CO2, pero mientras se abaratan los costos y se masifica, podemos hacer un uso responsable de la energía eléctrica, empleando luces LED o bombillos ahorradores, no malgastando el agua el caliente, por ejemplo.
Convertirnos en consumidores conscientes y responsables es el primer paso para dar nuestro aporte: al reducir la basura que producimos y evitar la dilapidación de materias primas, contribuimos con la mitigación de los gases de efecto invernadero y en particular de CO2, tan dañino para la vida en la Tierra.
¿Qué y cómo consumimos?
Cambiar de hábitos no suele ser fácil pero comenzar con prácticas sencillas como no despilfarrar el agua o la energía eléctrica, por ejemplo, pueden ayudarnos.
Antes de adquirir un producto haz y responde algunas preguntas para que la compra sea consciente y responsable contigo, con tu economía y con el planeta: ¿realmente necesito este producto?, ¿cuánto tiempo de utilidad tiene?, ¿dañará el medio ambiente al ser desechado?, ¿existe un producto similar pero con menos empaques?
Compartimos algunas recomendaciones para reducir las emisiones de CO2 desde la casa:
Uso responsable de la electricidad

Gráfica: Enersa
- Apague la luz al salir de cada espacio de la casa.
- El consumo fantasma de un electrodoméstico es el gasto de electricidad que produce un aparato en estado de stand by con respecto al aparato encendido, así que apaga el televisor si nadie lo está viendo; desenchufe el cargador del teléfono móvil y otros electrodomésticos.
- Mantenga limpia la nevera y el congelador. El exceso de bolsas y empaques plásticos en el refrigerador, así como el exceso de hielo hacen que necesite más potencia y aumente el consumo de electricidad.
- La secadora consume mucha energía, limita su uso a lo estrictamente necesario, cuando lo hagas aprovecha al máximo la capacidad de carga sin excederlo y selecciona la ropa a secar según el tipo de tela. Mientras sea posible, pon a secar la ropa con el aire y el sol.
- En caso de usar calentadores de agua, regule el termostato a 60°C.
Climatización eficiente
- Para un uso eficiente del aire acondicionado, revise puertas y ventanas para verificar que no habrá fugas; gradúe el termostato entre 22° y 25º centígrados, dependiendo de la temperatura exterior. Es recomendable apagarlo durante la noche y al ausentarse de casa, su consumo de electricidad es elevado.
- Debe limpiar los filtros para eliminar polvo, polen y fibras una vez al año, al menos, eso contribuye que el equipo sea más eficiente y a evitarlas alergias.
- No olvide la importancia de ventilar la casa todos los días unos minutos por la noche o por la mañana a primera hora, cuando menos calor hace, para refrescar el ambiente
- Si usa algún sistema de calefacción, lo primero es revisar las puertas y ventanas para evitar la pérdida de calor.
- Colocar aislamiento en las ventanas y reparar las rendijas de puertas, ventanas y persianas mejora la eficiencia.
- La temperatura ideal para calentar una casa es de 19º a 21ºC. Mantenga una temperatura estable y evite los cambios bruscos.
- Colocar un termostato ayudará a mantener una temperatura óptima.
- Aproveche más el calor natural que incide en las ventanas y fachadas, dejando las persianas levantadas durante el día y ciérrelas en la tarde. Así la casa conservará todo el calor acumulado durante el día.
- Regule la calefacción según sus horarios. Si pasa el día fuera de casa, lo adecuado es programar el encendido para una hora antes de su regreso. Evite aclimatar las habitaciones que no usa y mantenga cerradas sus puertas.
- Si usa radiadores, emplee paneles reflectantes tras ellos para que calor no vaya a la pared y no le coloque objetos encima para que se sequen.
- Utilizar prendas de abrigo en casa, lo ayudará a aumentar su temperatura.
Menos automóvil, más caminatas y bicicleta
- Los combustibles fósiles son los que más emisiones de CO2 producen, así que use el automóvil cuando sea indispensable, evítelo para trayectos cortos si puede caminar o usar la bicicleta para llegar a su destino. El transporte público es una opción.
Adopta las tres erres
- Adopte la regla de las tres erres (3R) y hará la diferencia se lo agradecerá el planeta y las generaciones futuras.
- Reducir, reutilizar y reciclar. Evitar el uso de productos desechables, aprovechar los que se puedan más de una vez (papel, cartón, envases de vidrio) y reparar o darle una nueva utilidad a los que lo permitan, antes de llevarlos a la basura.
- Aprovechar los productos naturales y frescos, llevar bolsas de tela cuando vaya a comprar y preferir los productos a granel