Ante la crisis ambiental que enfrenta el mundo, detonada por el cambio climático y el calentamiento global, especialmente en los últimos años, diversas industrias trabajan en opciones que favorezcan al medio ambiente.
Entre estas, el sector automotriz está ganado a buscar alternativas para cambiar el uso de combustibles fósiles por propuestas más sostenibles. Una de ellas, el motor de agua, constituye una innovación que plantearía un cambio radical en las formas de transporte, pero ¿podría marcar el fin de la era del combustible fósil?
Si bien durante un largo tiempo los motores eléctricos destacaron entre los más sostenibles y amigables con el medio ambiente, posteriormente los vehículos impulsados por hidrógeno tomaron un importante protagonismo en esta transición energética.
Actualmente, el innovador motor de agua tiene el potencial de transformar la industria automotriz y reducir significativamente la dependencia de la gran familia humana a los combustibles contaminantes, y sus evidentes consecuencias perniciosas para la vida en el planeta.
Peligro inminente
Desde varios años atrás se está consciente del peligro que representan los combustibles derivados de fuentes fósiles para el medio ambiente. Esto, debido a que tienen un elevado índice de emisiones de gases de efecto invernadero, los cuales potencian el cambio climático y sus devastadoras repercusiones en todo el mundo.
En atención a esta situación, diversos países están tomando medidas concretas, e incluso han llegado a concretar tratados internacionales que buscan detener el uso de estos combustibles.
La ciencia dice que, para evitar el calentamiento de 1,5 ºC, hay que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global un 43% en 2030, y que con las políticas actuales no es posible. Los combustibles fósiles suponen el 75% de esas emisiones. Por lo tanto, reducir su producción y consumo es la única forma de conseguir reducir las emisiones en la cantidad necesaria.
Ante esta situación, el motor de agua podría revolucionar no solo la industria automotriz sino también marcar el inicio de una era en el transporte sostenible debido a su neutralidad de las contaminantes emisiones de carbono. Con la búsqueda de la descarbonización activa, los motores son uno de los principales focos. Han aparecido en el mercado verdaderas joyas como es el caso de la turbobomba.
Primer motor de agua
El primer motor de agua de Europa llega de la mano de los ingenieros de AVL Racetech, empresa con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de tecnologías para competencias automovilísticas, proveedores de equipos desde la Fórmula 1 hasta la NASCAR. Este motor, presentado por el departamento de competición de AVL Recetech tiene un truco: la inyección de agua, de allí su nombre.
Con él se consigue potencia y combustión estequiométrica. Es decir, se produce una combustión completa pero realizada también con la cantidad exacta de oxígeno para oxidar la combustión. La reacción consume el combustible y el oxígeno. Con ello, se optimizan las proporciones de aires y combustibles, y gracias a esto, se consigue un estupendo rendimiento.
Con este nuevo motor se pueden alcanzar velocidades sumamente elevadas, manteniendo un bajo índice de emisiones de gases nocivos. El invento podría ser una de las pocas maneras para reemplazar los motores de combustión tradicional y eliminar todos los problemas ligados a ellos. Efficient Hydrogen Motors (EHM) presentó esta innovación con un ciclo de 5 tiempos, algo no solo sorprendente, sino que además podría disminuir las ventajas que tenían los motores tradicionales de hidrógeno que tenía la misma estructura igual que los térmicos.
La creación añade un paso extra además de la admisión, la comprensión, la combustión y finalmente el paso de escape. Este paso adicional permite recuperar energía de los gases de escape en un segundo cilindro, lo que provocaría una mayor eficiencia al utilizar energía residual para provocar su funcionamiento sin la necesidad de usar más combustible.
Rendimiento energético
Medios especializados afirman que este nuevo motor de agua mejoraría el rendimiento al tiempo que permitiría una mayor eficiencia energética con cifras que superan en un 50% más que los motores convencionales con un 37%.
Además de esto la empresa tiene en mente fabricar un nuevo modelo. Para que esto sea posible EHM deberá recaudar la impactante cantidad de $100 millones de euros en solo 3 años, para empezar a operar la planta de producción que se ubicará en Châteaulin, Finistère. Antes que nada, la empresa se enfocará en fabricar generadores eléctricos y posteriormente implementarlos en transporte pesado como camiones de carga y barcos de pesca.
En cuanto a la potencia, la empresa señala que es un motor de combustión de 2 litros turboalimentado que desarrolla 410 CV de potencia a 6.500 rpm. En lo que se refiere a la potencia específica, aseguran que es de 205 CV por litro. Estas cifras son propias de los motores turboalimentados de gasolina de potencia similar que, hasta el momento, estaban por encima de los propulsores que quemaban hidrógeno. Para alcanzar estos datos, advierten que es vital inyectar agua caliente en el sistema de admisión.
Se podría decir, o al menos eso dicen los expertos, que se consiguen velocidades propias de carreras de coches. Esto resulta una buena noticia para el mundo del motor, porque no solo se obtiene una nueva forma de que funcionen los vehículos más allá de los motores eléctricos, sino además es otro motor de energía limpia. Aunque su funcionamiento no es tan eficiente como el método actual – el sistema de pila de combustible – mantiene gran parte de la esencia de este tipo de propulsores, con un sonido de motor parecido al que encontramos en los motores de gasolina.
¿Cómo funciona el motor de agua?
El nuevo motor de agua funciona a través de unos inyectores que pulverizan agua en el colector de aire de admisión. Afirman que esto hace posible un encendido más homogéneo del hidrógeno, y evita autoencendidos prematuros o detonaciones.
De cualquier forma, no se puede saber si esta invención determinará el fin de la era de combustibles fósiles hasta que termine su periodo de pruebas y se realice un examen en campo. Su puesta en marcha en un terreno realista será vital para verificar hasta qué punto se trata de un sistema fiable.
Sus resultados determinarán si es posible verlo como un proyecto a gran escala o una buena idea. La compañía tiene fe en que se trata de una opción interesante más allá de la ya conocida pila de combustible. Su argumento es que es viable convertir los motores de combustión de gasolina a hidrógeno sin suponer costos añadidos.
Antecedentes
El concepto del motor de agua, aunque parece novedoso y futurista, tiene sus antecedentes. La BMW trabajó anteriormente con un sistema semejante. Entonces, pulverizaron agua en el colector para bajar la temperatura del aire que “aterrizaba” en la cámara de combustible y ejercía control sobre estos autoencendidos prematuros generados como respuesta a una temperatura excesiva.
En ese momento, los alemanes afirmaron que el sistema aumentaba la potencia y reducía el consumo.
Al tener el aire frío una densidad mayor, se incrementaba el contenido de oxígeno en la cámara de combustión y permitía una presión media más alta durante la combustión, suponiendo una subida de la potencia y el par. Incluso disminuía el volumen de partículas de óxido de nitrógeno, que son altamente perjudiciales para los seres humanos.
Por ahora, tenemos que esperar para ver hasta dónde llegar este nuevo motor de agua. Mientras tanto, siguen surgiendo alternativas.
Con información de Ecoticias, Ok Diario y Greenpace
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