Inicio Cultura y UrbeCreadores El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

por Haiman El Troudi
0 comentario
El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

El Faro Lunar de la escultura Nidia Del Moral es parte del paisaje urbano de la avenida Venezuela de Barquisimeto, la capital del estado Lara, desde octubre de 2013, año que inició Viarte, proyecto de museo al aire libre que convocó a decenas de artistas plásticos venezolanos para la creación de obras a gran escala, que hoy se exhiben en vías rápidas y expresas.

Transeúntes, conductores y pasajeros avistan el Faro Lunar en la isla que separa los dos sentidos del tránsito en esta importante avenida de la ciudad musical de Venezuela.

Nidia Del Moral descubre, a los 24 años, la necesidad de expresarse a través del arte gracias a la televisión, a un programa transmitido por la Televisora Nacional (Canal 5), donde daban clases de pintura.

“Hasta ese momento no había incursionado en ninguna escuela universitaria, me casé muy joven y ya tenía a mis hijos, rememora la artista plástica nacida en Maracay, estado Aragua.

 

El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

La escultura me transformó

Comenzó con la pintura, su pasión por las formas volumétricas vino después, cuando cursaba estudios de Arte puro en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón en Barcelona, estado Anzoátegui, entre los años 1982 y 1984.

Fascinada por lo que vio en el programa de televisión realizó varios talleres de pintura y luego estudió en la Academia Rembrant.

Su encuentro con la escultura fue impactante. La incursión al mundo de las expresiones volumétricas la hizo acompañada de Guillermo Abdala, escultor y dibujante; y el también escultor, Pedro Berreto, sus docentes en esa disciplina artística.

“Conocía de dibujo, del color pero cuando vi las formas y todo lo relacionado con la escultura quedé impactada, me llenó, se me metió en la entrañas. La escultura transformó mi vida completamente. Empecé a ver todo de otra manera”, recuerda.

 

El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

Territorio mineral, escultura ubicada en el Bulevar de Sabana Grande.

 

Madera noble

La propuesta artística de Nidia Del Moral se basa en una reinterpretación de la naturaleza a través de obras abundantes de texturas y de una gran contundencia plástica.

“El arte es transformar la naturaleza, las realidades en otras realidades, te amplia el ser espiritual, más ligado a toda esa parte sensible del ser. El arte es parte fundamental de mi vida y creo que es fundamental para vida de todos los seres, las sociedades, para la cultura de un pueblo”, afirma.

En sus creaciones, el material que predomina es la madera, aunque el metal, el granito y la resina estén presentes en algunas de sus obras a escala urbana.

“La madera es muy noble, su flexibilidad al momento de trabajarla permite tallar surcos y huellas, al dejar que las marcas de la gubia, formen parte del lenguaje”, manifiesta Del Moral.

El arte de Nidia Del Moral para transformar la naturaleza

 

 

Territorio y  movimiento

El proceso creativo de la escultora venezolana está signado por el territorio y el movimiento, el espacio y el tiempo tanto en el concepto como en la forma. En sus obras está presente la naturaleza, su fuerza y todo lo que ella contiene: la tierra, los árboles, el petróleo, los minerales.

“Durante 10 años trabajé el tema del petróleo, del territorio mineral. Hice muchas obras que expresan el contexto dinámico de un país en desarrollo, marcado por la abundancia de su suelo; varias exposiciones y participé también en varias muestras internacionales”, dice.

De esa época resalta la exposición “Las flores del estiércol del diablo”, en alusión a las mechas perforadoras que conoció cuando estuvo en Lagunillas, estado Zulia.

El encuentro con la industria petrolera y petroquímica coincide con un trabajo relacionado con el movimiento que venía desarrollando.

“En esa etapa que hice obras horizontales, trabajé para doblegar el tronco y despojarlo de su propia realidad. Primero empecé hacer ensamblajes, cortar y hacer mis propias formas y el árbol se conviertió en un símbolo con todos los códigos de máquinas y engranajes, todo lo que implicara movimiento”, expresa.

La escultora maracayera tuvo una vida nómada. “Mi papá era radiotelegrafista y lo cambiaban de ciudad con frecuencia. Yo viví dos años en Maracaibo, tres años en Barinas, en Trujillo, en Valencia, en muchas partes del país, siempre en movimiento”, cuenta Nidia Del Moral.

 

Con información de Creadores Visuales de Venezuela proyecto desarrollado por Iartes y el blog de la artista http://nidiadelmoral.blogspot.com/


No te pierdas

Arte de Damianoff integra el paisaje urbano con el espectador

Deje un Comentario

@Copyright 2018-2024 | Haiman El Troudi | Todos los derechos reservados.

Si continuas navegando en esta web, aceptas el uso de las cookies Acepto Leer Más

Política de Cookies y Privacidad