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El cambio climático exacerbará la pobreza y agudizará las desigualdades

por Haiman El Troudi
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El cambio climático exacerbará la pobreza y agudizará las desigualdades

La exacerbación de la pobreza, a la que se sumarían 120 millones de personas en 2030, y la agudización de la desigualdad entre ricos y pobres, ya existentes, es una de las consecuencias sociales y económicas del calentamiento global provocado y acelerado por la actividad de un modelo económico que, desde la revolución industrial, ha basado el desarrollo y el crecimiento económico en la explotación de los recursos naturales sin considerar los costos sociales y ambientales.

Esta es una de las dramáticas advertencias hechas en el informe elaborado por el experto independiente Philip Alston, quien cumple funciones de relator especial de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos desde 2014.

“El cambio climático exacerbará la pobreza y la desigualdad existentes. Tendrá el impacto más grave en los países y regiones pobres, y en los lugares donde viven y trabajan las personas pobres”, señala.

Alston precisa que en siglo XXI, cientos de millones de personas se enfrentarán a la inseguridad alimentaria, la migración forzada y a enfermedades debido a la crisis climática producto del calentamiento global.

“El cambio climático podría llevar a más de 120 millones de personas a la pobreza para 2030”, sostiene el relator de la ONU.

Consecuencias devastadoras

El cambio climático exacerbará la pobreza y agudizará las desigualdades

 

Las consecuencias del cambio climático serán más devastadoras para las personas más vulnerables de los países en desarrollo y alerta que para el 2050, podría haber 140 millones de desplazados de África subsahariana, el sur de Asia y América Latina solamente.

“Las personas en la pobreza enfrentan una amenaza muy real de perder sus hogares (…). Las inundaciones y los derrumbes pueden debilitar las infraestructuras y viviendas ya degradadas, especialmente para las personas que viven en asentamientos no planificados o sin servicios. En 2017, 18.8 millones de personas fueron desplazadas debido a desastres en 135 países, casi el doble del número de desplazados por el conflicto”.

Asegura el relator en su informe que entre 2030 y 2050, se podrían producir 250.000 muertes adicionales por año como consecuencia de la desnutrición, la malaria, la diarrea y el estrés por calor. En este sentido, agregó que el mayor riesgo lo corren las personas en situación de pobreza porque no cuentan con seguro médico.

Apartheid climático

El cambio climático exacerbará la pobreza y agudizará las desigualdades

 

Los efectos del calentamiento global han acentuado la desigualdad mundial, afirma Philip Alston, y precisa que, en un estudio reciente, “la brecha en el ingreso per cápita entre los países más ricos y más pobres es 25 puntos porcentuales mayor a lo que sería sin el cambio climático”.

Por otro lado, quienes habitan en los países menos responsables de la contaminación por dióxido de carbono y sus consecuencias, no sólo sufrirán el impacto más grave, sino que también correrán con el mayor porcentaje de los costos.

“Perversamente, mientras que las personas que viven en la pobreza son responsables de solo una fracción de las emisiones globales, serán las más afectadas por el cambio climático y tendrán la menor capacidad para enfrentarlas. Nos arriesgamos a un escenario de apartheid climático donde los ricos pagan para escapar del sobrecalentamiento, el hambre y los conflictos, mientras que el resto del mundo tiene que sufrir”, indica el relator especial para la pobreza extrema y los derechos humanos.

Los países en desarrollo sufragarán entre 75% y 78% de los costos de la crisis climática expresa.

“La mitad más pobre de la población mundial, 3.500 millones de personas, es responsable de solo el 10 por ciento de las emisiones de carbono, mientras que el 10 por ciento más rico es responsable de la mitad completa. Una persona en el 1 por ciento más rico usa 175 veces más carbono que una en el 10 por ciento inferior”, afirma Alston.

Hay que transformar la economía

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La transformación económica es otros de los temas que aborda el relator especial de la ONU en el informe y en ese sentido expresa que para hacer frente al cambio climático es necesario un cambio fundamental en la economía global, desvinculándola del agotamiento de los recursos, las emisiones de combustibles fósiles y la producción de desechos.

“Esto conllevará cambios radicales y sistémicos, incluidos incentivos, precios, regulación y asignación de recursos, para interrumpir los enfoques insostenibles y reflejar los costos ambientales en todos los subsistemas económicos, incluidos la energía, la agricultura, la manufactura, la construcción y el transporte”, advierte.

Califica de “cínico y miope” el enfoque, así como de “malos argumentos económicos” utilizados por los gobiernos y las corporaciones para detener las acciones dirigidas a enfrentar el cambio climático.

“(…) Han argumentado que alteraría los mercados, amenazaría el crecimiento económico, perjudicaría el modo de vida de los ciudadanos y mataría empleos. Este es un enfoque cínico y miope. Hay pruebas sólidas de que la reducción de emisiones mitigará el daño económico del cambio climático en billones de dólares, señala.

 

Hay pruebas sólidas de que la reducción de emisiones mitigará el daño económico del cambio climático en billones de dólares.

Philip Alston, relator de la ONU

 

Para el relator especial de la ONU “la prosperidad económica, el trabajo decente y la sostenibilidad ambiental son totalmente compatibles. Mantener el rumbo actual no dará como resultado un crecimiento continuo, es una receta para una catástrofe económica a largo plazo”.

Argumenta, con base a estudios que demuestran la factibilidad del uso de las energías renovables, que es posible hacer la transición energética entre 2030 y 2050 con la tecnología actual y a costos similares a los combustibles fósiles.

“Una economía sostenible también reduciría los costos de la atención de la salud y la degradación del medio ambiente, restablecería los recursos utilizados en exceso y agotados; aumentarían la seguridad alimentaria y del agua; reducirían la pobreza y la desigualdad. Los estudios han demostrado que los beneficios de reducir la contaminación en la salud y en la agricultura por sí solos, podrían compensar el costo de la mitigación, al menos hasta 2030”.

Derechos humanos en riesgo

Foto Yusuf Wahl/AFP

 

Los derechos humanos pudieran no sobrevivir al cambio climático. A juicio de Philip Alston, su futuro está amenazado y “corre el riesgo de deshacer los últimos cincuenta años de progreso en materia de desarrollo, salud mundial y reducción de la pobreza”.

Refiere en su informe que los efectos del calentamiento global (el aumento de la temperatura de los océanos, la sequía, la desertificación, entre otros), amenaza la producción de alimentos y plantea graves amenazas económicas y sociales.

Advierte que incluso con 1,5°C de calentamiento, escenario que califica de “poco realista e irreal”, habrá temperaturas extremas en muchas regiones, afectando considerablemente a las poblaciones más vulnerables con inseguridad alimentaria, pérdida de ingresos y medios de vida, pérdida de la salud.

 

El cambio climático exacerbará la pobreza y agudizará las desigualdades

 

“Quinientos millones de personas estarán expuestas y serán vulnerables al estrés hídrico, 36 millones de personas podrían ver menores rendimientos de cultivos y hasta 4.500 millones de personas podrían estar expuestas a las olas de calor. En todos estos escenarios, los más afectados son los miembros menos acomodados de la sociedad”, dice.

El relator hace referencia en su informe a datos del Banco Mundial, entre los que destacan los millones de personas, entre 100 y 400, que adicionalmente podrían estar en situación de hambruna y 1 ó 2 millones más de personas con insuficiencia de agua.

“Aunque el cambio climático ha estado en la agenda de los derechos humanos durante más de una década, sigue siendo una preocupación marginal para la mayoría de los actores. Sin embargo, representa una emergencia sin precedentes y requiere un pensamiento audaz y creativo de la comunidad de derechos humanos y un enfoque radicalmente más sólido, detallado y coordinado”, expresa.

Sostiene que se necesita un cambio genuinamente transformador tanto en la forma en que están estructuradas las sociedades y las economías, como en el régimen de derechos humanos.

“Esta crisis debe ser un catalizador para que los Estados cumplan con los derechos económicos y sociales ignorados y pasados por alto durante mucho tiempo, incluyendo la seguridad social y el acceso a alimentos, atención médica, vivienda y trabajo decente”, concluye Philip Alston, relator especial de la ONU para la pobreza extrema y los derechos humanos desde 2014.

 

Con información de Informe de Philip Alston-Relator de la ONU, Actualidd RTDiario PúblicoEl Ciudadano


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