Pese a que fue desplazado del espacio que originalmente ocupó, el pueblo de Turiamo logró salvar su herencia cultural gracias a la constancia con la que han mantenido vivas sus tradiciones como expresión de genuina identidad.
La historia de Turiamo, pueblo ubicado en la región costera del estado Aragua, se remonta a mediados del siglo XVI, cuando Diego de Losada otorgó las tierras en encomienda a Justo Duque, para agradecer sus servicios durante la conquista del valle de Caracas.
Con el tiempo pasó a ser una zona próspera de producción de cacao y un importante potencial turístico. En el año 1957, cuando gobernaba Venezuela Marcos Pérez Jiménez, el pueblo fue desalojado para construir una base naval. Pero la desaparición física del poblado, no impidió que la comunidad turiamera, reubicada en algunos poblados cercanos y en la ciudad de Maracay, se empeñara en mantener viva su identidad cultural. Esta lucha ha sido premiada con un decreto que acredita a Turiamo como Patrimonio Cultural de Venezuela.
Ahora se reconoce el valor cultural inmaterial del pueblo de Turiamo
Encuentro de turiameros enel Apostadero Naval de Turiamo, estado Aragua, 23 de marzo de 2025.
La declaratoria como Patrimonio Cultural de Venezuela implica que, desde ahora, se reconoce el valor cultural inmaterial del pueblo de Turiamo, con el fin de seguir protegiendo sus diversas manifestaciones culturales intangibles, para garantizar que sean transmitidas a las futuras generaciones.
Como hecho inédito, los Ministros del Poder Popular para la Defensa y para la Cultura han establecido medidas concretas para la salvaguardia las tradiciones de las y los turiameros. En tal sentido se creó una instancia de consulta para articular propuestas presentadas por la comunidad de Turiamo, con acciones concretas de protección y promoción cultural.
Sin menoscabo del funcionamiento del apostadero naval actualmente funcionando en la zona, el acuerdo contempla la designación de dos representantes para iniciar reuniones de trabajo con la comunidad organizada, lo que se asegura su activa participación en el desarrollo e implementación de las iniciativas planteadas.
Diablos Danzantes son de más profundo arraigo en la historia turiamera
Los Diablos Danzantes de Turiamo es la manifestación folclórica y religiosa de más profundo arraigo en la historia de la comunidad de Turiamo. Desde hace más de 200 años, cada Jueves de Corpus Christi, hombres, mujeres y niños, vestidos con coloridas máscaras grotescas y trajes rojos, danzan al son de la caja, el tambor y las maracas.
La preparación para la festividad es un evento comunitario que fortalece los lazos sociales y generacionales del pueblo de Turiamo, al tiempo que reafirma el sentido de pertenencia. Es todo un ritual colectivo la elaboración de las máscaras, así como la confección y adorno de los trajes rojos, junto a la selección e interpretación de la música, que marca el pulso de la danza en una atmósfera sobrecogedora para envolver a propios y extraños.
Esta danza ritual representa la lucha entre el bien y el mal. Es una promesa, un acto de agradecimiento y una plegaria. Al final, los diablos, sometidos por el Santísimo Sacramento, se rinden en señal de fe y devoción. Se trata de una manifestación que, junto con otras 10 cofradías del país, ingresó en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
De hacienda de Cacao a base y apostadero naval
En 1957, Turiamo contaba con 415 años de existencia. Sus habitantes fueron desalojados por el gobierno de Pérez Jiménez para construir un asentamiento militar. Así pasó de ser una hacienda de cacao con una extensión de 350 hectáreas y otra de coco, que producía de 150 a 180 mil unidades en poco más de tres meses, a una base naval, actualmente convertida en un apostadero naval.
Cuando cayó el gobierno de Pérez Jiménez las y los turiameros se vieron en la oportunidad de invadir el pueblo, pero no lo hicieron porque querían regresar a su pueblo natal como habitantes legítimos, no como invasores.
Apostadero Naval, Bahía de Turiamo.
A la fecha sólo pueden visitar el pueblo una vez al año, el día de todos los muertos, el cual aprovechan para honrar a sus difuntos en el viejo cementerio de Turiamo, lo único que queda, además de las bien conservadas playas, los muelles y el cañón Burro Negro que queda en El Vigía.
De acuerdo a los historiadores, cuando el pueblo se asentó contaba con una veintena de indios, pero éstos huyeron a la población de Vigirima por la llegada de los esclavos africanos, de ellos provienen la mayoría de las expresiones culturales de Turiamo.
Declaratoria como Patrimonio Cultural es un acto de justicia histórica
La declaratoria del pueblo de Turiamo como Patrimonio Cultural de Venezuela es un acto de justicia histórica y un reconocimiento de la riqueza y singularidad de este enclave costero venezolano. Su legado histórico, sus vibrantes tradiciones culturales y su entorno natural privilegiado, lo convierten en un tesoro que merece ser preservado y valorado.
Este reconocimiento no es un fin en sí mismo, sino el inicio de un camino hacia la protección, la promoción y el desarrollo sostenible de Turiamo, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar y aprender de su invaluable patrimonio.
La tarea ahora es traducir la declaratoria en acciones concretas que garanticen la salvaguarda de la identidad, manteniendo vivo el espíritu único de este rincón especial enclavado entre montañas cubiertas de exuberante vegetación y bañado por las aguas del Mar Caribe, que alberga una rica variedad de flora y fauna.
Con información de Ministerio del Poder Popular para la Cultura
Catálogo del Patrimonio Cultural 2004 – 2006, municipios Mario Briceño Irragorry y Ocumare de la Costa de Oro de Aragua. Instituto del Patrimonio Cultural. Caracas, 2006, en Alba Ciudad.
Fotos cortesía de Alba Ciudad, Alba Ciudad II, Venezuela te extraño I, Venezuela te extraño II, Minube
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