Gracias a sus bondades naturales, la ciudad de Maracay, capital del estado Aragua, fue reconocida en la época de Juan Vicente Gómez como la Ciudad Jardín de Venezuela. Ya desde 1800 el viajero y científico Alejandro de Humboldt la había llamado así, inspirado por la prosperidad de los cultivos de la región, y la hermosa vegetación de sus alrededores.
Localizada en un fértil territorio habitado por los pueblos originarios establecidos en el lago Tacarigua, a poco más de 100 kilómetros de Caracas, ha sido objeto de varios proyectos arquitectónicos y urbanísticos que buscaron hacer de esta ciudad, un modelo de desarrollo urbanístico y preservación ambiental.

Torre Sindoni y Plaza Bolívar – Fotografía de Drones de Aragua.
Conocida además como la cuna de la aviación venezolana, Maracay tiene diversos encantos para ofrecer. Entre ellos la segunda Plaza Bolívar más grande de Venezuela, el rascacielos más alto del interior del país, la Torre Sindoni, una de las plazas de toros más emblemáticas, y una vibrante vida cultural y recreativa a través de espacios tan diversos como el Teatro de la Opera, el Ateneo, el Parque Metropolitano y el Zoológico Las Delicias.
También brinda hermosos espacios naturales con paisajes tan especiales como los que se encuentran en el Parque Nacional Henry Pittier, y en sus costas, provistas de maravillosas playas: Cata, Cuyagua, Puerto Colombia y Choroní, son algunas de ellas.
Maracay ciudad estratégica

Parque Nacional Henry Pittier.
La capital del estado Aragua, se levanta en un lugar estratégico en el centro de Venezuela, muy cerca de Caracas, Valencia y San Juan de los Morros, a las orillas de la cordillera de la Costa.
En su mayor parte, se extiende en la planicie oriental del lago de Valencia, con una altitud promedio de 445 msnm. Por el norte limita con el Parque Nacional Henri Pittier, con zonas urbanas de mayor altitud, donde El Castaño es el punto más alto de la ciudad, a 864 msnm.
Con un clima tropical, caracterizado por temperaturas altas, esta ciudad ha sido conocida popularmente como “la piedra de amolar vegueros” debido a que, durante una época del siglo XX mucha gente del sur de Venezuela, en particular de los llanos apureños, se trasladaron hasta Maracay buscando una mejor calidad de vida.
Ciudad Jardín de Venezuela

Fachada actual del antiguo Hotel Jardín. Fotografía Wikipedia.
Ya desde febrero de 1800, cuando Alejandro Von Humboldt la visitó, fue llamada Ciudad Jardín, denominación que le dio el naturalista y explorador alemán. Durante su estadía, el berlinés quedó muy impresionado con el pueblo, su gente y la prosperidad y verdor de la zona.
Obtuvo mayor notoriedad en la década de 1930, al convertirse en la consentida del entonces presidente de la República, Juan Vicente Gómez, quien destinó gran parte del presupuesto nacional a la construcción de obras emblemáticas. Así inicio la transformación urbanística y económica de Maracay, en la que residió Gómez desde el comienzo de su gobierno.

Antiguo Hotel Jardín inaugurado en 1930. Fotografía de L.F. Toro.
En esa época un grupo de arquitectos venezolanos tuvo la idea de construir importantes obras respetando la naturaleza. Es así como en 1929, Ricardo Razetti, Carlos Raúl Villanueva, Carlos Guinand Sandoz y Luis Malaussena, fueron los artífices del proyecto Ciudad Jardín, quedando bautizada con ese nombre definitivamente. El objetivo fue convertirla en un modelo de desarrollo urbanístico y preservación ambiental.
Fueron construidas, en ese marco de ese proyecto, edificaciones como el Hotel Jardín y Plaza de Toros de Maracay, a cargo de Carlos Raúl Villanueva. Inauguradas en 1930 y 1933, respectivamente.
Un poco de historia
La zona donde se levantó Maracay, tierra llena de contrastes y simbolismo, estuvo poblada originalmente por los Tacariguas y los Guayamures, tribus que se establecieron en las orillas del lago de Tacarigua durante el período prehispánico. No es extraño que su nombre provenga de un vocablo de la lengua Caribe, “maracayá”, que designa a un felino que habitaba estas tierras y con el que fue llamado, posteriormente, un cacique que ofrendó su vida para defender a su pueblo en la época de la conquista: el Cacique Maracay.
Durante el siglo XVI, el Valle de Maracay y Tapatapa fue aprovechado como terreno de pastoreo de ganado y siembra, especialmente de añil.
La hoy capital del estado Aragua y del municipio Girardot, fue fundada como la vicefeligresía de la parroquia de San José de Maracay el 5 de marzo de 1701, fecha en la que el obispo de Caracas, Diego de Baños y Sotomayor, le concedió ese estado religioso. Ahora bien, Maracay fue declarada como parroquia, por lo que no era considerada ni ciudad ni pueblo. Sin embrago, también aseguran que fue Andrés Pérez Amarza quien fundó la ciudad en 1697.
Maracay patriota
Maracay se incorporó a la causa patriota desde los primeros movimientos emancipadores. En enero de 1814, el Libertador la elevó elevó a la categoría de ciudad. Cuatro años después, tuvo lugar el combate de La Cabrera, en el que fueron derrotadas las tropas republicanas, que en la precipitada fuga terminaron en Maracay donde también fueron vencidas.
Fue después de la Batalla de Carabobo, en octubre de 1821, cuando se designó al primer alcalde de la Maracay libre: Salvador Michelena. En marzo de 1827 Bolívar pisó por última vez las tierras de Aragua y esta ciudad.
El 12 de marzo de 1879, Antonio Guzmán Blanco dio a la ciudad el nombre de territorio federal Maracay. En 1898 es elevada por primera vez como capital, en esa oportunidad del Gran Estado Miranda, pero duró poco tiempo. El 12 de marzo de 1917, la Asamblea Legislativa del estado Aragua elevó a Maracay al rango de capital del estado.
Desarrollo de Maracay

Ateneo de Maracay.
La fisionomía de Maracay cambió radicalmente entre 1920 y 1930, tiempo durante el cual se edificaron centros asistenciales, plazas, hoteles y lugares de recreación, entre muchas nuevas construcciones. Como ejemplo de ello está el teatro Maracay, hoy Ateneo, inaugurado en 1928, así como el servicio de Meteorología y la Policlínica Maracay. Además, se instalaron numerosas industrias textiles, perfumerías, charcuterías y enlatados, entre otros comercios.
Las antiguas tierras de agricultura y ganadería fueron cambiando de uso con la instalación de parques industriales hacia la década de 1950. Comenzaron a llegar personas de los Andes y los Llanos, atraídos por los beneficios de las nuevas industrias que requerían mano de obra.
El avance académico ha sido otro de los puntos fuertes de la ciudad, con la creación de las facultades de agronomía y veterinaria de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias; las escuelas de Ciencias de la Salud, Administración y Contaduría de la Universidad de Carabobo, y varios institutos universitarios.
Cuna de la aviación

Redoma de El Avión.
El 20 de abril de 1920 se creó la aviación venezolana por Decreto Presidencial de Gómez, y se estableció su sede en Maracay. El 10 de diciembre de ese año, la Escuela de Aviación Militar se instaló, con asesoría de franceses, en terrenos de la hacienda San Jacobo. Cuatro meses después, el piloto Manuel Ríos fue el primer venezolano en volar sobre esta urbe con el título de Aviador Militar.

Museo Aeronáutico- Fotografía Wikipedia.
Aunque Maracay no tiene su propio aeropuerto comercial, cuenta con dos bases militares aéreas. Además, otras instituciones oficiales de importancia tienen su sede allí: la Escuela de Aviación Militar, la Escuela Técnica de la Fuerza Aérea, el Centro de Instrucción Aeronáutica Civil Miguel Rodríguez y el Museo Aeronáutico. Fundado el 10 de diciembre de 1963 y ubicado cerca de la Plaza Bolívar, es uno de los mejores museos de área en América del Sur. Reúne piezas, documentos y fotografías de distintas épocas de la aviación venezolana.
Bendiciones naturales de la Ciudad Jardín
El principal espacio natural que tiene Maracay en sus alrededores es el Parque Nacional Henri Pittier, decretado el 13 de febrero de 1937, con una extensión de 107.800 hectáreas, compartidas por los estados Aragua y Carabobo. Cuenta además con los parques de Guamita, vía a Ocumare de la Costa, y Las Cocuizas, vía a Choroní, así como la estación biológica de Rancho Grande.
No podemos olvidar las hermosas playas que están a uno o dos horas de Maracay: Cata, Cuyagua y El Playón, entre ellas. Las carreteras que conducen a ellas, ofrecen maravillosas vistas a través de la exuberante vegetación de montaña del Parque Nacional Henri Pittier.
Pasado, presente y futuro

Plaza Bolívar de Maracay. Fotografía Wikipedia.
Hoy en día, hitos arquitectónicos y urbanos reflejan el pasado y presente de Maracay, una urbe con más de 1 millón de habitantes.
Su Plaza Bolívar, con más de 500 metros de largo, es la segunda más grande del país (La primera se encuentra en el estado La Guaira). Es un oasis en pleno centro de la ciudad. Este lugar de recreación familiar, inaugurado el 17 de diciembre de 1930, tiene cinco fuentes y una estatua ecuestre de 4.2 metros de altura del Libertador Simón Bolívar. También destacan como referentes del pasado El Cuartel de Caballería Páez, y los cuarteles Bolívar y Sucre.

Parque Zoológico Las Delicias. Fotografía de Wikipedia.
Entre otros sitios de interés de Maracay están la Plaza Girardot, el Parque Zoológico Las Delicias, el Parque Metropolitano, el Politécnico o Polideportivo, y el Estadio Olímpico Hermanos Ghersi Páez.
Esta ciudad cuenta además con destacados centros culturales como el Museo de Antropología e Historia de Maracay, fundado en 1966; el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu y la Casa de la Cultura de Maracay. Se encuentran allí las sedes de la Corporación para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria (Corpoindustria), del Aragua Fútbol Club y de los Tigres de Aragua, el Estadio José Pérez Colmenares.
Con información de Material Cultural, Historias de Maracay y Radio Otilca.
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