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Los diciembres de Morella Muñoz

por Haiman El Troudi
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Los diciembres de Morella Muñoz

Diciembre era un mes especial para Morella Muñoz por lo que, al iniciar el mes de noviembre, convocaba a los ensayos para los conciertos de aguinaldos que se realizaban en toda Venezuela.

 

Le encantaba participar en las parrandas para las que reunía a un grupo integrado por los hermanos Miguel y Raúl Delgado Estévez, Rafael Salazar, Cecilia Todd, Iván Pérez Rossi, Francisco Pacheco, Aquiles Báez, entre otros músicos y cantantes, cuenta su hija Gunilla Álvarez.

 

“Trabajar con Morella los aguinaldos no era un trabajo, era un placer. La última parranda se hacía en su casa el 23 de diciembre y culminaba con una pre cena navideña”, dice el musicólogo venezolano Rafael Salazar.

 

Aquiles Baéz, quien también formó parte de su grupo de aguinaldos, cuenta que en una oportunidad Morella le dijo: “Esto hay que seguirlo haciendo, porque las tradiciones son importantes”.

 

Lo dejó todo para estudiar canto

 

Los diciembres de Morella Muñoz

Morella Muñoz y Freddy Reyna

 

La caraqueña Morella Muñoz, nació el 29 de julio de 1935 en La Candelaria,  con una voz privilegiada y un talento innato para cantar, pero eso no era suficiente, así que decidió aprender a manejar ese poderoso instrumento que llevaba dentro de su cuerpo, estudiando música y canto.

 

A pesar de haber obtenido una beca para estudiar química en Chile, Morella lo dejó todo para tomar clases con la soprano lírica Lidia Butturini de Panaro, profesora de canto del Orfeón Universitario de la UCV, quien fijó su atención en la joven caraqueña, entonces estudiante del Liceo Andrés Bello, durante su audición de ingreso a esa agrupación coral.

 

Nunca lamentó la severidad de su maestra, mentora y artífice de una sólida formación musical, fundamento para los estudios que realizó luego en Inglaterra (Tanglewood y Londres), Italia (Roma), Austria (Viena) y Holanda (Quekhoven). Es ella quien invita a Morella Muñoz a cursar estudios en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, de donde egresó en 1957.

 

Los diciembres de Morella Muñoz

Sede la Escuela Superior de Música José Angel Lamas. Allí se formó Morella Muñoz y también quienes fueron sus maestros, Vicente Emilio Sojo, Antonio Estévez, además de otros grandes músicos como José Antonio Abreu y José Vicente Torres, entre otros.

 

 

“Aprendí el sentido y el ejercicio de la disciplina, abandoné la improvisación y la anarquía. Adquirí mecanismos de respiración para las pausas, arranque para el agudo sin esfuerzo y captación de la anécdota que, paralela al texto musical, es necesario captar para poder transmitirla. Todo el progreso que en mi advertía, lo reinvertí en esfuerzos nuevos. En cualquier caso, creo que sin la señora Butturini de Panaro, yo no sería lo que actualmente soy”, afirmó la cantante venezolana de música lírica y popular (1).

 

En la Escuela Superior de Música su formación estuvo a cargo de grandes maestros en teoría y solfeo, Inocente Carreño y Raimundo Pereira; Juan Bautista Plaza, en historia de la música y estética musical y Vicente Emilio Sojo, en armonía.

 

 

Vicente Emilio Sojo, fue su profesor de armonía y quien le dio la oportunidad de ofrecer su primer concierto en la Biblioteca Nacional.

 

 

Su primer concierto lo ofreció en la Biblioteca Nacional, gracias a la oportunidad que le brindó el maestro Sojo, quien para ese entonces dirigía el Orfeón Lamas, allí interpretó composiciones de Mozart, Saint-Saën, Bethoven y de sus profesores de la Escuela Superior.

 

Una voz única, cultivada con el estudio

 

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Su pasión por la música y su empeño en mejorar su técnica vocal la llevó a Europa. En Italia, gracias a una beca otorgada por el Ministerio de Educación, estudió interpretación de música de cámara en la Academia Santa Cecilia de Roma, con el maestro Giorgio Favaretto. Prosiguió su formación en la Academia Superior de Música y Arte de Viena, tiempo en que realizó, de forma simultánea, cursos de canto e interpretación con Noemí Perugia en Quekhoven, Holanda. Posteriormente, viajó a Londres para tomar clases particulares con Vera Rozna.

 

Ofreció más de 400 recitales y conciertos, a sala llena, en Austria, Checoslovaquia, Polonia, Suecia, Italia, España, Inglaterra, Holanda, Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos.

 

 

 

“(…) Ha actuado la artista venezolana Morella Muñoz, proporcionando a los oyentes una gratísima e inolvidable impresión. Su voz mezzo-soprano, excepcionalmente hermosa, ha fascinado extraordinariamente al público varsoviano por su hondura de sonido en las canciones”, escribió en ese momento Teresa Grabowska, crítica del diario Tribuna de Polonia, luego de su presentación en Varsovia.

 

Morella Muñoz es la única cantante Latinoamericana incluida entre los nuevos valores del siglo XX en la Enciclopedia de la Música, de Fred Hamel y Martín Hürdimann. Alemania 1959/España 1970.

 

Ese gusto sabroso de nuestra música

 

Morella amaba profundamente a Venezuela. Era una enamorada de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y valores. La propia artista dijo en una entrevista publicada por la revista Venezuela Gráfica en 1953: “Yo canto ahora algo de Mozart y media hora después, le pego a un Joropo con ese gusto sabroso, que tiene la música de uno».

 

Para María Colón de Cabrera, músico y fundadora del Polifónico Rafael Suárez, «Morella fue Grande, con G mayúscula. En todos los escenarios donde paseó su talento, llevó a la música venezolana por delante. Cada vez que culminaba un concierto en el Conservatorio de Viena, ofrecía piezas de nuestra tierra a sus jurados, que se quedaban maravillados por los matices y el sentimiento que le imprimía esta excepcional cantante a su voz».

 

 

Su primer disco de aguinaldos acompañada por Guiomar Narváez al piano y Freddy Reyna en el cuatro.

 

Además de su voz única, poseía una gran capacidad y versatilidad interpretativa. Cantaba, con la misma pasión y facilidad, repertorios de Schubert, Schumann, Wolf, Bach, Brahms, Handel y Mahler, como las canciones populares, aguinaldos, parrandas, joropos, pasajes, merengues, polos, cantos de pilón, cantos de trabajo, canciones infantiles tradicionales. Recorrió Venezuela muchas veces, realizó giras con el “Indio” Figueredo y Freddy Reyna.

 

 

Los diciembres de Morella Muñoz

Quinteto Contrapunto, fundado en 1962. Sus integrantes originarios fueron Rafael Suárez, Jesús Sevillano, Morella Muñoz, Aída Navarro y Domingo Mendoza.

 

 

Formó parte del Quinteto Contrapunto en los años 60, fundado por el músico Rafael Suárez, quien junto al compositor Domingo Mendoza escribieron una serie de arreglos para piezas populares venezolanas. Mendoza le propuso a Suárez ampliar los arreglos para incluir cinco voces: soprano, mezzosoprano, tenor, barítono y bajo, e invitó a Morella para que formara parte de la agrupación.

 

 

Los diciembres de Morella Muñoz

 

 

Su amigo, el músico Aquiles Báez, quien acompañó a Morella en muchos conciertos, afirma que además de interpretar, magistralmente, el lieder alemán, “(…) cantaba Schubert, Brahms, Beethoven con la misma facilidad con la que entonaba una gaita de tambora, o una fulía. Tenía una forma única de cantar música tradicional. Para rematar podía interpretar spirituals y boleros. ¿Qué más se puede pedir de un cantante?”.

 

En 1958 grabó 6 canciones venezolanas de Antonio Estévez y Canciones de América. Junto al maestro Alirio Díaz, realizó un hermoso disco de canciones, tonadas y aguinaldos, en 1967. Luego grabaría su primer disco de aguinaldos acompañada por Guiomar Narváez al piano y Freddy Reina en el cuatro.

 

Morella Muñoz. Ilustración de Lorena Almarza para Ciudad CCS.

 

Palomita blanca, copetico azul

 

Al finalizar sus estudios en Europa regresa al país trayendo consigo un disco de canciones infantiles venezolanas, que grabó en Londres. Morella fue la primera artista a la que se le ocurrió interpretar este tipo de repertorio, según sus propias palabras.

 

En una entrevista recordó que, en esa oportunidad, le preguntaron si le gustaría a la gente. “(…) Estoy segura que, al escucharlas, el público las reconocerá como suyas, sentirá que se le está devolviendo su patrimonio, algo que le pertenece. Así ha sucedido. (…) Las canciones infantiles comencé a cantarlas para dar a conocer a los niños nuestro acervo y siempre han sido muy bien recibidas por ellos, no siendo solo espectadores sino asumiendo una actitud participativa. (…) El niño siempre responde a la belleza, a la ternura; percibe el mensaje de una manera sencilla, directa y lo disfruta», afirmó (1).

 

Los diciembres de Morella Muñoz

Segunda edición del disco Canciones Infantiles Venezolanas, grabado en Londres mientras estudiaba canto con Vera Rozna.

 

La cantante lírica y popular venezolana con mayor proyección internacional, cuya obra fue declarada Patrimonio Cultural del Municipio Libertador, murió como consecuencia de un accidente cardiovascular el 15 de julio de 1995, unos días antes compartió escena con el cantante y compositor Georges Moustaki en el Teatro Teresa Carreño.

 

Morella Muñoz, expresión auténtica de lo afirmativo venezolano, siempre creyó que la música enriquece la sensibilidad del ser humano, consagró su vida a la preservación y difusión de los cantos populares, de nuestras tradiciones, que expuso con orgullo en todos los lugares del mundo donde cantó.

 

 

(1) Extractos del Libro «Morella Muñoz», Biblioteca Biográfica Venezolana de El Nacional, publicado por Opera Venezuela.


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