En Venezuela se celebra el Día Nacional de la Salsa, el 5 de octubre, en honor a Phidias Danilo Escalona, quien introdujo el término que conceptualizó como género musical a la convergencia de los ritmos antillanos, afrocaribeños con el llamado latin jazz de Nueva York, que derivó en esa música, mezcla de influencias, cambios, estilos y nacionalidades que con tanto sabor pone a bailar a todo el mundo.
“Pásame la salsa”, fue la expresión común que inspiró a este reconocido locutor y productor para bautizar a su programa radial “La hora de la salsa, el sabor y el bembé”, un rotundo éxito en las zonas populares de Caracas que irradió el sabor del término de este ritmo que tanto apasiona y que llegó para quedarse en el acervo musical de las y los venezolanos.
Si bien la Salsa no es un ritmo específico, la palabra le proporcionó un nombre popular y pegajoso al matrimonio de composiciones bailables caribeñas, como el mambo, la guaracha, el guaguancó y el danzón, con el sonido surgido de los suburbios de Nueva York a finales del siglo pasado.
Gracias a su madre conoció la radio
Descrito como un hombre con arraigo popular, Phidias Danilo Escalona nació en la parroquia La Pastora de Caracas, un 5 de octubre de 1933. Su primer nombre es un homenaje al escultor griego, catalogado como el artista y maestro más famoso del mundo clásico. Criado por su madre, fue gracias a ella que conoció la radio, pues desde muy joven la acompañaba al circuito Coraven, donde era la jefa de mantenimiento.
También cariñosamente conocido como el Bigotón o el Loco Phidias, Escalona se convirtió en lo que hoy sería un asistente de producción a destajo, pues se encargaba de llevar café, periódicos y otros mandados a los locutores estrellas de la radiodifusión de la época, quienes reunían dinero para pagarle.
Algunos, como Pancho “Pepe” Cróquer, vieron su potencial en la locución y colaboraron con su formación, lo que no impidió que debiera repetir el examen para convertirse en el locutor N°1890 de Venezuela. Sus primeras narraciones fueron de beisbol e hipismo, pero la experiencia adquirida como asistente del discotecario del mencionado circuito radial, que le llevó a memorizar unos cinco mil títulos de discos, llevaron sus pasos a la música.
Un estilo único e inconfundible
Phidias Escalona junto a Celia Cruz y Oscar D’León.
Con sus reconocidos maestros, Phidias Danilo Escalona trabajó con ahínco en la dicción. Gracias a poseer una voz grave, pastosa y nada engolada, logró un estilo único e inconfundible, que la audiencia del circuito Coraven comenzó a reconocer en los programas “Hit Parade Latino” y “Trabaje Usted con su Música”.
Conminado a decidir entre la locución y la dirección general de todas las discotecas de la emisora, optó por renunciar. Pero reapareció en Radio Rumbos en los programas: “Festival de las Grandes Favoritas” y “Estéreo Rumbos”.
Definido su gusto por los ritmos caribeños, Phidias Danilo Escalona buscó la posibilidad de un programa propio para promoverlos y para dar sus aportes sobre esta materia a las y los oyentes. Por ello, estando en Radio Difusora Venezuela, solicitó el espacio de un programa que salió del aire inesperadamente, el cual le concedieron.
¡Pásame la salsa!
Ponerle el nombre a su programa en Radio Difusora Venezuela fue todo un reto, pues no lograba dar con la oración con el suficiente gancho para atrapar a la audiencia. Pero en un almuerzo todo cambió. Compartía con cuatro amigos una parrilla, cuando uno de ellos demandó: “¡Pásame la salsa!”. El flechazo fue inmediato y el momento pasó a formar parte de la historia musical de Venezuela y el mundo.
El programa del Bigotón Phidias, bautizado La hora de la salsa, el sabor y el bembé, rompió esquemas. Primero, irrumpió en horas del mediodía, cuando las emisoras transmitían los noticieros estelares. Segundo, contra todo pronóstico, logró posicionarse en la preferencia del público oyente. Además, se constituyó en símbolo de las clases populares caraqueñas.
Un nuevo cambio llevó a Phidias Danilo Escalona a la emisora de radio “La Voz de la Patria”, donde brilló con el programa La verdadera hora de la salsa, llamado así para diferenciarlo del que fundó, porque la emisora de donde tuvo que salir, se quedó con el primer nombre que creó. Muchas fueron las emisoras por donde pasó, hasta llegar a Radio Aeropuerto cuando estrenaba el estilo salsero.
Salsa de Caracas a Nueva York
Fue el reconocido cantante Tito Rodríguez quien trasladó de Caracas a Nueva York el término Salsa, que su amigo y compadre Phidias Danilo Escalona impulsó y popularizó en Venezuela con el éxito y la inmensa audiencia de su programa radial. Era el año 1966, ambos se habían conocido en 1961, cuando el venezolano cumplía labores en la ciudad estadounidense.
Con el impulso de Tito Rodríguez la Salsa se convirtió en un símbolo, el cual adquiere su relevancia conceptual en 1975, cuando la empresa Fania Records, fundada gracias a la visión creativa de Johnny Pacheco junto al productor Jerry Masucci, filma y exhibe la película “Salsa”.
Fania Records y los grupos que patrocinó, en especial la Fania All Stars, representa el ascenso y furor de la denominada música salsa como etiqueta comercial para los cantos oriundos de los barrios latinos neoyorquinos, que producto de su convergencia con la música heredada de Cuba y Puerto Rico, clamaban las dificultades y carencias de quienes emigraron buscando el “sueño americano”.
Phidias abrazaba a la gente y a la música
Siempre cercano a su audiencia, Phidias Danilo Escalona llamaba a seguidores y seguidoras “mi familia”, lo que en vivo convertía en un grito, junto al gesto de abrazo envolvente que hacía cuando presentaba conciertos. Prefería decir que, abrazaba a la gente y a la música en lugar de animar espectáculos.
Conoció y presentó a muchas estrellas de la salsa y de tendencias más tradicionales. Su preferido siempre fue Tito Rodríguez a quien consideraba el más grande de la música. La admiración era mutua. El cantautor, músico y director de orquesta oriundo de Puerto Rico le compuso el tema “El Bigotón de Danilo”, que incluyó en su disco Carnaval de las Américas.
Con la presentación de espectáculos de salsa, el locutor venezolano llegó a escenarios como el Madison Square Garden y la discoteca Studio 54, ambos en Nueva York, donde también recibió homenajes. Pero nunca dejó de ayudar a grupos y solistas salseros nacional e internacionalmente, evidencia de su gran calidad humana.
Fiel respetuoso del género y de su oficio
Fiel y respetuoso tanto del género musical con cuyo nombre contribuyó como de su oficio, el Bigotón luchó contra los mediocres que pretendían dañar la calidad y dignidad de la salsa. En la última entrevista que se le conoce, garantizó que nunca maltrató a la música, a la salsa, pese a que reconoció haberse maltratado a sí mismo con excesos propios del ambiente donde se desempeñó.
Phidias Danilo Escalona murió a los 52 años, el 24 de junio de 1985, Día de San Juan. Entonces se desempeñaba como profesor de locución en el Sindicato de Radio y Televisión, y lamentaba mucho que los alumnos cuidaran más la voz que el intelecto y más la figura que el amor por el oficio.
Lo sobrevivió su esposa, María de los Ángeles, políglota y anticuaria, con quien vivía en un apartamento, alquilado, en la urbanización Bello Campo, en compañía de sus tres mascotas: un perro, un gato y un arrendajo.
Con información y fotos de Gladys Palmera, Salsa Venezuela, Salsa Brava y Salsa y Guaguancó Radio
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