Inauguradas en diciembre de 1954, las Torres de El Silencio fueron, con sus 103 metros de altura, los edificios más altos de Caracas durante más de una década. Gracias a su emplazamiento y arquitectura, estas torres gemelas y simétricas se constituyeron, hace 69 años, en un ícono de la modernidad de Venezuela.
Todavía hoy las Torres del Centro Simón Bolívar, su nombre oficial, continúan siendo un hito referencial de la capital de nuestro país; así como un ejemplo único de arquitectura urbana, monumental y funcionalista.
Las Torres de El Silencio fueron diseñadas por Cipriano Domínguez, ingeniero, arquitecto y doctor en ciencias físicas y matemáticas, quien se incorpora al Centro Simón Bolívar en 1948, especialmente seleccionado entre los profesionales que integraban la Comisión Nacional de Arquitectos con la misión de dar continuidad al proyecto de transformación urbana de Caracas, ideado por el urbanista francés Maurice Rotival.
Las modernas torres gemelas y simétricas
Las torres de El Silencio están conformadas por dos paralelepípedos que se levantan sobre un volumen rectangular, atravesadas e integradas a la trama urbana de la ciudad por la Avenida Bolívar.
Su estructura de funcionamiento está compuesta por un sistema de plazas, pasillos, pórticos, portales, planta libre, terraza-jardín, cubiertas visitables, oficinas gubernamentales, áreas comerciales, pasos peatonales a desnivel, y estacionamientos subterráneos. Se caracterizan por un espacio simétrico riguroso y ventanas se extienden de un lado a otro.
Ambos edificios, la Torre Norte y la Torre Sur, gemelos y simétricos establecen una transición espacial con el conjunto de la Reurbanización de El Silencio, proyectada por Carlos Raúl Villanueva. Se incorporaron un nuevo paisaje central, desde que definió las bases del crecimiento urbano de la nueva ciudad de Caracas.
Concebidas en 1948
Los primeros bocetos de las Torres de El Silencio se remontan a 1948, año en que su diseñador, el ingeniero y arquitecto caraqueño Cipriano Domínguez, ingresa a trabajar al Centro Simón Bolívar para continuar con el proyecto de modernización urbana de la capital del país, el Plan Monumental de Caracas, conocido luego como el Plan Rotival.
Fueron construidas a partir del proyecto de Domínguez en colaboración con Tony Manrique de Lara y José Joaquín Álvarez. Fueron abiertas al público el 6 de diciembre de 1954.
Cada torre tiene 30 pisos, una altura de 103 metros y tres sótanos. Como amabas están suspendidas sobre pilotes en el terreno permiten plantas libres, por lo que caraqueños y visitantes pueden transitar debajo de ellas sin entorpecer su funcionamiento. El área total de las Torres de El Silencio tiene una capacidad para 18 mil personas.
Esta moderna obra arquitectónica se convirtió en un significativo referente de Caracas en la segunda mitad del siglo XX. Los dos edificios con oficinas, así como los 100 locales comerciales instalados en el nivel de la calle y otros 200 el nivel de subterráneo, hicieron de las Torres del Centro Simón Bolívar un ícono de la modernidad.
Arquitectura y arte integrados
La integración de las artes o síntesis de las artes, un concepto propuesto por Carlos Raúl Villanueva y en el que se conjuga la arquitectura con el arte (pintura, muralismo, escultura) y el paisajismo, está presente en las Torres de El Silencio.
Este hito arquitectónico y referencial de Caracas alberga Así el acento nacionalista de la edificación se logra en el mural “Amalivaca, Mito Caribe de la Creación” realizado por el artista venezolano César Rengifo entre 1954 y 1955.
Mural «Amalivaca, Mito Caribe de la Creación”
También una obra de Oswaldo Guayasamín, artista plástico ecuatoriano, titulada “Homenaje al hombre americano” de 1954, y el busto del Libertador Simón Bolívar “El Genio”, creada por el escultor español Victorio Macho Rogado.
Con información de Portal de la Historia de Caracas, GuiaCCS, Tadeo Arosio, Cámara de Caracas y Arquitectura y Empresa.
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