La terrible situación que atraviesa la Amazonía ha puesto en el tapete las graves consecuencias de la deforestación, especialmente en zonas como éstas que, literalmente, significan biodiversidad y vida. Y es esa vida la que vemos en riesgo quemándose ante los ojos de todo el planeta, pero podemos y debemos hacer algo más que contemplar indignados.
Como seres humanos corresponsables de nuestra huella en el planeta tierra tenemos opciones para reducir la deforestación en nuestra Pachamama, comenzando por sencillas acciones del día a día, pues los árboles se cortan para cubrir necesidades impuestas por nuestro estilo de vida y el consumismo exacerbado promovido por el capitalismo.
Cambiando ciertos hábitos y decisiones podemos incidir en las causas que promueven la tala indiscriminada y la deforestación de nuestros ecosistemas.
Prácticas que suman
– Adoptar la regla de las tres erres (3R) puede marcar la diferencia en el cuidado de nuestra casa común, la Tierra. Reducir, reutilizar y reciclar son tres acciones que, día a día, pueden ayudarnos a tirar menos basura, a usar racionalmente la energía y el agua, a ahorrar dinero y recursos, a ser consumidores conscientes de la importancia de reducir la huella de carbono.
– Reduce el consumo de productos animales e incorpora, tanto como se pueda, mayor cantidad de vegetales, hortalizas y frutas. Es especialmente importante limitar y, de ser posible, eliminar, por completo, el consumo de carne vacuno, pues gran parte de la desforestación ilegal busca abrir terrenos para la ganadería y América del Sur, principalmente Brasil, son los mayores exportadores y consumidores de la carne producida en la Amazonía. De no poder evitar la ingesta de carne, los consumidores debemos exigir certificado de origen.
– Elimina o reduce el uso al mínimo de papel. Cada hoja que evitamos usar puede representar la vida de un árbol que estamos salvando. También es importante reutilizar y reciclar los productos de papel. Por ejemplo asegúrate de usar las dos caras de las hojas y trata de hacer transacciones bancarias y pagos vía digital para evitar el uso de formularios y recibos innecesarios.
– Reduce el uso de la madera. Hay materiales alternativos como bambú, cáñamo, corcho, y propios de nuestros países como moriche y sisal. Hoy en día incluso se producen otros materiales, como un compuesto hecho con las cáscaras de almendras o de nueces trituradas y resina que sirve para moldear sillas y muebles.
– Si tienes que usar productos de madera o productos hechos a partir de ésta, busca el certificado FSC (Forest Stewardship Council), el cual garantiza que esos productos provienen de bosques bien gestionados.
– Mantente informado sobre el tema de la deforestación, pero no te quedes con los grandes medios, ve directamente a las fuentes tales como organizaciones ambientales, movimientos ecológicos. Investiga cómo la deforestación afecta el entorno en tu comunidad, en tu ciudad, en tu país, en tu región, y busca opciones para contribuir con acciones de cambios.
– Aprovecha que el tema de la deforestación y el uso indiscriminado de nuestros recursos naturales está “de moda” para compartir y difundir el problema.
– Analiza la información que ofrece internet a lo largo y ancho del mundo, y aprovecha los datos que ofrece para documentarte, con conciencia y espíritu crítico. Por ejemplo en la red puedes encontrar sitios alternativos como Ecosia, un buscador que ofrece utilizar el 80% de los beneficios obtenidos por publicidad para plantar árboles. Aseguran que llevan más de 65 millones de árboles plantados alrededor de todo el mundo, cifra que crece literalmente a cada segundo pues cada 45 búsquedas equivalen a un nuevo árbol en el planeta.
– Busca información acerca de la prevención de incendios en bosques y ecosistemas. Aprende acerca de prácticas para evitarlos y combatirlos efectivamente, contribuye a promover acciones de prevención y colabora con la difusión de esta información.
– Evita contribuir a la extracción de animales de sus hábitats naturales para convertirlos en mascotas exóticas. No sólo es una práctica contra la naturaleza por sí misma, sino que además los cazadores furtivos de estas especies, suelen causar deforestación cuando realizan sus acciones ilegales, afectando a los ambientes nativos de estos animales.
– Planta un árbol donde puedas. Sin duda es uno de los mejores regalos que podemos dar a la tierra, una acción que nos permite devolver en una mínima parte lo que hace todos los días por nosotros, los humanos. Contribuye a promover acciones y hasta medidas legales que favorezcan la siembra de árboles.
Como ves, no es poco lo que puedes hacer para contribuir en la lucha contra la deforestación, comienza hoy mismo a cambiar tus decisiones y acciones, y transfórmalas en hábitos saludables a favor de nuestra casa común.
Con información de BBC Noticias, Blog Manuel Sánchez Hernández y Olokuti
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1 comentario
Todas las sugerencias expuestas son recomendables. A ello quiero agtegar lo de tener huerto cerca del hogar. Tambien tener un lombrisario que se mantendria con los restos alimentarios del hogar.