Cada año muchos venezolanos esperan con ansia el mes de abril pues con él, llega la temporada de la ciruela de huesito, fruta muy apreciada en el país, especialmente en el oriente.
Crece en un árbol pequeño, usualmente de manera silvestre. Heredada de los pueblos originarios de Mesoamérica, la Spondias purpurea habita en las zonas tropicales desde Centroamérica hasta Brasil.
Su sabor entre ácido y dulce conquista el paladar de muchos, a pesar de que contiene poca pulpa. Son muchos los nombres por los que se la conoce en los países nuestroamericanos, pero el característico nombre que se le da en el suelo criollo se debe a su semilla que tiene una forma particular, semejante a un hueso.
Entre abril y junio, período de cosecha, las calles de Venezuela se llenan de vendedores que ofrecen la fragante y sabrosa fruta. Es tan esperada que, en sitios de oriente del país, se le han dedicado celebraciones. Una de las más conocidas se hace en Anzoátegui, donde llevan 35 años celebrando su temporada con el Festival de la Ciruela de Huesito que se realiza en la población de Chacapal, municipio Píritu.
Legado de pueblos originarios
En Mesoamérica, de donde es originaria, la llaman jocote, voz indígena que deriva del náhuatl xocotl, cuyo significado es fruta. Hoy en día, se usa esa palabra para llamarla en Costa Rica, Guatemala y México. Se trata de una especie típica de la América tropical, de amplia distribución, especialmente en la vertiente del Pacífico y la mitad sur de México, así como en Centroamérica.
La ciruela de huesito aparece reseñada en la Relación Histórico Geográfica de la Provincia de Venezuela, hecha por Agustín Morón en 1775, como ciruelas jobo. Las describe como: “semejantes a la aceitunas gordas; y tienen algunas verrugas, y un pezoncito en la punta.”
Con el paso del tiempo, su cultivo se propagó por casi todas las islas de las Antillas y las Bahamas y en países de América del Sur como Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador y Perú. Al parecer, durante la conquista y colonización de América, fue llevada por los exploradores españoles a las islas Filipinas y también a África, Nigeria, donde se adaptó fácilmente siendo actualmente una planta natural de esas tierras.
Muchos nombres una sola fruta
Conocida en el país como ciruela de huesito, esta fruta tropical recibe muchas otras denominaciones. Desde ciruelo colorado de Cuba, ciruelo cabeza de loro, jobito, ciruelo de México, jobo, jocote, jocote amarillo, jocote de azucarón, jocote de bajillo, jocote de corona, jocote de iguana, jocote de invierno, jocote de pava, jocote de verano, jocote turco y pitarrillo en El Salvador.
En Colombia le dicen ciruela cocota o ciruela de tierra caliente, obo o jobo, así como ciruela de Cartagena, ciruela roja, jocote, cirgüelo. También se le conoce como spanish plum, red mombin, purple mombin y huhub. En el oriente de Bolivia se la llama «Suka». Mientras que, la variedad roja que se da en la región Costa de Ecuador y en el oriente de Bolivia, región de Roboré, es llamada ciruela. En Honduras se conocen por distintos nombres, ciruela, jocote y tronadora, siendo el más popular «cirgüela». En México esta misma variante léxica, cirgüela o yoyomo que se escucha también en las voces populares de Sonora y Sinaloa.
Mientras que en el oriente de Venezuela a la variedad de color amarillo y sabor ácido se le hace llamar jobito, yoyomo, jobo o ciruela joba. En tanto, al fruto rojo se le conoce simplemente como ciruela o ciruela de huesito, y la variedad de color verde, un poco más grande y dulce, es conocida como ciruelita.
Chiquita pero cumplidora
Esta pequeña fruta tiene múltiples propiedades, comenzando por su agradable sabor. Además, la ciruela de huesito es rica en vitamina C, y contiene otras vitaminas y minerales como calcio, hierro y fósforo. No posee grasas saturadas y es baja en calorías. Asimismo, destaca por su alto contenido de agua.
El consumo de la fruta bien sea entera, en infusiones o preparaciones, ofrece diferentes beneficios y permite aprovechar al máximo sus propiedades. Entre ellos, aseguran que su consumo diario o frecuente puede ayudar a prevenir el cáncer de pulmón y el cáncer de boca, así como a fortalecer el sistema inmunológico ante inflamaciones, agentes patógenos y radicales libres.
La lista no se detiene. La ciruela de huesito ayuda a controlar las inflamaciones y cólicos estomacales. También es diurética, elimina toxinas y evita la retención de líquidos. Sirve para bajar y controlar la fiebre, tratar enfermedades renales y se usa en infusión como tratamiento del insomnio. Además, tiene uso tópico al emplearse para tratar úlceras rebeldes, encías inflamadas, sarcopteosis y sarna. Incluso tiene propiedades afrodisíacas.
Pero no solo la fruta tiene beneficios. El extracto aceite de la semilla se usa para eliminar verrugas, lunares y callos. En tanto que la decocción de la corteza es empleada para anemia, afecciones gastrointestinales, fiebre, litiasis renal, resfríos, conjuntivitis, ictericia, anemia y dolor de riñones. Mientras que la raíz es utilizada tópicamente para infecciones, erupciones y cefalea.
Spondias purupurea
El nombre científico del árbol de la ciruela de huesito es Spondias purpurea y pertenece a la familia de las Anacardiáceas (Anacardiaceae). Crece en las zonas tropicales de América, desde México hasta Paraguay. Su fruto tiene dos variedades: amarilla y roja.
Por un lado, el término Spondias indica el género, el cual es hermafrodita; es decir, una planta con un aparato reproductor mixto capaz de producir células tanto femeninas como masculinas. Mientras que purpurea corresponde a la especie.
Su propagación es por semilla o estaca. Es de crecimiento rápido y alcanza entre 3 y 8 metros de altura. Este árbol prospera en las regiones cálidas, desde el nivel del mar hasta 1.500 metros de altitud. No es muy exigente en condiciones de suelo y puede desarrollarse bien en suelos de sábana y pedregosos. Forma parte de las selvas bajas, y durante la estación seca se mantiene sin follaje.
Este pequeño árbol de crecimiento rápido tiene un tronco corto, pero con muchas ramas grandes y quebradizas. Tiene hojas compuestas que pierde durante la época seca del año. Justamente cuando el fruto madura las ramas están desprovistas de hojas, lo que le da un aspecto bastante peculiar, con sus ramas retorcidas llenas de frutas amarillas o rojas del tamaño de una ciruela común.
Madera fina
La corteza del Spondias purpurea es rugosa, de color gris plomo a moreno verdoso, a veces con fisuras irregulares y protuberancias con textura de corcho pequeñas o en ocasiones tan grandes, que incluso pueden confundirse con espinas.
Aunque estas especies se han introducido al cultivo con fines comerciales, la información de los diferentes genotipos presentes es escasa debido, principalmente, a que su cultivo está basado en la agricultura informal como huertos de traspatio, cercas vivas y granjas pequeñas. Esto porque crece de manera silvestre en zonas de difícil acceso.
Fácil de cultivar gracias a su rápido crecimiento por lo que se recomienda para reforestación de suelos y proyectos de jardinería frutal, pues luce bien como ornamental en jardines y áreas verdes. Debido a su fácil propagación, es utilizada manera común para cerca de fincas y potreros.
Este árbol exuda una resina que es utilizada como pegamento, y su madera (ligera y suave) es apropiada para la industria papelera.
La ciruela de huesito
El fruto del árbol Spondias purpurea, la ciruela de huesito, es de un intenso color rojo o amarillo, con una piel lisa y brillante. Tiene forma redondeada u ovalada, y mide de 2 a 5 centímetros de largo. La pulpa es escasa, de color amarillo, jugosa, de olor característico y agradable sabor. La semilla ocupa casi todo el fruto y es de aspecto rugoso.
Cuando la fruta tiene una tonalidad rojo intenso se encuentra en su punto óptimo de maduración, fragante, blanda y jugosa. Aunque así la prefiere mucha gente, se puede comer y recolectar cuando está verde. Esta fruta una drupa, descrita por la botánica como toda fruta que tiene la pulpa entre la piel y la semilla. Esta es siempre una sola, generalmente leñosa y no comestible a la que se le llama hueso. Frutas como mango, durazno, mamón y melocotón son drupas.
La ciruela tiene una semilla que ocupa gran parte de ella, lo cual hace que tenga poca pulpa entre la piel y la semilla; tal vez por eso se le llama ciruela de huesito, aunado a la forma huesuda de la semilla.
La pulpa comestible es agridulce, astringente y con un aroma delicado, profundo y hasta estimulante, que recuerda el perfume de frutas como la piña, la guanábana, la parchita, el jobito, la uchuva y el mango. Su piel es una capa delgada y firme, pero blanda lo que hace fácil morderla. La cosecha se da en los meses de abril a junio.
Una delicia esperada por todos
La ciruela de huesito es esperada con ansiedad en todo el oriente venezolano. En la ciudad de Barcelona, Anzoátegui, se transportan en carretas de madera que se instalan en las calles, esperando a los compradores.
Aunque se consume tradicionalmente como fruta fresca, por su agradable sabor y valor nutritivo, también se usa en diversas preparaciones. Éstas van desde jugos, jaleas, vinagres, compotas, mazamorra, helados, natilla, conservas, chichas, y hasta bebidas alcohólicas.
Con información de Latín Pelao, Agua de Maíz, Del Amazonas y Gobierno de Anzoátegui
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