Crece en racimos y el verde exterior de su cáscara no anticipa la pulpa dulce, ligeramente acida a veces, sabrosa y refrescante que ofrece el mamón. Considerado un fruto exótico, es originario de la América Tropical y muy popular en Venezuela, donde abunda en los meses más calurosos del año.
Al Melicoccus bijugatus, su denominación científica, se le conoce también con los nombres de mamoncillo, quenepa, anoncillo, limoncillo, huaya y guaya, entre otros.
Este singular y delicioso fruto, que contiene vitaminas, minerales y flavonoides importantes para la salud, se consume fresco principalmente. Solo toma uno del racimo, lo muerde para separar la cáscara y a disfrutar de la jugosa pulpa.
Un árbol de buen porte
El mamón es un árbol de buen porte que mantiene su follaje y hojas verdes durante todo el año (planta perenne). De lento y erguido crecimiento, alcanza una altura de entre 12 y 25 metros e incluso, 30 metros, dependiendo de la zona. La copa del Melicoccus bijugatus es frondosa y amplia, puede llegar a medir más de 14 metros, y tiene una forma esférica o globosa. Su tronco es grueso y liso, de corteza gris y ramas extendidas.
Esparcidas sobre el tallo, las hojas del mamón son elípticas, de puntas afiladas y se presentan alternas, las superiores con una longitud de 8 a 12 cm y las inferiores con 3 a 6 cm. Son pinnadas, con 4 a 6 folíolos opuestos y una longitud de 7 a 12 cm cada uno.
Melicoccus bijugatus es una especie frutal perteneciente a la a la familia Sapindaceae, originaria de América Tropical que se ha cultivado y naturalizado a través de Centro y Sur América, así como en las Antillas.
En Venezuela se localiza hasta los 1000 metros sobre el nivel del mar, es abundante en las zonas cálidas y su cultivo es semisilvestre. Puede crecer en una amplia variedad de suelos, incluso en los empobrecidos.
Las flores y frutos del mamón
La inflorescencia del mamón inicia en la estación húmeda. Las flores, dispuestas en racimos delgados, son muy fragantes y pequeñas. Tienen 4 o 5 pétalos blanco verdosos y 8 estambres. Cada árbol tiene flores masculinas o femeninas, aunque en algunos tallos son bisexuales.
Además de olorosas, las flores del mamón son ricas en néctar por lo que se convierten en un atractivo para abejas y los colibríes. La miel, de color un poco oscuro, tiene agradable sabor.
El fruto del Melicoccus bijugatus es una drupa redonda con un diámetro de entre 2 y 4 centímetros. Su cáscara verde es delgada y quebradiza en su temporada de maduración, principalmente, lo cual ocurre en la temporada seca o verano. Los mamones se agrupan en racimos grandes con una longitud de hasta 50 cm y un espesor de 12 cm.
Contiene una semilla blanquecina semiesférica, cuyo núcleo es crujiente y astringente que suele ocupar la mayor parte del fruto, pero en ocasiones puede tener dos y hasta tres, aunque esto último es poco común. Ésta es recubierta por una pulpa traslucida, brillante, blanda y jugosa, de color rosa anaranjado (llamado popularmente color salmón).
Sus nutrientes y usos
Su pulpa aporta hierro, 0,93 mg por 100 g, y fósforo, 50,4 mg por 100 g, calcio, vitaminas A y C; así como ácidos cafeico, ferúlico y cumárico (fenoles). Mientras que la semilla contiene epicatequina, catequina y procianidinas tipo A.
Desde el punto de vista medicinal, el Melicoccus bijugatus tiene propiedades astringentes, antidiarreicas y antimicrobianas. Se emplea para afecciones gastrointestinales y respiratorias. Las semillas, una vez tostadas y molidas, al igual que la decocción de las hojas y la corteza, son utilizadas contra la disentería y la diarrea.
Pero del árbol de mamón también puede usarse la madera que posee un buen diámetro, es compacta, medianamente pesada, de grano fino, de tonalidad amarilla y lindo aspecto. Es apta para la construcción, carpintería y ebanistería (vigas, enmarcado, fabricación de estantería, entre otras) pero solo para interiores porque no es tan durable como otras.
Fresco, dulce y espirituoso
Apetecido por su pulpa jugosa, refrescante, dulce y semiácida, el mamón, generalmente, se consume fresco. Pero hay otras formas de disfrutar el delicioso sabor y aprovechar las propiedades de este fruto tropical.
Como abunda en los meses más calurosos del año, es ideal para preparar jugo que calma la sed y refresca. Para ello se colocan los mamones en agua y dejan reposar un rato. Luego se emplea un batidor manual para desprender la pulpa de la semilla, la cual se retira antes de endulzar y enfriar.
En nuestro país, además del jugo o fresco de mamón, es popular la mamonada. Preparación en la que se emplea la pulpa ya desprendida de la semilla, pero se le agrega leche, azúcar, vainilla y, algunos también incorporan leche condensada. Se bebe cuando está bien fría. Con esta mezcla también puede hacerse un helado granizado.
El dulce de mamón, conocido en el oriente de Venezuela, es un postre muy rico y sencillo de preparar. Los mamones sin cascaras se colocan en una olla con azúcar y un poco de agua se cocinan a fuego lento, sin dejar de remover con una paleta de madera, hasta que adquiere una tonalidad morada y una vez frio puede servirse.
Una cerveza y un licor a base de este fruto elaboran en Puerto Rico, país donde el fruto del Melicoccus bijugatus se conoce con el nombre de quenepa. Ambas bebidas son muy reconocidas dentro y fuera de la isla caribeña.
Con información de Naturalista, Árboles Frutales, Bioagro, Catálogo Virtual de Flora de Valle Aburrá, La Casita de Maribri y Receta venezolana
No te pierdas
> El Ponsigué y sus múltiples beneficios para la humanidad
> El refrescante acidito de la pomagás o pomalaca
> El caimito tiene exquisito sabor y es rico nutrientes
> La curuba, exótica y aromática fruta originaria de Los Andes
> La guama, fruta venezolana rica en propiedades