No es necesaria una pandemia para cumplir las normas de higiene a la hora de preparar los alimentos, pues es diario el riesgo de que bacterias y parásitos nos produzcan enfermedades como intoxicaciones estafilocócicas, tuberculosis y toxoplasmosis, entre las más conocidas.
La norma de oro es lavarse las manos con frecuencia, porque el manejo de alimentos cuando son adquiridos, almacenados, cocinados y refrigerados implica tener contacto con focos de contaminación tanto fuera como dentro del hogar.
En tal sentido te ofrecemos una serie de recomendaciones para evitar el riesgo de consumir alimentos contaminados o contaminarlos durante su manejo:
- Lavarse las manos con jabón antes de: comenzar a sazonar los alimentos, manipular los ya cocinados o sentarse a comer. Lavarlas también después de: fregar o cualquier tarea de limpieza, manipular residuos, usar el baño, sonarse la nariz, estornudar o toser; comer, beber o fumar en la cocina.
- Lavar las superficies de la cocina y los alimentos a ser preparados.
- En el marco de la pandemia por la propagación del COVID-19, el lavado de las manos es imperativo incluso si se utilizan guantes porque los guantes contaminados, al ser retirados, pueden propagar gérmenes a las manos. Destaca, además, preferir la compra de alimentos en locales que cumplan con las normas de seguridad para evitar la transmisión del virus.
- Retirar las superficies de las verduras de hoja y desinfectar el exterior de frutas y verduras para consumo en crudo.
- Desinfectar los envases de alimentos. Se recomienda una preparación de vinagre (una o dos cucharadas soperas) en un litro de agua.
- Para detener la activación de cualquier virus, se aconseja cocer los alimentos a 63° C, durante 4 minutos.
- Desinfectar las superficies de uso común, como encimeras y tablas de cortar.
- Usar paños de cocina desechables o lavarlo con agua caliente después de cada uso.
- Al comprar los alimentos no adquiera carnes o aves con la envoltura rota o que estén goteando, ni elija los que tengan una fecha vencida de venta o de uso.
- Colocar las carnes y aves crudas en bolsas de plástico para que sus jugos no contaminen los alimentos cocidos o los que se comerán crudos, como las frutas y verduras.
- Refrigerar los alimentos perecederos en un plazo de dos horas o de 1 hora si la temperatura ambiente está por encima los 32.2 ˚C.
- Es recomendable cocer o congelar las aves, pescados, carnes molidas y vísceras crudas en un plazo de dos días; mientras que para las carnes de res, ternera, oveja o cerdo, el plazo se amplía de tres a cinco días.
- Desechar los productos enlatados que estén abollados, oxidados o abultados.
- Al momento de la preparación, mantener separados de otros alimentos las carnes, aves y pescados crudos.
- Si se va a usar microondas, cocer los alimentos inmediatamente después de ser descongelados.
- En caso de que se trate de comidas estilo bufet, debe mantenerse a las comidas calientes sobre aparatos calentadores. Mientras que a las comidas frías se les debe mantener en recipientes con hielo o usar fuentes pequeñas y reponerlas frecuentemente.
- Es importante desechar cualquier alimento que se haya dejado a temperatura ambiente por más de 2 horas.
- Antes o después de cocinar las carnes y aves descongeladas, pueden volver al congelador.
Con información de Diario Libre, La Voz y IMS Formación
No te pierdas
> Cómo hacer un pequeño huerto en una ventana de tu casa