Por su larga cola, que emplea para desplazarse entre las copas de los árboles, podríamos pensar que el cuchicuchi, nombre que le damos al Potos flavus en Venezuela, es familia de los monos.
Pero no es así. El cuchicuchi, kinkajú o cuchumbí como también se le conoce, es pariente de los mapaches y los coatíes. De hábitos nocturnos y arborícola, es poco conocido en nuestro país.
Habitantes de las selvas y bosques tropicales, bosques de galería y, ocasionalmente, en bosques deciduos, el Potos flavus se distribuye desde México y Centroamérica hasta Brasil.
En Venezuela, habita todo el territorio al sur del Orinoco hasta el delta, la franja norte de la cordillera de la costa desde Carabobo hasta Sucre, la cordillera andina y la sierra de Perijá.
Una larga cola
La cola del cuchicuchi es particularmente larga y tiene casi la misma longitud que su cuerpo. La utiliza para trepar y moverse entre las ramas de los árboles, donde permanece casi todo el tiempo porque rara vez toca el suelo.
Este mamífero de la familia Procyonidae (Prociónidos), tiene un alargado cuerpo robusto y piernas cortas, pero fuertes y ágiles. Su pelaje marrón y amarillo dorado, en las partes superiores e inferiores respectivamente, es tupido y suave.
Destacan, en su cabeza redondeada, los ojos grandes y el hocico corto y puntiagudo con nariz rosa. Las orejas son pequeñas y redondas. Posee una lengua larga y angosta. y posee una
El cuchicuchi o Potos flavus suele alcanzar una longitud de entre 42 y 58 centímetros, y un peso de dos a cinco kilogramos. Su fuerte cola prensil, casi tan larga como su cuerpo, tiene entre 40 y 50 centímetros. Sin embargo, los machos pueden llegar a medir hasta un metro.
Le encanta la miel
Si bien son mamíferos carnívoros, su dieta fundamental, en un 80 %, es a base de frutas. Comen flores, brotes, insectos, nueces, huevos y la pulpa de frutas. Les encanta la miel la cual extraen de los panales gracias a su larga lengua.
Gracias a que consumen diversos tipos de bayas tienen un papel crucial en su hábitat como dispersores de semillas por todo el bosque. Es una acción importante que garantiza que sigan existiendo fuentes de alimentación para ellos mismos y otras especies.
Suelen ser animales solitarios, aunque ocasionalmente se reúnen para comer jugar o dormir. Los grupos más comunes de cuchicuchi están formados por dos machos, una hembra y una cría.
Una cría
La vida reproductiva del cuchicuchi es flexible, puede tener lugar en cualquier estación de año, primavera o verano. La gestación es de 120 días y las madres dan a luz a una cría, generalmente, pero pueden ser dos. El período de lactancia es de cuatro meses.
Entre la madre y la cría existe un animado contacto vocal y si bien la madurez se produce al año, suele quedarse viviendo cerca de su progenitora.
La madurez sexual en la hembra Potos flavus se manifiesta a los 30 meses, mientras que en los machos a los 18 meses.
Preocupación menor
Los cuchicuchis o kinkajúes aún son bastante comunes en las áreas densamente arboladas. Se les pueden encontrar en todo tipo de bosques entre los 500 msnm hasta los 1.750 metros de altitud sobre el nivel del mar.
De hecho, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la clasifica en su lista como “Bajo preocupación menor”. Sin embargo, la tala de las selvas y bloques es una de las amenazas que ponen en riesgo a esta especie.
Con información de Animalia, Vereda ULA y Minec
Fotos cortesía de Animalia y Minec
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