En el difícil contexto actual no todo son malas noticias, el uso de drones para reforestar es una buena nueva para el planeta. A medida que crecen las alertas acerca de la crisis climática y el calentamiento global, también se desarrollan aplicaciones de nuevas tecnologías, que pueden llegar a ser aliadas fundamentales para la restauración de ecosistemas forestales y hacer frente al cambio climático.
Entre las experiencias de este tipo destacan los casos de Myanmar y España, donde el uso de drones ha dado resultados para reforestar áreas devastadas por incendios forestales, o afectadas por el avance de la desertificación.
Cien mil árboles fueron sembrados en sólo cinco horas con un drone, en el Parque Natural de Alto Tajo, Guadalajara, España, en 2019. En 2018, emplearon esta tecnología para dispersar miles de semillas en áreas remotas Myanmar donde hoy jóvenes manglares continúan su proceso de crecimiento.
Recientemente se anunció que una empresa canadiense se propone plantar mil millones de árboles, a largo plazo, usando drones, iniciando en Canadá. Luego harán lo propio en Hawái, Australia, Colombia y Malasia para el 2028.
Expertos sostienen que plantar árboles es la forma más rápida y barata de detener el cambio climático. Un estudio del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH Zürich), publicado en la revista Science en 2019, afirma que además de preservar los bosques que ya existen, la solución contra el calentamiento global estaría en plantar 1,2 billones de árboles.
Usar drones para reforestar puede ser entonces una valiosa alternativa para acelerar el proceso y contribuir a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. Hasta ahora el uso de esta tecnología ha demostrado, según expertos, que puede ser rápida, económica y eficiente, además de alcanzar puntos de difícil acceso.
De drones para jugar a drones para reforestar
Lejos están los tiempos en los que se veía a estos pequeños vehículos aéreos no tripulados como juguetes, o como sencillos equipos para registrar impactantes imágenes desde alturas lejanas. Los drones han calado tanto en la realidad cotidiana, que el ser humano los ha transformado en herramientas de trabajo y hoy se pueden usar para reforestar.
Además, el desarrollo de la tecnología les ha dado nuevas características incluyendo mayor estabilidad, circuitos integrados en el manejo del dron, sensores de proximidad y de distancia, giroscopio y mucho más.
Por otro lado, la creatividad humana les ha permitido adaptarse a distintas aplicaciones que van desde el ámbito militar (reconocimiento táctico desde gran altura, vigilancia) hasta el civil (vigilancia de manifestaciones, control de contaminación y de incendios forestales, actualización de mapas).
Aunque tienen la limitación de no poder cargar mucho peso, se han diseñado novedosas aplicaciones para estos dispositivos que posibilitar llevar medicinas a sitios remotos.
Los drones han demostrado, en los últimos años, que la tecnología puede ser uno de los mayores contribuyentes para compensar el daño que el ser humano ha causado al planeta.
Revolucionando la reforestación en España
La utilización de estos dispositivos para reforestar en España no es nueva. En 2015 el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos empleó drones para reforestar montes incendiados, convirtiéndose en pioneros mundiales.
Más recientemente, en el 2019, en el Parque Natural de Alto Tajo, Guadalajara, afectado por un incendio ocurrido en 2005 que arrasó 13.000 hectáreas de pinares y monte bajo, un dron demostró capacidad para reforestar 100.000 árboles en sólo cinco horas.
En el país europeo utilizan Big data para analizar las variables que intervienen en el proceso de reforestación (temperatura, precipitaciones, tipos de suelo, especies autóctonas, requerimientos de las poblaciones locales). Con esta información se realiza el diseño más eficiente optimizando las variables mediante algoritmos.
Además del Big data, la empresa española CO2Revolution, utiliza semillas inteligentes y drones para realizar una reforestación masiva en cuestión de horas.
Juan Carlos Sesma, creador de esta empresa, asegura que se inspiró en la deforestación masiva, una de las responsables del cambio climático.
Tecnología al servicio del ambiente
Luego de analizar todas las variables y diseñar la reforestación, seleccionan las semillas autóctonas más adecuadas para crear las ‘iseed’ o semillas inteligentes. Estas se introducen en una cápsula biodegradable a la que se añaden elementos para que tenga viabilidad en la fase más crítica, la de crecimiento, logrando un 80% de posibilidad de éxito.
Los drones para reforestar cuentan con unos depósitos adosados que lanzan las semillas, de acuerdo a los parámetros establecidos por el Big data.
Una vez sembrada, la zona es supervisada mediante controles semanales que se hacen con el dron. Este seguimiento se hace a través de imagen aérea con indicaciones exactas por coordenadas, de los lugares donde se lanzó cada semilla.
Bosques para Myanmar
Varios países del mundo han adoptado la tecnología de drones para reforestar sus bosques. Myanmar, una alianza entre la compañía BioCarbon Engineering y la organización Worldview International Foundation, dio inicio en septiembre de 2018 al proyecto de restauración de ecosistemas en zonas remotas de ese país asiático.
Emplearon drones para disparar «misiles semilla» en áreas remotas donde no había árboles. En menos de un año, miles de esos misiles de semillas se convirtieron en árboles jóvenes de manglares de 50,8 centímetros (20 pulgadas). La combinación adecuada de especies y condiciones ambientales específicas, hizo que la restauración funcionara.
El dron está especialmente diseñado para disparar al suelo a alta velocidad vainas biodegradables, con una semilla germinada y nutrientes. En una hora de vuelo puede plantar más de dos mil manglares, cubriendo aproximadamente media hectárea.
Proceso del uso de drones para plantar árboles
El dron participa en todo el proceso. Su labor comienza con un vuelo previo para recopilar datos, que incluye mapeo aéreo y topografía del área. Lo anterior permite analizar cada una de las variables claves en la reforestación como tipos de suelo, temperaturas y precipitaciones.
Esta información se combina con datos satelitales, y se analiza para determinar las mejores ubicaciones para plantar cada semilla.
Los drones para reforestar intervienen nuevamente en el proceso de lanzar o disparar cada semilla en las ubicaciones determinadas.
Por último, mediante el dron se hacen vuelos regulares de reconocimiento para seguir la evolución de las semillas plantadas y de las zonas reforestadas en general.
Mil millones de árboles para 2028
Recuperar un área forestal al norte de Toronto, arrasada por un incendio, esparciendo semillas de pinos, abetos y otras especies, es el objetivo de una empresa emergente canadiense, Flash Forest.
La idea es aprovechar la movilidad de estos aparatos para recuperar espacios vegetales en poco tiempo. Para ello se valen de un avanzado hardware, equipado con un software de mapeo aéreo, y tecnología de vainas de semillas biológicas, que les permite reforestar áreas a un ritmo rápido. La tecnología también es capaz de detectar los lugares más idóneos para sembrar y dónde podrá crecer un árbol.
Con esta metodología de trabajo se pueden plantar por día 10.000 a 20.000 saquitos de semillas, que contienen un conjunto de sustancias que ayudan a germinar más rápido. En tanto que el uso de métodos tradicionales una persona podría plantar alrededor de 1.500 árboles en un día.
Una vez plantadas las semillas, hacen seguimiento para ver si los árboles crecen.
Además de la recuperación del área al norte de Toronto, se proponen a largo plazo plantar mil millones de árboles para 2028, con proyectos de restauración en Hawái, Australia, Colombia y Malasia.
Ventajas del uso de drones para reforestar
El uso de drones para reforestar es un ejemplo de la aplicación de nuevas tecnologías con fines ecológicos.
La labor manual de reforestación es compleja. Requiere cruzar complicadas geografías con pesados implementos. Por otra parte, los incendios forestales se esparcen y la devastación de los bosques, avanza más rápido que la capacidad de acción manual del hombre. Pero con ayuda de drones se puede acelerar su recuperación.
Son varias las ventajas del uso de drones para reforestar: disminuye los costos hasta un 20%, es seguro, se pueden alcanzar zonas de difícil acceso y monitorear, con bastante, precisión cualquier tipo de paisajes. También son una excelente herramienta para evitar la capa de nubes y obtener respuesta en pocos minutos de una zona determinada.
Sin embargo, esta tecnología es relativamente nueva. Todavía hay desafíos que incluyen aumentar el alcance y la velocidad de plantación de los drones y la tasa de éxito.
Los drones podrían soportar una plantación de árboles masiva, lo que tendría un impacto significativo en el cambio climático.
Con información de El Mundo, Bioguia, Weekend y Brightvibes
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