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El Correo del Orinoco, la palabra al servicio de la libertad

por Haiman El Troudi
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El Correo del Orinoco, la palabra al servicio de la libertad

El Correo del Orinoco fue creado por el Libertador hace más de 200 años. Consciente de la importancia de la batalla en el plano de las ideas y la palabra, Simón Bolívar ordenó traer una imprenta para comenzar a publicar cada sábado este semanario.

Durante el proceso de la Independencia de Venezuela, el Correo del Orinoco constituyó un arma estratégica de vital importancia para los patriotas. Incluía noticias de la guerra y artículos de gacetas extranjeras sobre el conflicto por la emancipación. Pero, además, se valió de otros recursos para promover en el común de la población los valores de la independencia como coplas, poemas y canciones.

Con sus palabras, el periódico mostraba las justas motivaciones de la guerra, al tiempo que buscaba generar apoyo para el Ejército Libertador. En un momento de convulsión y transformación social en todo el continente, suministraba información vital sobre la campaña libertadora, sus valores e ideales. Circuló más allá de nuestras fronteras por lo que se posicionó como una de las publicaciones determinantes de la época.

Su valor simbólico como ícono de la prensa patriota, sustento de héroes y hazañas que inspiraron y aún inspiran sentimientos nacionalistas, es resaltado por  historiadores e investigadores.

Nace El Correo del Orinoco

El Libertador tenía clara la importancia de la imprenta a tal punto, que solía llevar una en sus campañas militares. Por esta razón solicitó a su amigo Fernando Peñalver, desde Angostura, una imprenta para imprimir el semanario. A finales de 1817, José́ Miguel Istúriz fue enviado a Jamaica para buscar el artefacto.

El primer ejemplar de El Correo del Orinoco circuló por primera vez el 27 de junio de 1818, en Angostura, actual Ciudad Bolívar. En esa primera edición indicaba a los lectores que sería publicado cada sábado y que su objeto era informar, educar, generar sentido crítico e incluso entretener. Pero hizo mucho más que eso.

Somos libres, escribimos en un país libre y no nos proponemos engañar al público

Correo del Orinoco. Número 1

27 de junio de 1818

Para cuando nació el Correo del Orinoco, la independencia era una utopía. La Tercera República encontraba a un pueblo golpeado por los efectos de la guerra, con su gente mermada, desplazada y dispersa. En ese contexto, el semanario fue un arma al servicio de la libertad.

Sus páginas incluían decretos y actas del Gobierno, boletines del ejército, así como las noticias provenientes de los Jefes Militares y los Gobernadores de las Provincias. Además, se publicaban informaciones relacionadas al comercio nacional e internacional, extractos de periódicos extranjeros y otras variedades, discursos políticos y económicos, temas históricos y anécdotas. El Correo del Orinoco se editó hasta el 22 de marzo de 1822.

Al servicio de la libertad

Crónicas Angostureñas

En Angostura se sembró la semilla de la libertad. Tal como lo avizoró Bolívar, el Correo del Orinoco se convirtió en una estratégica arma para la causa patriota, con la que se libró una gran contienda en el plano de la información y de las ideas.

Constituyó el semanario, en opinión de muchos historiadores, la principal defensa retórica de los patriotas en el proceso de Independencia. Promovía, además, elementos de legitimidad como el valor, la valentía y la clemencia. Sus editores tuvieron que sortear numerosos obstáculos, propios de un periodo bélico, hasta convertir al semanario en un portavoz confiable y efectivo.

El Correo del Orinoco fue producto de una obra colectiva, un vehículo de ideas modernas, una expresión de sus redactores y colaboradores. El reflejo de la erudición de quienes ponían de manifiesto en sus páginas, su conocimiento y manejo de los clásicos. Los directores principales fueron Francisco Antonio Zea, Juan Germán Roscio y José Rafael Revenga. Contó con muchos colaboradores en los territorios neogranadinos y venezolanos e, incluso, en la isla de Trinidad. En cuanto a sus redactores es difícil establecer la totalidad, pues algunos usaban seudónimos como el fisgón, un guayanés, el apureño, pancrudo, un colombiano, y otros más.

La mayor parte de los escritores tenía formación académica y estaban relacionados con el Gobierno Patriota. El Correo del Orinoco reunió así las palabras de Manuel Palacio Fajardo, José Luis Ramos, Diego Bautista Urbaneja, Fernando Peñalver, Cristóbal Mendoza, Francisco Javier Yanes, Antonio Nariño, Ramón Ignacio Méndez, José María Salazar, José Leandro Palacios, Ramón García Cádiz y Guillermo White (colaborador de la isla de Trinidad). También se recibían aportes de los lectores eventualmente.

Por la nueva América

Dos siglos atrás, el Libertador enfrentaba un poderoso enemigo imperial que usaba la información en su contra. Consciente de ello, utilizó al semanario para contrarrestar esa campaña.

La edición del semanario fue una manera de hacer periodismo de guerra, en constante enfrentamiento a José Domingo Díaz, su principal oponente comunicacional.

Partiendo del enunciado de que Venezuela era un país libre, el Correo del Orinoco difundía las noticias oficiales, dejando a criterio del lector su interpretación y juicio. Se propuso pelear contra el monopolio de la información y por los derechos del mundo, una empresa gigante en un país en el que solo se habían visto los libros que traían los españoles.

Más que una expresión, la Nueva América, usada regularmente en el semanario, era el sueño de la lucha emancipadora. Por lo que circularon números extraordinarios del Correo del Orinoco en castellano, inglés y francés. Se convirtió así en el primer periódico venezolano trilingüe, que esparció el pensamiento e ideas libertadoras más allá́ de las fronteras de nuestro país.

Más que palabras

Además de noticias, discursos, comunicados, artículos y otros textos, generalmente, al final de la cuarta página del Correo de Orinoco se publicaban avisos sobre diversos asuntos públicos y privados.

Venta de muebles, relojes, sartenes, mesas, jabones, velas, comestibles y otras mercancías. También se insertaban avisos de pérdida de objetos de valor o venta de libros recomendados, incluyendo a la Constitución política del Estado de Venezuela a diez reales.

Con un carácter más oficial, se insertaban avisos sobre demandas o citatorios, llamados a elegir los electores parroquiales, mensajes de entidades públicas que prestaban servicios a la comunidad para denuncias y aspectos legales, y licitaciones, por ejemplo, para compra de uniformes militares.

Como nota curiosa, el semanario se valía de pequeñas ilustraciones o imágenes, de manos que señalaban y barcos, para resaltar alguna noticia o ilustrar las páginas de compra y venta de productos.

La Casa del Correo del Orinoco

Ubicada en Ciudad Bolívar, la casa donde se editó el Correo del Orinoco tomaría luego su nombre. Hoy en día permanece en su dirección original, en el Paseo Orinoco con calle Carabobo, como recordatorio del importante y estratégico papel que tuvo el periódico en la gesta independentista. El primero de abril de 1968, la edificación fue declarada Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial N.° 28.596.

Su construcción data del siglo XIX y en 1817, José Luis Cornieles, su propietario original, entonces alcalde provincial, la puso a disposición del Libertador y sus tropas. A partir del 27 de junio de 1818 se editó allí el Correo del Orinoco.

 

Después de su restauración en 1973, la casa comenzó a funcionar como museo. Tiene una planta rectangular y el acceso principal es por el Paseo Orinoco. Su estructura interior está conformada por cuatro naves que funcionan como salas de exposición. Los patios son de piso empedrado y los pisos del resto de la edificación son de panelas de arcilla. Al fondo cuenta con un traspatio donde se agregó una construcción de estilo contemporáneo al servicio del museo.

Actualmente, la imprenta del Correo del Orinoco, comprada por Simón Bolívar por 2.500 pesos y traída a Venezuela desde Trinidad, forma parte de la Colección Museo de Ciudad Bolívar, resguardada en la Casa Correo del Orinoco. Además, una colección de ejemplares del Correo del Orinoco es resguardada por el Archivo Histórico de Guayana, ubicado en la Casa del Congreso de Angostura en Ciudad Bolívar.

En honor al Correo del Orinoco

En honor al Correo del Orinoco, cada 27 de junio se celebra el Día Nacional del Periodista en Venezuela, fecha que recuerda la publicación del primer número de ese periódico, ese mismo día, pero en 1818.

La celebración se instituyó en 1964, en apoyo a una propuesta del periodista Guillermo García Ponce, quien, desde la cárcel, envió una propuesta a la cuarta Convención Nacional de la Asociación Venezolana de Periodistas para fijar la fecha en recuerdo de la primera aparición del histórico semanario.

Desde la creación del Correo del Orinoco hasta nuestros días, la figura de la prensa libre, veraz y responsable representa el ideal para todo ciudadano. Su dimensión propagandística al servicio de una causa, siempre en respeto a la ética de la información, es una importante referencia para el periodismo actual, y su historia forma parte de lo afirmativo venezolano.

 

Fuentes:

– Morales, Claudia. Correo del Orinoco. El ariete intelectual del Libertador. Fundación Editorial El perro y la rana, 2018.

– Catálogo del Patrimonio Cultural 2004 2005, Municipio Heres, estado Bolívar. 2006.

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