Las temperaturas invernales del Ártico continuarán aumentando incluso si se cumplen los objetivos del Acuerdo de París, elevándose de 3° a 5° grados centígrados para 2050 y de 5° a 9°C en 2080, en comparación con los niveles de 1986-2005, advierte el nuevo informe de ONU medio Ambiente publicado en el marco de la IV Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), realizada en Kenia entre el 11 y 15 de marzo de este año.
Este incremento acelerará el ya rápido deshielo del permafrost o permahielo del Ártico, alcanzando una reducción de 45% en comparación con su estado actual, con impacto directo en el calentamiento global, debido a la liberación de inmensos volúmenes de dióxido de carbono y metano que conducirá a un deshielo aún mayor.
De acuerdo a lo señalado en Vínculos Globales – Una mirada gráfica al cambio en el Ártico, como se denomina el informe presentado, aun cuando las emisiones globales se detuvieran de la noche a la mañana, las temperaturas en el Ártico seguirán incrementando de 4°C a 5°C para 2100, en comparación con finales del siglo XX, como consecuencia de los gases de efecto invernadero emitidos hasta ahora y el calor almacenado en el océano.
Además del efecto del aumento de las temperaturas, el informe analiza otras presiones ambientales en el Ártico como la acidificación de los océanos y la contaminación por plásticos.
Lo que pasa en el Ártico afecta todo
Un tercio del aumento del nivel del mar en todo el mundo es consecuencia del deshielo en Groenlandia y los glaciares del Ártico. Se estima que el hielo marino del Ártico ha disminuido 40% desde 1979 a la fecha, mientras que los modelos climáticos predicen que éste, desaparecerá durante los veranos árticos para la década de 2030, conforme a la tasa actual de emisiones de CO2.
Más de cuatro millones de personas que habitan en Ártico, de las cuales aproximadamente 10% son indígenas, y el 70% de la infraestructura de la región ártica se verán amenazadas por el deshielo del permafrost, se indica en el estudio, en el que también se señala que “os pueblos indígenas de la región ya enfrentan una inseguridad alimentaria creciente”.
La acidificación y la contaminación
Las especies marinas del Ártico sufren una afectación excesiva por acidificación de los océanos. El informe señala que, desde el inicio de la revolución industrial, el océano mundial se ha vuelto 30% más ácido.
El agua fría puede contener más CO2 disuelto y el hielo derretido aumenta la acidez y mientras más ácida es el agua, más energía utilizan los corales, moluscos, erizos de mar y plancton del ártico para producir sus cochas y esqueletos.
Con información de ONU Ambiente, La Vanguardia y Tendencias 21
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