De continuar la aceleración de los cambios en el clima, como consecuencia del calentamiento global y sus efectos, entre ellos el aumento del nivel mar, la mitad de las playas arenosas del mundo podrían desaparecer para 2100, según revela estudio científico.
La investigación, publicada por la revista Nature Climate Change el pasado mes de marzo, advierte que aunque se lograra una reducción significativa las emisiones de los gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global, más de un tercio de los litorales arenosos están amenazados.
Las playas de arena representan el 33% de los litorales marítimos del mundo y buena parte de ellas, se encuentran en áreas densamente pobladas, lo que acentúa la necesidad de diseñar y aplicar medidas efectivas de adaptación.
Qué pasa si desaparecen
Vale recordar que son el primer elemento de protección contra tormentas e inundaciones. Sin ellas, el impacto de los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes, producto del calentamiento global, sería mucho más devastadores de lo que hemos visto en los últimos años.
El aumento del nivel del mar en todo el mundo se ha acelerado debido al agua que proviene del derretimiento de las capas de hielos de Groenlandia y la Antártida y glaciares, de acuerdo al “Informe especial sobre los océanos y la criosfera en un clima cambiante”, presentado a finales de septiembre 2019, por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Según los datos contenidos en el informe, en cuya elaboración participaron más de 100 científicos de todo el mundo, el nivel del mar se incrementa a más del doble de la velocidad que el siglo pasado.
De continuar la actual tendencia de calentamiento global, advierte el IPCC, la altura promedio de los océanos podría subir hasta 1,1 metros para 2100.
Dos escenarios, dos temperaturas
El estudio, realizado por científicos del Centro de Investigación Conjunta de la Unión Europea, ubicado en Ispra en Italia, se realizó a partir de imágenes de satélite.
Estas imágenes permitieron indagar la forma en que han cambiado las playas en los últimos 30 años y simular cómo el calentamiento global puede afectarlas en el futuro.
Los científicos evaluaron los cambios en los litorales arenosos en dos escenarios de calentamiento global. Uno con un aumento de la temperatura media global cuyo límite sea 2,4 grados centígrados para finales de siglo. Otro, con un incremento dos veces mayor.
En el peor de estos casos, desaparecerían el 49,5% de las playas de arena, 132.000 km de costas aproximadamente. En el otro, también desalentador, se afectarían cerca de 95.000 km.
Alegan los expertos que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, podría evitar el retroceso de 40% de la costa.
Las más afectadas
Según los investigadores, las costas de algunos países se verán más afectadas que otras.
Las playas de la línea costera australiana en el Océano Índigo, serían las más afectadas, con una pérdida de 15.000 kilómetros en el transcurso de 80 años, de acuerdo al estudio. Seguidas de las de Canadá, Chile y Estados Unidos. México, China, Rusia, Argentina, India y Brasil, que están entre los países en primera línea en cuanto a fragilidad.
En África occidental, Gambia y Guinea-Bissau podrían perder más del 60% de sus playas. Las proyecciones para Iraq, Pakistán, la isla de Jersey en el Canal de la Mancha y la isla de Palau, en el Pacífico son nada alentadoras.
Todo dependerá del calentamiento
La desaparición de las playas arenosas y zonas costeras, dependerá del aumento de la temperatura media global de aquí a 2100.
Si continúa la tendencia que caracterizó el quinquenio 2015-2019, con una temperatura media mundial que supera el 1,1ºC desde la era preindustrial, el planeta se encamina, para 2100, hacia un incremento que se ubicaría entre 3 y 5ºC, de acuerdo a al informe “Unidos en la Ciencia” (United in Science), publicado también en septiembre de 2019, por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En el mencionado informe, los expertos afirman que frenar hasta llevar a cero las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular de CO2, es la acción más lo más urgente pero no la única, para evitar las consecuencias catastróficas del calentamiento global.
Con información de EuroNews, La Contaminación.ORG, La Tercera y Nature Climate Change
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