En nuestro país la navidad es una época de encuentro donde celebramos la llegada del Niño Dios con misas donde los aguinaldos, las parrandas y los villancicos destacan entre las manifestaciones musicales decembrinas. En este contexto nacieron las Voces Risueñas de Carayaca hace setenta años.
Un 6 de diciembre del año 1950, el compositor Luis Pérez Padilla se unió al guitarrista Mario Ovalles, al cuatrista José María Álvarez, el violinista Jesús Mayora, el furruquero Vicente Álvarez y, junto a las cantantes Tirsa, Lilia y Fanny Álvarez Mayora, fundaron una agrupación musical que se ha convertido en un referente de la tradición popular navideña.
En sus inicios, esta agrupación deleitaba a los habitantes del pueblo de Carayaca con aguinaldos muy antiguos del siglo XIX y con las composiciones del grupo caraqueño Jesús, María y José. Pero es en 1953 cuando Luis Pérez Padilla da a conocer sus primeras canciones, entre ellas “La noche de los aguinaldos” y “Navidad” de cuyo coro se extrae el nombre de la agrupación.
La familia, el pueblo y las tradiciones
Carayaca es un pueblo enclavado en las montañas de las costas del Litoral Central lleno de costumbres, tradiciones y valores irrenunciables que las familias Pérez Padilla y Álvarez Pérez, fundadoras de las Voces Risueñas, supieron acoplar para trabajar en equipo y preservar sus manifestaciones en el tiempo.
Personajes del pueblo como Mario Ovalles, Emma Díaz, Virgilio Pérez y Rogelio Hernández componían canciones que ofrecían al grupo para que las interpretaran. Posteriormente, incorporaron los versos que les enviaban artistas de otras regiones del país, logrando de esta manera ampliar su repertorio.
Promover la cultura es cosa de generaciones
Las Voces Risueñas de Carayaca han tenido como objetivo fundamental, la promoción de los valores culturales del pueblo venezolano y esto ha trascendido a las generaciones de jóvenes de las familias fundadoras.
Éstos se han incorporado a este modelo de organización que ha sabido en cada fase renovar sus estructuras, a la par de mantener en custodia la riqueza de las distintas manifestaciones tradicionales de su tierra.
Son cuatro las generaciones de cantantes, ejecutantes y bailadores de estas familias que han mantenido la mística de trabajo y el sentido de pertenencia para consolidar este proyecto transmitido de padres a hijos.
Cuando Loreley Pérez asume la dirección del grupo en 1980, inicia un proceso que los llevó a establecer contacto con cultores de todo el país e incorporar al repertorio de la Voces Ruiseñas de Carayaca, otras manifestaciones tradicionalesvcomo el Tambor Veleño, Tamunangue, fulías y Joropo. Ya no solo cantaban, sino que aprendieron e incluyeron en sus presentaciones, diversas expresiones danzarías.
De los escenarios al aula de clase
Para los integrantes de la Voces Risueñas de Carayaca la promoción de la cultura y las tradiciones venezolanas va más allá de la proyección desde el escenario, es por ello que impulsan el proyecto Escuela de Aguinalderos cuyo objetivo es el formalizar la transmisión de los saberes musicales aprendidos.
La propuesta, sometida al Ministerio de Educación en el año 2001, se convirtió en la Escuela Nacional de Música y Artes Voces de Carayaca, hoy Escuela Técnica Robinsoniana de Arte, en donde la comunidad tiene un espacio para el aprendizaje formal y tradicional de la música y otras disciplinas.
En este espacio, casi todos los miembros de la segunda y tercera generación de la agrupación han dictado cátedras vinculadas a sus áreas de desempeño: canto, ejecución, danza, entre otras. Posteriormente, en el año 2018, el Ministerio de Cultura creó un Centro de Formación en la Casa de las Voces en el que atienden a la población dictando diversas materias del área cultural.
Entre giras y reconocimientos
Durante su largo transitar, las Voces Risueñas de Carayaca han tenido el privilegio de llevar de gira la tradición y la alegría de la temporada decembrina, a diversos escenarios internacionales, donde además han recibido el reconocimiento de su arte en países como Argentina, Uruguay, México, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Austria y China.
Parafraseando a Lilia Vera, setenta años no son cuatro días y esta agrupación emblemática de nuestro país, con 22 discos en su haber, ha logrado que su arte sea declarado patrimonio regional y nacional.
Su contribución a la promoción y difusión de los valores musicales tradicionales de Venezuela, le han merecido el reconocimiento como “Patrimonio Artístico Cultural del Municipio Vargas” y 21 años después como “Patrimonio Cultural de Venezuela”.
Con información de Loreley Pérez Evora. Directora Musical de Voces Risueñas de Carayaca, Alba Ciudad y Kanobosur
Fotos cortesía de Voces Risueñas de Carayaca, Últimas Noticias y Alba Ciudad 96.3 FM
No te pierdas
> La Navidad y nuestras tradiciones
> La Cruz del Avila, más de medio siglo iluminando la navidad
1 comentario
Excelente agrupación , le envío mis sinceras felicitaciones en sus 70 años de trabajo musical al mantener la riqueza de nuestras tradiciones culturales. Bien lo señaló el maestro Alejo Carpentier «Suerte tiene, pues, Venezuela, de conservar una tradición que
le viene de muy lejos, y haber tenido músicos que a tiempo se aplicaron a notar, armonizar, editar, lo que el debilitamiento de una tradición oral ha dejado perderse, irremediablemente, en otros países» . Esa es la grandeza de las Voces risueñas de Carayaca.
Se les quiere y aprecia.