Bosques húmedos del macizo montañoso Turimiquire, situado en la parte nororiental de la Cordillera de la Costa de Venezuela, albergan al mosquerito de Paria, ave endémica de nuestro país.
Tan solo hace dos meses, un grupo de ornitólogos pudo fotografiar con precisión y grabar, por primera vez, el canto del mosquerito de Paria, una especie huidiza y poco observada que se encuentra en el grupo de las aves menos conocidas de Suramérica.
Desde que fue descrita por vez primera en 1899, registro que se le atribuye al ornitólogo estadounidense Frank M. Chapman, se han documentado tres avistamientos. El primero en 1940, un segundo en 2005 y el más reciente, el pasado mes de mayo, en una zona boscosa de Yucucual, municipio Caripe del estado Monagas.
La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés), la ubica en la categoría En peligro de extinción. Mientras que el Libro Rojo de la Fauna Venezolana la cataloga como En peligro.
Mosquerito de Paria o del Turimiquire
A la Phyllomyias urichi, su denominación científica, se le conoce además como atrapamoscas Verdoso, atrapamoscas de Paria, atrapamoscas de Caripe, este último aparece en la cuarta edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana (2015), y Tyrannulet de Urich en inglés.
Mosquerito de Paria es el nombre más común en Venezuela y así está registrado en el Manual de las Aves del Mundo. Sin embargo, el ornitólogo venezolano David Ascanio, líder de las expediciones de 2005 y 2021 para búsqueda y observación de este raro pájaro, sugiere un cambio de la denominación en español: Atrapamoscas del Turimiquire.
Pequeño y raro pájaro verde
Este pequeño atrapamoscas, 12 cm de longitud, es un pájaro poco común. Se caracteriza por su corto pico y plumaje verde oliva en el dorso y la parte superior de la cabeza, que se torna amarillento en el área del abdomen.
Tiene un gorjeo agudo, una cola pardo oliva relativamente larga que suele mover hacia arriba y unas barras amarillentas destacan en sus alas. Un detalle particular es la franja apenas perceptible por encima de los lores, es decir en la zona entre los ojos y en la parte inferior del pico. Ambos sexos son similares.
La distribución del Mosquerito de Paria está restringida a la Zona Protectora del Macizo Montañoso Turimiquire, formado por la Serranía del Turimiquire y la Cordillera de Caripe y se encuentra en la sección oriental de la Cordillera de la Costa de Venezuela. Abarca parte de los estados Anzoátegui, Monagas y Sucre.
Un ecosistema boscoso único que alberga especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar. Destacan, entre ellas, el quetzal de punta blanca, el frutero hermoso y la sílfide venezolana en peligro de extinción.
La pérdida de hábitat
El Phyllomyias urichi vive en el bosque húmedo montano entre 900 y 1100 m. de altitud. Estiman que el área que ocupa, entre 1080 y 3000 km2, es muy limitada por lo que esta especie, es muy susceptible a la pérdida de hábitat.
La población del Mosquerito de Paria se estima entre 1000 y 2500 individuos, con tendencia a disminuir, según referencia de BirdLife International (2015).
Diversas áreas del macizo montañoso Turimiquire presentan fragmentación y degradación como consecuencia de cambios en el uso de la tierra y prácticas agrícolas. En algunas zonas medias y bajas, se observa reducción de la superficie boscosa y en otras, el crecimiento de bosques secundarios debido al abandono de cultivos.
La expedición tras el Mosquerito
El 11 de mayo de 2021, el mosquerito de Paria fue fotografiado con rigor y al día siguiente, su agudo trino fue grabado y registrado por primera vez. Dieciséis años después de su último avistamiento en 2005, un grupo internacional de ornitólogos, dirigido por el venezolano David Ascanio y miembros de American Bird Conservancy y el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, pudo observar a esta rara, esquiva y endémica ave venezolana.
El hallazgo, luego de dos intentos previos frutados por la degradación en el primero y por la lluvia en el segundo, se produjo en un área circundante a Yucucual, población del municipio Caripe del estado Monagas.
Los expedicionarios se valieron de imágenes satelitales y de Internet, así como de las recomendaciones de los pobladores locales para identificar lugares que visitarían con el objetivo de al Phyllomyias urichi.
Diez horas para el primer encuentro
Luego de esperar atentos durante 10 horas, los ornitólogos pudieron observar emocionados a la primera pareja de mosqueritos de Paria. La mañana del día siguiente contemplaron con atención a otro par.
Ascanio afirma que, aunque este pequeño atrapamoscas no es tan asombroso como otras especies de avifauna que conviven en el mismo hábitat, “si está ahí significa que el bosque está sano… ¡Estaba temblando de emoción cuando lo vimos por primera vez! «.
Además de confirmar que esta especie aún no está extinta, el reciente avistamiento permitió al grupo de ornitólogos compilar más información que permitirá enriquecer el conocimiento sobre su comportamiento, ecología y distribución.
El macizo montañoso Turimiquire es una región rica en endemismo, profundizar la investigación de sus ecosistemas y especies coadyuvará con su protección y conservación.
Escucha aquí el canto del Mosquerito de Paria
Con información de E-Bird, Asociación de Conservación de Aves y Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell
Fotos de David Ascanio en E-Bird