Algunos países y ciudades del mundo han aprobado legislaciones para prohibir la comercialización, distribución y entregas de bolsas plásticas al consumidor. ¿Las razones? El polietileno y otras sustancias contaminantes de la que están hechas, causan enormes prejuicios para el ser humano y el medio ambiente.
Cada año se utilizan cinco billones de bolsas de plástico y solo una pequeñísima fracción es reciclada. Más del 70 % termina en el medio ambiente, en los océanos principalmente, y basureros, de acuerdo a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En el informe Estado del Plástico 2018, expertos de ONU Medio Ambiente señalan que si bien las prohibiciones de las bolsas plásticas, bien planificadas, contribuyen a contrarrestar una de las causas del uso excesivo de plástico, estas medidas no son suficientes aunque se implementen de forma efectiva.
Difícil de reciclar y degradarse
Las bolsas de plástico son objetos que hemos incorporado a nuestra vida cotidiana de una manera innecesaria. Las usamos, por ejemplo, para transportar pequeñas cantidades de productos u objetos y, generalmente, terminan en la basura. Quince minutos es el tiempo de uso medio de una bolsa plástica.
Tanto la elaboración como su desecho, tiene un impacto negativo en el medio ambiente: contaminan, causan la muerte de la fauna marina y terrestre, y los gases nocivos producto de la quema de plásticos, perjudican el aire que respiramos y la salud.
De acuerdo a los componentes químicos que hayan utilizado en la fabricación, podrían demorar entre 150 y mil años en degradarse. En el caso de las elaboradas con polietileno, tardan más de 400 años.
El costo del reciclaje de las bolsas es 100 veces más que el de su fabricación. En el caso de las elaboradas a partir del polietileno, el proceso resulta complejo.
Fácilmente sustituibles
Las bolsas de plástico pueden ser sustituidas, hay varias alternativas para llevar tus compras, las meriendas para el colegio, la oficina y los paseos. Compartimos algunas de ellas:
Bolsas de telas. Se consiguen en casi cualquier lado o las puedes hacer uno mismo, al reutilizar las camisetas o franelas (poleras, remeras, playera, polo) que no se usan hacen tiempo y piensan desechar. También con retazos de tela que tengan en casa, lo importante es que sean resistentes.
Siempre lleva una contigo. Tener varias para dejar unas en casa, otras en la oficina y llevar contigo en tu cartera o mochila para compras imprevistas.
Carritos de compra. Son una buena opción para todos, no solo para los adultos mayores, quienes más lo utilizan.
Evita adquirir las frutas y vegetales empaquetadas en plástico, bolsas o envases de ese material que ofrecen en los supermercados, abastos y fruterías.
Las cestas artesanales, elaboradas con fibras naturales, son una buena alternativa.
Si todos cambiamos algunos hábitos y pequeñas acciones cotidianas en casa, lugar de trabajo y estudio, contribuiremos a minimizar el grave impacto del plástico en el planeta. Como reza el dicho: “Un solo palo no hace montaña”.
En definitiva, la Tierra puede vivir sin la especie humana, nosotros no podemos vivir sin ella.
Con información de ONU, Imsanchis, El Foro Verde y GQ
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