El paso de la humanidad sobre el planeta, independientemente del tiempo que resulte ser, quedará escrito en la historia de la tierra como huellas fosilizadas en todas las latitudes del mundo. Una investigación científica reciente muestra que la contaminación por plástico se deposita en el registro fósil y ha aumentado exponencialmente en los últimos 70 años.
Este hecho lejos de significar un legado del cual enorgullecerse, será un crudo recordatorio de lo que es capaz el frenesí desenfrenado del metabolismo capitalista.
Como podremos notar en los datos subsiguientes, el Antropoceno pudiera ser la edad geológica con la que nuestra descendencia distinga capas de sedimentos con micropartículas plásticas, CO2 y otros depósitos minerales formados a varios metros sobre el actual nivel del mar.
El calentamiento global se asemeja a las características distintivas de la conocida edad geológica plioceno medio, en la que la temperatura superaba en dos grados a la era preindustrial y los niveles de CO2 eran similares a los registros actuales, los polos no acumulaban hielo y el nivel del mar era superior al presente en más de 20 metros. Es decir, el pasado es el espejo retrovisor con el que la humanidad puede entender el futuro y mirar a los ojos de la irresponsabilidad evolutiva.
La Edad del Plástico
El estudio, denominado “Aumento multidecadal de partículas plásticas en sedimentos oceánicos costeros”, realizado por investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, evidenció un aumento exponencial en la deposición de microplásticos en los sedimentos en el fondo del océano a partir de 1945, lo que refleja, a su vez, el incremento vertiginoso de la producción de plástico.
Los autores sugieren que las capas de plástico presentes en los sedimentos podrían ser usadas para marcar el Antropoceno, era geológica caracterizada por la acelerada actividad humana, que podría incluso ser denominada como la Edad del Plástico.
“Este aumento en la deposición de plástico en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial puede usarse como un indicador geológico de la Gran Aceleración del Antropoceno en el registro sedimentario”, señalan los investigadores.
El estudio, que constituye el primer análisis detallado de la contaminación por plástico en los sedimentos costeros, demostró que a partir de la década de 1940, la cantidad microplásticos se ha duplicado cada 15 años.
Publicada en la revista Science Advances la primera semana de septiembre, se basó en el estudio pormenorizado de las capas anuales en la cuenca de Santa Bárbara, California, desde 1834.
Otro de los hallazgos de estudio, realizado por los científicos Jennifer Brandon, William Jones y Mark Ohman, refiere a 2010, el año más reciente analizado, cuando la contaminación por plástico había alcanzado casi 40 partículas por parche de 10 cm por 10 cm de fondo marino cada año.
La huella plástica del hombre
«El plástico fue inventado y casi de inmediato podemos verlo aparecer en el registro sedimentario», afirmó a The Guardian Jennifer Brandon, bióloga experta en oceanografía biológica, quien dirigió el estudio sobre contaminación por plástico en los sedimentos costeros.
La investigación revela que la mayoría de las partículas analizadas correspondía a fibras de telas sintéticas con las que se elaboran prendas de vestir, por lo que los autores infieren que los residuos plásticos van directamente al océano, lo que significa que las partículas no se eliminan de forma adecuada en las plantas de tratamiento de aguas residuales ni en los hogares.
Cuando Brandon se refiere a las muestras recogidas y analizadas advierte que «es una firma muy clara», pues los resultados del estudio revelan que dos tercios de las partículas corresponden a fibras, un quinto eran fragmentos y un décimo eran películas de plástico.
La especialista en oceanografía biológica asegura que «es malo para los animales que viven en el fondo del océano: arrecifes de coral, mejillones, ostras, etc. Pero el hecho de que esté entrando en nuestro registro fósil es más una cuestión existencial».
Aunque las consecuencias a largo plazo sobre los cambios que pueden generar las partículas de micropláticos en las especies que habitan el fondo del océano no se han explorado suficientemente, «se ha demostrado que al pasar la barrera hematoencefálica, los nanoplásticos causan cambios de comportamientos en los peces», según el Instituto Leibnitz de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental.
Microplásticos por todas partes
Científicos han determinado que en la distribución de microplásticos, las aguas residuales son un factor relevante. Entre 80% y 90% de las partículas de plástico, como las fibras que se desprenden de la ropa, permanecen en los lodos de las aguas residuales.
Un ciclo de lavado podría liberar 700.000 fibras de microplásticos (acrílico, nylon, spandex y poliéster) que van a las plantas de tratamiento de aguas residuales o directamente al medio ambiente: océanos, ríos, suelos, etc.), siendo las prendas de vestir una de las principales fuentes, según estudio citado como fuente en una nota publicada por Water Word .
Otra investigación realizada por la Universidad de California, en Santa Bárbara, evidenció que el lavado de una chaqueta sintética, solo una vez, libera un promedio de 1,7 gramos de microfibras.
En el estudio “Aumento multidecadal de partículas plásticas en sedimentos oceánicos costeros” sus autores, Jennifer Brandon, William Jones y Mark Ohman, estiman “que entre 4.8 millones y 12.7 millones de toneladas métricas de desechos plásticos ingresan al océano cada año”.
Al respeto Jennifer Brandon señala: «Definitivamente no se están eliminando adecuadamente. ¿Qué estamos haciendo con respecto a nuestras aguas residuales y de qué hacemos nuestra ropa, porque claramente (el plástico) va directamente al océano?”.
Del plástico que usamos todos los días, es bastante poco, menos de una quinta parte, lo que se recicla. Una buena parte de él termina en vertederos y puede demorar hasta 1.000 años en descomponerse, además de liberar sustancias potencialmente tóxicas al suelo y el agua.
«Todos aprendemos en la escuela sobre la edad de piedra, la edad de bronce y la edad de hierro, ¿se conocerá como la edad del plástico? Es aterrador que esto sea por lo que nuestras generaciones serán recordadas», advirtió Brandon.
Los científicos esperan que los resultados de este estudio, hagan evidente la gravedad de la contaminación por plástico.
El antropoceno (era geológica actual distintiva por los efectos que la humanidad va dejando grabada en su entorno) y el plioceno medio (la época más reciente donde las temperaturas promedio globales fueron superiores durante un periodo constante), reflejan similitudes alarmantes.
Con información de Actualidad RT, Revista Science Advances y The Guardian
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