La noche estrellada de Vincent Van Gogh inspiró la creación de una ciclovía en Eindhoven, Holanda. Arte, innovación y diseño se combinan para celebrar al artista y el patrimonio cultural de su ciudad natal.
De día parece un camino de bicicletas común pero al caer la tarde, las piedras blancas que lo componen brillan iluminando el paisaje. Quien lo transita se sumerge en el cielo que el artista pintó en su famosa obra.
Van Gogh-Roosegaarde es el nombre de este novedoso carril para bicicletas que se carga con el Sol durante el día y brilla en la noche, transformando el recorrido en una experiencia maravillosa.
El artista y diseñador holandés Daan Roosegaarde es el creador de esta ciclovía que conecta lugares icónicos de la historia de Van Gogh como Nuenen, el pueblo donde creó una parte importante de sus obras y el molino de agua de Opwettesen, eternizado en algunas de sus pinturas.
Arte sin estrés energético
La pintura fotoluminiscente es uno de los elementos que componen este sendero de un kilómetro, inaugurado en noviembre de 2014 como apertura del año internacional “Van Gogh 2015, 125 años de inspiración”.
Una ciclovía emisora de luz, energéticamente neutral y de bajo costo. Forma parte del proyecto Smart Highway (carretera inteligente) diseñado por Daan Roosegaarde y ejecutado por un grupo de ingenieros de la constructora Heijmans.
La obra fue concebida bajo el lema sin estrés energético ni sobrecarga lumínica, cero impacto ambiental. Es una ruta interactiva y sostenible.
La idea Roosegaarde fue “crear un lugar donde la gente pudiese experimentar de una manera especial la tecnología combinada con el arte”, como él expresó en una oportunidad.
Cero sobrecarga lumínica
La finalidad era lograr que la luz emitida por el millar de pierdas centellantes no fuera muy brillante, preservando así el hábitat natural del parque por donde pasa la ciclovía. Después de varias pruebas de laboratorio con diversos recubrimientos y materiales, lo lograron.
La luz que emite la cliclovía Van Gogh-Roosegaarde en palabras de su creador es “más suave para el ojo y la naturaleza que rodea”, lo que posibilita a su vez una “conexión con la historia cultural”.
Este innovador sendero para bicicletas ha sido una mejora para la seguridad pública nocturna y ha impulsado el turismo local.
Al referirse a los diseños que son parte de los proyectos Smart Highway (Carretera Inteligente), Smog Free Tower (Libre de Aire Sucio), Space Waste Lab (Laboratorio de Desperdicio Espacial) que adelanta en Holanda, China, Japón, entre otros países, Daan Roosegaarde afirma:
«Se trata de establecer un nuevo valor, se trata de establecer un nuevo estándar de vida que no solo sea impulsado por el dinero, sino por valores humanos como aire limpio, agua limpia y energía limpia».
La noche estrellada de Van Gogh
“La Noche Estrellada” es una de las pinturas más conocidas del artista plástico posimpresionista Vincent Van Gogh. La obra que data de 1889, es parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) desde 1941.
Esta pintura icónica, una de las imágenes más conocidas y reproducidas de la cultura moderna, fue la fuente de inspiración para la ciclovía Van Gogh-Roosegaarde.
“Se creó un diseño para observar la dinámica relación entre las personas, la tecnología y su entorno. La idea es que el paseo en bici se convierta en una experiencia mágica y poética; este es el tipo de lugares donde se arregla para una primera cita. Nuestro principal objetivo fue traer a Vincent Van Gogh de nuevo a la vida”, escribió Roosegaarde en la página web de su estudio.
Sumergirnos en la noche estrellada de Vincent Van Gogh mientras conducimos una bicicleta debe ser una experiencia alucinante. Ciclovías que combinen arte, tecnología e innovación para realzar el patrimonio cultural de las ciudades con respecto al medio ambiente es, sin lugar a dudas, un referente digno de tomar en cuenta.
Con información de Estudio Roosegaarde, Plataforma Urbana y Roca Gallery
Fotos cortesía de Estudio Roosegaarde
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