Son múltiples los beneficios que le brindan a las ciudades y sus habitantes. Sin embargo, la supervivencia los árboles urbanos está amenazada por el incremento sostenido de las temperaturas y las alteraciones en el ciclo de las lluvias, como consecuencia del cambio climático.
Es una de las conclusiones que arrojó la investigación de un equipo de científicos de Australia y Francia, que analizaron el impacto del calentamiento global y las alteraciones en el clima, en 3.129 especies de árboles en 164 ciudades de 78 países, con una proyección para las próximas tres décadas.
Según los autores del estudio, publicado en la revista científica Nature Climate Change, hoy más de 1.000 especies de árboles urbanos están en riesgo, de ellas, el 56% experimentan condiciones climáticas que superan sus límites de tolerancia natural a las altas temperaturas y el 65% la falta de agua (lluvias).
Para 2050, medida que aumente el calentamiento, se incrementará de forma notable el número de especies afectadas y la escala del impacto. En ese sentido, se prevé que 76% estarán en riesgo por los cambios pronosticados en las temperaturas medias y 70% en las precipitaciones anuales. No obstante, el escenario desolador, todavía hay tiempo de ayudar a los árboles urbanos a sobrevivir, prosperar y sigan contribuyendo con la captura de carbono y la refrigeración natural, entre otros beneficios. Los autores identificaron una serie de acciones para ello.
El estrés climático de los árboles urbanos
La investigación señala que las especies comunes de ciruelos, robles, arces, álamos, olmos, pinos, tilos, zarzos, eucaliptos y castaños son algunas de las especies que, en la mayoría de las ciudades, están riesgo debido a los efectos del cambio climático.
Otro de los resultados del estudio indica que, en las ciudades de regiones tropicales, los árboles serán más afectados. En promedio, las urbes localizadas hacia el ecuador, estarán expuestas a mayores disminuciones de las precipitaciones.
Hay una “tendencia a que el riesgo promedio aumente hacia el ecuador donde los recursos económicos para mitigar el cambio climático son generalmente más limitados, lo que incluye varias ciudades de Latinoamérica”, afirma Manuel Esperón-Rodríguez, autor principal.
Cuando las condiciones climáticas superan la tolerancia natural de las especies arbóreas urbanas, el resultado son árboles enfermos y un crecimiento limitado que podría provocar su muerte.
Los árboles y la salud
Las zonas urbanas abarcan aproximadamente el 3% de la superficie terrestre del planeta y acogen al 55% de la población mundial y se estima que para 2050, podría aumentar entre 66% y 70%. Los árboles urbanos proporcionan servicios medioambientales y beneficios socioeconómicos, tales como:
- Filtran los contaminantes urbanos y partículas finas como el polvo, la suciedad, el humo atrapándolos en hojas y corteza.
- Absorben el CO2, principal causante del calentamiento global, al tiempo que liberan oxígeno. Un árbol maduro absorbe hasta 150 kg de dióxido de carbono al año, por lo que mejoran la calidad del aire.
- Contribuyen con la regulación de la temperatura. Ubicar de forma estratégica de los árboles en los espacios urbanos puede enfriar el aire entre 2°C y 8°C. Situados alrededor de los edificios, por ejemplo, reduce la necesidad de aire acondicionado en un 30%.
- Regulan el flujo del agua y son clave en la prevención de inundaciones y reducción del riesgo de desastres naturales. Un árbol maduro de hoja verde permanente, es capaz de interceptar más de 15 000 litros de agua al año, por ejemplo.
- Aumentan la biodiversidad urbana, al proporcionar hábitat, alimentos y protección a plantas y animales.
- Reducen la contaminación acústica.
- Previenen la erosión de los suelos y según las características de sus raíces, ayudan a la estabilización de taludes y prevención de deslizamientos.
- Realzan el paisaje urbano.
- Mejora la salud física y mental aumentando los niveles de energía; así como la velocidad la velocidad de recuperación, la disminución de la presión arterial y el estrés.
Los resultados de esta investigación, dice Esperón-Rodríguez , no indican que las especies de árboles que se encuentran hoy en las ciudades “se hayan elegido mal, sino que probablemente el cambio climático de los últimos años ha sido muy rápido. La selección de las especies que se han plantado y se plantan se ha basado en el clima pasado y actual y, “por lo general, no tiene en cuenta el cambio climático futuro, que puede no reflejar el clima pasado”.
El estudio destaca la necesidad de tomar mejores decisiones sobre qué especies y en qué lugares se deben plantar los árboles urbanos para garantizar que crezcan y permanezcan sanos en el futuro.
¿Cómo podemos ayudar a los árboles urbanos?
Esta nueva investigación contribuye con la identificación tanto de las especies que podrían estar en riesgo por el clima cambiante, como de las que son resistentes al clima y por lo tanto, útiles para siembras futuras en 164 ciudades de 78 países del mundo.
Por otro lado, los investigadores recomiendan una serie de medidas sencillas que pueden adoptar las personas y ayudar a la permanencia de los árboles urbanos, en beneficio de todos los habitantes del planeta:
- Contribuye a que más lluvia se filtre en el suelo. La disminucion de las precipitaciones y la humedad del suelo representa una gran amenaza para muchas especies, por lo que no desperdicie el agua por el desagüe. Puede desviarla a un jardín de lluvia o a un tanque de agua de lluvia para regar el jardín. Esto contriubye también a mantener los ríos y arroyos locales.
- Plante más árboles y arbustos. Ayudan a mantener agradables las temperaturas de la ciudad para ellos y para nosotros. Investigue cuáles especies son resistentes al clima de la zona donde vive.
- Mantenga los árboles y arbustos en su lugar. Antes de talar lo que ya existen, piénselo dos veces porque ofrecen muchos beneficios, como lo indicamos en párrafos anteriores.
Con información de The Conversation y El Ágora
No te pierdas
> Los árboles urbanos ayudan a mitigar efectos del cambio climático
> Las mariposas son biondicadores para mejorar ecosistemas urbanos