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De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

por Haiman El Troudi
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De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

Visitar Quíbor es dar un paseo por un sorprendente pasado. Con más de medio siglo de vida, el Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo recoge la historia de diez mil años de los pueblos ancestrales de Venezuela. Su nombre a quien categorizó por vez primera, la cerámica prehispánica del estado Lara.

De hospital y Casa de la Cultura, la edificación pasó a ser depositaria de la historia ancestral de nuestro país, en la década de 1970.

Con más de cincuenta años de vida, ha pasado por varias etapas que han ido consolidando su papel como referencia emblemática de la investigación antropológica y arqueológica venezolana.

Hoy este Monumento Histórico Nacional, premio Nacional de Arquitectura en el año 2000, se ha convertido en un centro integral de estudios de nuestro pasado y epicentro de la actividad cultural del municipio Jiménez.

Depositario de la historia

De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

A mediados de la década de 1960, un grupo de maestros y artesanos de la Escuela Artesanal La Ermita iniciaron el acopio de vasijas, collares y restos humanos recuperados en el valle de Quíbor, hallados en excavaciones para la construcción de cloacas.

Inspirados en la aparición del Cementerio aborigen Bulevar de Quíbor y el legado de un sorprendente pasado, fundarían el Centro Científico, Antropológico y Paleontológico del estado Lara.

Su sede estaría en la edificación que ocupó primero el Puesto de Salud de Quíbor  hasta 1948, año en que se mudó  a una nueva edificación hospitalaria, y  luego la Casa de la Cultura hata comienzos de los años 70.

En 1971 se convirtió en la sede formal del Centro Científico, Antropológico y Paleontológico de Quíbor. Ubicado en la Avenida Pedro León Torres, este espacio cultural en el más amplio sentido de la palabra,  lleva más de medio siglo resguardando un sorprendente pasado en Quíbor.

Evolución constante

Desde sus inicios este centro cultural ha pasado por varias etapas de desarrollo. Con la finalidad de coordinar las investigaciones arqueológicas del estado Lara y resguardar el material recopilado, fue nombrado Museo Arqueológico de Quíbor en 1981.

En 1995 se diseña un proyecto integral de ampliación de la infraestructura, así como del área expositiva y los servicios de investigación y extensión. Además, el proyecto incluyó el rescate y conservación del material arqueológico existente.

Se concibió entonces una nueva edificación, con varios espacios independientes, destinados a servicios de apoyo al museo y a  tres usos principales: investigación, exposición y extensión.

Desde 1999 cambia su nombre a Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo en honor a ese gigante de Sanare, quien se destacó como botánico, naturalista, antropólogo y muchas facetas más.

El 16 de noviembre de 1967, fue declarado Monumento Histórico Nacional según Gaceta Oficial Nº 28 483. Treinta años más tarde, esta declaratoria fue ampliada mediante la Gaceta Oficial Nº 36.275.

Vitrina de un sorprendente pasado

De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

Resguarda una colección de inconmensurable valor. Huesos, vasijas, flautas, morteros, hachas, azadas para la caza, collares y utensilios de la sociedad de cazadores, cientos de piezas, algunas de entre 5.000 a 10.000 años de antigüedad, se conservan en el museo y en la memoria de la civilización.

La impresionante muestra refleja, además de un sorprendente pasado, la valoración por la historia, la dedicación de maestros y artesanos de Quíbor,  de los hombres y mujeres de ciencia como el antropólogo Juan José Salazar, quien fue director del museo por 27 años.

Entre las piezas más significativas destacan las recuperadas en el lugar funerario del centro de la ciudad,  las cuales motivaron el proyecto original. Allí se recuperaron restos óseos de más de 300 individuos, más de 400 objetos de cerámica y más de 200 piezas de conchas de caracol.

La edificación

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Situado en un amplio terreno de 4.200 metros cuadrados, su planta tiene una superficie de 3.800 metros cuadrados. El edificio original es rectangular con techo a dos aguas. Pero, como resultado de la intervención realizada a finales del siglo XX, la edificación sumó varios volúmenes aislados e independientes, asociados al inmueble original, que albergan espacios destinados a servicios de apoyo al museo.

Las nuevas construcciones con plantas circular, cuadrada y triangular, se relacionan con el inmueble original por su composición geométrica y escalas y dimensiones de superficies similares.

El rediseño estructural del museo fue concebido por el arquitecto Joel Sanz (1947 – 2013) para resguardar un sorprendente pasado. El nuevo y multifuncional espacio asume con dinamismo las diversas funciones museísticas, en reconocimiento a lo cual mereció el Premio Nacional de Arquitectura del año 2000.

Además de haber trazado su estructura material, el arquitecto fue coautor del guión museográfico de la exposición arqueológica permanente de la institución. Solía ofrecer charlas sobre los orígenes del museo y su proyecto arquitectónico a docentes y estudiantes visitantes de la sede.

Más de diez mil años en una colección

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La emblemática colección del Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo le ha valido el reconocimiento nacional e internacional. Además de las piezas de Quíbor, reúne una gran variedad de bienes arqueológicos y paleontológicos de sitios de todo el país, que reposan tanto en sus espacios expositivos como en sus depósitos.

Artefactos líticos, fósiles, cerámica prehispánica, restos de enterramientos humanos y más únicas y valiosas piezas son testigos de un sorprendente pasado.

De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

El museo cuenta con siete salas de exposición permanente, nombradas en honor a investigadores que hicieron aportes clave al legado arqueológico del estado Lara y de Venezuela. Estas vitrinas perennes contienen piezas arqueológicas que narran la antigua cultura prehispánica: Territorios, Habitantes, Costumbres funerarias, Alfarería, Agricultura, Cacería y Artífices de la concha.

Entre las piezas exhibidas hay artefactos líticos asociados a sitios talleres y de matanza de animales pleistocénicos hoy extintos, así como restos óseos de animales. Los fósiles de flora, provienen de sitios como Las Tres Cruces, La Hundición, La Mesa, Los Planes de Giosne, El Vano y Quebrada Las Raíces.

Antiguas huellas

 

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En lo que se refiere a la cerámica prehispánica,  el museo cuenta con fragmentos, artefactos y vasijas, casi completos,  de la artesanía Tocuyanoide. Su antigüedad es de unos 2.200 años, y se caracteriza por estar pintada con complejos motivos, apéndices y aplicados geométricos, antropomorfos y zoomorfos y pintura policromada, rojo, marrón y blanco.

Las piezas artesanales provenientes del Cementerio bulevar de Quíbor son más recientes. Entre ellas destacan cuencos, vasijas y otros artefactos que acompañan los enterramientos humanos. De éstos, sólo quedan las osamentas flexionadas en posición cubito dorsal o extendidas y con algunas evidencias de sus mortajas o fardos funerarios.

La colección guarda también objetos de concha provenientes del Bulevar de Quíbor y Rincón de la Guardia, Guadalupe, Tocuyano y Las Locas.

Entre ellas hay cubre sexos, brazaletes, collares, pendientes, intrumentos musicales y placas aladas o pectorales.

Centro de investigación y cultura

De paseo por un sorprendente pasado en Quíbor

De martes a domingo los visitantes pueden conocer un sorprendente pasado a través de las salas de este espacio urbano, pero su importancia no queda allí. El Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo es un centro de estudios de referencia para antropólogos y arqueólogos, y su huella comienza en su área de influencia cercana.

El centro tiene una relevante presencia en el municipio Jiménez, donde desarrollan el proyecto “Museo y comunidad” para fortalecer los lazos con la institución y el sentido de pertenencia,  así como la labor educativa y formativa. Esto permite a docentes, estudiantes y comunidad en general participar en trabajos de aula, visitas guiadas, talleres de títeres, charlas, conversatorios, entre otras actividades.

Con más de 55 años al servicio de la cultura en Venezuela, el Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo  es garante de la preservación de un patrimonio histórico que nos recuerda lo que fuimos 10 mil años atrás.

 

Con información de Alba Ciudad, IAM Venezuela y Ecured

Fotos cortesía de Alba Ciudad y @MuseoDeQuibor


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