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El águila arpía, majestuosidad y garra

por Haiman El Troudi
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El águila arpía, majestuosidad y garra

La majestuosidad, belleza y robustez del águila arpía asombran. No puede ser de otra manera, además de ser considerada una de las aves de presa o rapaz más poderosa del planeta, es el águila más grande del continente americano y la tercera de mayor tamaño en el mundo.

El águila arpía puede medir hasta 1, 8 metros de largo y sus alas abiertas, alcanzan hasta 2,20 metros de envergadura. Su peso promedio es de 7,5 kilogramos, aunque la hembra puede llegar a pesar hasta nueve kilos.

El águila arpía, majestuosidad y garra

Infografía de PDVSA (Gerencia de Gestión Ambiental).

Una particularidad de esta robusta y colosal ave es su maniobrabilidad. Pese a su porte, puede volar en medio de los espesos follajes selváticos sin ser percibida. Es tan fuerte, que con sus garras levanta y transporta tres veces su peso durante el vuelo.

Son variadas las amenazas que enfrenta el águila arpía y que la ponen en peligro de extinción. Además de ser la única especie del género Harpia, tiene baja densidad poblacional y la tasa de reproducción. Al estar en la cima de la cadena alimenticia, requiere grandes extensiones de bosques para sobrevivir,  por lo que la fragmentación y destrucción del hábitat, la hace vulnerable.

La cazadora Harpia harpyja

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Fotografía en Mongabay.

Harpia harpyja es su nombre científico y pertenece a la familia Accipitridae, que incluye águilas y gavilanes. Está en la cima de la cadena alimenticia de las selvas donde habita. En Venezuela es la especie de mayor tamaño del grupo de aves rapaces diurnas.

Es un ave silenciosa, hábil y rápida. Poseedora de una visión y audición muy agudas que, junto a sus grandes garras de 7 centímetros de largo y un fuerte pico curvo, la convierten en una depredadora poderosa, eficaz y temida.

El águila arpía, majestuosidad y garra

Infografía de PDVSA (Gerencia de Gestión Ambiental).

El águila arpía caza para alimentarse, suele hacerlo dos veces por semana, y puede alcanzar durante el vuelo, velocidades de hasta 200 km/h. Además del mono, se alimenta de mamíferos arbóreos tales como perezas, monos y coatíes; de reptiles, serpientes e iguanas, y otras aves.

No suele cazar a ras del suelo pero en caso de hacerlo, sus presas son cachicamos, venados, entre otras especies terrestres.

Un disco facial y una cresta

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La imponente ave de presa tiene un hermoso plumaje en escala de grises. Las plumas de su cara, distribuidas en forma circular, son de color gris y negras, las que forman la característica cresta en la parte superior de su cabeza.

El disco facial  le permite captar sonidos muy leves y en conjunto con la cresta, manifestar sus estados de ánimo y alertar a su pareja sobre posibles amenazas.

Negras son las alas y el dorso. Mientras que el plumaje debajo de ellas y del torso, es blanco con franjas negras.  Las plumas de la cola también son negras pero tienen con tres franjas grisáceas. Otra singularidad de esta especie es la franja negra en la parte superior del pecho.

Los polluelos son blancos y en las jóvenes águilas arpías, las plumas de su cabeza y pecho son casi blancas. El dorso es gris y se va oscureciendo a medida que crece.

Selvas húmedas de América

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Habita en las selvas húmedas del sur de México, Centroamérica y Suramérica, donde se distribuye de forma disjunta y escasa.

Las mayores poblaciones de águila arpía en Venezuela se encuentran al sur del río Orinoco, en los estados Bolívar (alto río Caura, Reserva Forestal de Imataca y Sierra Lema, Gran Sabana), Amazonas (río Cuao, Reserva Forestal del Sipapoy en el río Cataniapo) y Delta Amacuro.

Para 2015, la distribución en norte del Orinoco se estimaba mucho menor que la reportada con anterioridad, ocupando entre el 20% y el 50%, de acuerdo a lo señalado en cuarta edición del Libro Rojo de la Fauna Venezolana, publicada ese mismo año.

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Fotografía de Mongabay.

Tiene presencia en la Cordillera de la Costa central, en los estados Carabobo y Aragua (Parque Nacional Henri Pittier) y en Miranda (Barlovento y Parque Nacional Guatopo); así como en la sierra de Perijá, sur del lago de Maracaibo, estado Zulia y en Monagas (río Guarapiche).

De acuerdo al Libro Rojo de la Fauna Venezolana, “las poblaciones de la Cordillera de la Costa podrían considerarse muy amenazadas y extremadamente reducidas”.

Además de México, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina, tienen presencia de esta ave rapaz.

La ceiba es su árbol favorito

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Al águila arpía, ave solitaria, se le ve en pareja cuando está en período de reproducción. La hembra pone de uno a dos huevos cada dos años, aproximadamente. Si deposita dos, solo sobrevive uno.

El macho alimenta a la hembra en el período de incubación, que dura 56 días. Después del nacimiento, ambos se turnan para alimentarlo. La cría del águila arpía crece lentamente y requerirá del apoyo de los padres durante los dos primeros años de vida e incluso, un poco más.

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La pareja de arpías construye sus nidos con palos y ramas en árboles muy altos, entre 20 y 50 metros del suelo, donde el tronco se bifurca hacia las ramas principales. Pueden medir hasta 2 metros de diámetro y alcanzar un peso de 100 kilogramos.

Su árbol preferido para hacer los nidos, es la ceiba. Aunque también los construyen, en el  zapatero, merecurillo, algarrobo y capaetabaco.

La arpía es un águila en peligro

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Fotografía de Alexander Blanco en Mongabay.

Además de la fragilidad biológica, la pérdida progresiva de su hábitat a causa de la deforestación, que impacta a todas las especies vegetales y animales de ese ecosistema, esta ave de presa es víctima de la caza furtiva indiscriminada.

El águila arpía está catalogada como Casi Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y como Vulnerable en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana.

Está protegida por el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que incluye a las especies en peligro de extinción.

El águila arpía, majestuosidad y garra

En Venezuela está declarada como Especie en Peligro Extinción y en veda indefinida desde noviembre de 1996. Parte de sus poblaciones habitan en áreas protegidas, además en el estado Bolívar se cuenta con programas de monitoreo y educación.

El águila arpía desempeña un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas donde habita. Su presencia, como depredador que está en la cima de la cadena alimenticia, es un indicador de las condiciones en que se encuentran la flora, fauna y la naturaleza en general.

Requiere al menos, 30 Km2 de selva para sobrevivir, por lo que su permanencia como especie dependerá de un manejo adecuado de los bosques y de la educación ambiental, porque se preserva lo que se conoce.

Con información de Águilas del Mundo, Venezuela Verde, Explorando Rutas y Biodiversidad Venezuela

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