En las alturas de nuestros bosques andinos habita el pequeño y vulnerable venado matacán candelillo. Subespecie característica de nuestro país, endémica de Venezuela y Colombia, acechada por la extinción desde hace varios años.
A pesar de que en el país fue decretada su veda desde 1979, y declarada en riesgo de extinción en 1996, hoy sigue clasificada como vulnerable, debido a la intervención de su hábitat y la cacería furtiva, entre otros factores.
De nombre científico Mazama bricenii, este venado es conocido por otras denominaciones como: candelillo, venado matacán andino, locha, matacán, Mérida brocket, Little red brocket deer, Rufous brocket deer y Dwarf red brocket deer.
El venado matacán candelillo

Foto de Denis Alexander Torres.
De los matacanes es la especie de menor tamaño. Entre macho y hembra existe poca diferencia. La longitud de cabeza a cuerpo varía entre 85 y 90 centímetros, la altura en el hombro entre 45 y 50 centímetros, y el peso de ocho a 13 kilogramos.
La cornamenta no está ramificada y solo el macho posee cuernos cortos, de una sola punta y de hasta seis centímetros de largo, que mudan irregularmente. Su piel brillante es de color amarillo rojizo a rojo oscuro en el lomo, se hace más pálida hacia los costados y el vientre, mientras que en las patas se vuelve casi negra y la cabeza. La garganta es anaranjada, tiene manchas blancas en el rostro y la cola por debajo es blanca.
Estos animales suelen ser ariscos y ocupan territorios delimitados, de los cuales no salen en circunstancias normales. Su alimentación es variada e incluye frutos, hojas y tallos. Tiene hábitos nocturnos por lo que frecuentan conucos y claros de la selva en esas horas. Corre con el lomo encorvado y atraviesa los matorrales en vez de saltarlos.
Las hembras del venado matacán candelillo producen solo una cría por parto, tras un período de gestación de unos tres meses. Suele encontrársela sola o en parejas. Recién nacidas, las crías presentan manchas de color blanco en el lomo que desaparecen durante los primeros cinco meses de vida.
El hábitat del pequeño matacán

Ubicación del venado matacán candelillo en el país. Imagen del Libro Rojo de la Fauna Venezolana.
El venado matacán candelillo vive entre mil y tres mil 500 metros de altitud. Habita selvas tupidas, bosques nublados, bosques siempre verdes y páramos. Esta subespecie presente en Venezuela, era referida anteriormente como parte de la especie Mazama Rufina, de los Andes de Colombia y Ecuador. Esta última habita en el piso subtropical y templado de las zonas andinas de los estados Mérida y Táchira.
En el país encontramos al matacán candelillo en la Sierra de Perijá (Zulia), ocasionalmente en las sierras de Barbacoa y Portuguesa (Lara y Portuguesa), y en los estados Táchira, Mérida y Trujillo. Habita también la cordillera Oriental de Colombia, incluyendo el macizo de El Tamá, compartido por Venezuela.
Otra especie, la Mazama gouazoubira nemorivaga, se localiza en las selvas del Amazonas.
Son perseguidos por su carne y su piel, esta última se usa en ciertas regiones para la fabricación de instrumentos de percusión.
La especie más amenazada
Desafortunadamente, el venado matacán candelillo es la especie más amenazada de este género en nuestro país. Sus poblaciones están fragmentadas y disminuidas debido a la cacería furtiva constante; así como a la pérdida de los bosques andinos.
La modificación de su hábitat natural en Los Andes debido a actividades humanas es muy extensa, especialmente por la intervención para uso agropecuario. Además, el vulnerable venado se enfrenta a la depredación por perros y otros animales, lo cual ha contribuido a que sus poblaciones se encuentren muy deprimidas.
De sus hábitats naturales, hay áreas protegidas como la que se encuentra en el Parque Nacional Ramal Calderas, creado recientemente. Un espacio biodiverso que conforma un corredor o puente biológico que integra un conjunto de áreas naturales: los parques Sierra Nevada, La Culata y Guaramacal; el Monumento Natural Teta de Niquitao-Güirigay y la Zona Protectora de las cuencas hidrográficas de los ríos Guanare, Boconó, Tucupido, La Yuca y Masparro.
Pequeño y vulnerable
De acuerdo con el Libro Rojo de la Fauna Venezolana (2015) y a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el venado matacán candelillo está clasificado como Vulnerable (VU) a nivel internacional.
En atención a sus bajos niveles poblacionales en Venezuela se decretó, desde 1979, la veda permanente de este mamífero, con lo que quedó terminantemente prohibida su cacería.
El 11 de septiembre de 1996 la veda fue ratificada y esta especie fue declarada en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486. Sin embargo su población sigue reduciéndose. La situación de vulnerabilidad se debe, en buena parte, a la intervención de los hábitats andinos por actividades humanas.
Necesarias medidas

Foto de Denis Alexander Torres.
Aunque parece ser medianamente tolerante a modificaciones en su medio ambiente, a medida que desaparecen otras especies como la danta y los báquiros, se acentúa la presión de cacería sobre los matacanes, por lo que sus poblaciones se desplazan a zonas más remotas.
La consecuencia es una disminución de la densidad, acompañada por la fragmentación y el aislamiento de los animales remanentes.
Por otro lado, el venado matacán candelillo es una especie poco estudiada. Propiciar proyectos de investigación que permitan definir abundancias poblacionales, patrones reproductivos en vida silvestre y la factibilidad de desarrollar su cría en cautiverio, contribuirá a repoblar áreas donde la especie ha desaparecido.
Controlar la cacería furtiva y la deforestación dentro de los linderos de las áreas protegidas que conforman buena parte de hábitat natural, podría convertirse en la mejor herramienta para la conservación de este y otros animales andinos amenazados como el oso frontino.
Con información de Especies Amenazadas y El Impulso
«Mamíferos de Venezuela». Jaime Tello. Fundación La Salle de Ciencias Naturales, 1979
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