El 22 de abril se conmemora el Día Mundial de la Tierra ¿qué mejor ocasión para reflexionar acerca de nuestro papel como habitantes de la Pachamama? ¿existe mejor fecha para evaluar si lo que cada uno de nosotros hace, en su día a día, es suficiente para proteger nuestro hogar?
La contaminación de los océanos por residuos plásticos se incrementa con mucha rapidez. Fotografía: EFE.
Para nadie es un secreto que las condiciones del planeta que alberga la vida humana son cada vez más críticas. El calentamiento global, la desaparición de especies animales, la contaminación y la explotación irracional de recursos de la naturaleza, entre otras problemáticas, llevan a la tierra a una difícil situación que se agrava día a día por la acción de los propios seres humanos. El Día Mundial de la Tierra es sin duda propicio para reflexionar acerca de estos asuntos y tomar acciones concretas al respecto, pero también no hay dudas de que no puede ser ese, el único día que dediquemos al cuidado, respeto y honra del hogar de todos los hombres y mujeres del mundo.
Sólo un día, una efeméride más
Desde el año 1990, cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra para rendir homenaje al planeta. Tal fecha se estableció a raíz del inicio del moderno movimiento ambientalista, cuando millones de norteamericanos tomaron calles, plazas y auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable.
Su origen fue la manifestación en pro de la creación de una agencia ambiental realizada el 22 de abril de 1970, promovida por un senador y activista ambiental norteamericano, Gaylord Nelson, en la que participaron miles de estudiantes de universidades, escuelas primarias y secundarias, además de cientos de habitantes de diferentes comunidades.
Los manifestantes pretendían rendir homenaje y mostrar la preocupación colectiva sobre temas como el entorno ambiental y la conservación de la naturaleza.
La presión tuvo sus logros y el gobierno de Estados Unidos, creó la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency) y proclamó una serie de leyes relacionadas con la protección del aire y del agua, y la conservación de especies en peligro de extinción.
Acción mundial
Fotografía: https://apoyoecologico.wordpress.com
En 1972 tuvo lugar el primer convenio sobre el medio ambiente “La Cumbre de la Tierra de Estocolmo”, cuyo principal objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.
El Día de la Tierra a nivel internacional se celebró por primera vez en 1990. Más de 200 millones de personas participaron en las actividades programadas. En este momento la población comienza a darse cuenta de la importancia que tiene para el ser humano el medio ambiente, y desde entonces son numerosas las manifestaciones a favor de la conservación de la Tierra, con más de mil ONG´s de todo el mundo y más de 140 países unidos para conseguir un mismo fin.
El año 1995, XXV Aniversario del primer Día de la Tierra, fue clave para evaluar los daños ambientales ocurrido en los últimos 25 años.
Hoy la Organización de Naciones Unidas reconoce a la Tierra y sus ecosistemas como el hogar de la humanidad, promueven la armonía con la naturaleza y la tierra para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Pero a la luz de las graves afectaciones de nuestra planeta en la actualidad ¿es suficiente un sólo día para asumir una conciencia común ante los problemas ambientales?.
Nuestro regalo
Sin lazo ni ornamentos cada uno de los seres humanos podemos y debemos ofrecer desde ya como regalo a la tierra pequeños actos que al sumarse configuren grandes acciones.
En primer lugar, es importante seguir multiplicando la información acerca de actos necesarios a favor de la Madre Tierra, tales como la sustitución de bombillos incandescente por ahorradores, el uso racional de los recursos finitos como la energía eléctrica y el agua potable, plantar un árbol, y otras acciones efectivas para el cuidado del medio ambiente, como la reducción de uso de bolsas plásticas y la práctica del reciclaje.
Con ayuda de un calculador de carbono, se puede calcular la huella personal y conocer la contribución personal al calentamiento global, para poder de este modo poner remedio.
También se puede optar por cambiar productos de limpieza por sustancias menos contaminantes e incluso intentar también nuevos hábitos en nuestra alimentación, alejados de los alimentos procesados con químicos y contribuir a la salud propia y a la del planeta.
La conservación comienza por casa
Una acción determinante es enseñar a los niños desde corta edad a apreciar y a cuidar a la naturaleza, así uso responsable de los recursos y promoción de la educación ambiental
Desde temprana edad el ser humano puede aprender mediante acciones concretas la importancia de la biodiversidad y su conservación y el respeto al medio ambiente.
Se puede además explicar a los niños, por ejemplo, qué son los gases de efecto invernadero y cómo afectan a nuestro planeta, al producir el calentamiento global.
Desde pequeños se puede aprender a evitar el uso de transportes contaminantes, preferir caminar o usar otros medios como la bicicleta para ir a lugares cercanos.
Pequeñas y prácticas acciones que pueden enseñar al ser humano, desde su etapa de formación, la importancia de reconocer a la Tierra como nuestro hogar y nuestra madre, así como lo han expresado distintas culturas a lo largo de la historia, demostrando la interdependencia entre sus muchos ecosistemas y los seres vivos que la habitamos.
Honremos a la Tierra todos los días
Es importante hacer que todos los días sean el Día de la Tierra, para ello nada mejor que comprometerse a cuidar a diario al planeta.
La proclamación del 22 de abril como el Día Mundial de la Tierra supone el reconocimiento de nuestra existencia en el planeta, así como la responsabilidad que implica promover la armonía con la naturaleza y nuestro entorno.
Es una fecha que nos recuerda que todos debemos y tenemos que poner de nuestra parte si queremos que las generaciones futuras tengan un planeta que celebrar cada año. Sumemos voluntades y acciones.
Con información de El Blog Verde, Vitalis y MippCI
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