La Culebra de Ipure es una danza tradicional del municipio Acosta del estado Monagas que tiene su raíz en la cultura Chaima, pueblo indígena que habitaba el territorio que hoy ocupa esta entidad oriental antes de la invasión española a Venezuela.
Esta manifestación cultural relata, a través del baile, una historia de la tradición oral donde la culebra, figura simbólica predominante, emerge de un manantial y vuelve a las profundidades con la niña en su boca. La coreografía describe también la hazaña del chamán para encontrar al animal y rescatar a su víctima.
Según la cosmogonía Chaima todos los seres vivos tenían rinon o alma invisible y la culebra, que ellos llamaban ekey o ekuey, era el espíritu de las aguas, de los manantiales en particular. Para ellos la serpiente, considerada “madre de agua”, debía respetarse y no matarla porque si lo hacían, los inundaría la corriente, no podrían pescar y se ahogarían al bañarse.
Los elementos indígenas están presentes en la música y la danza de la Culebra de Ipure, que incluye el Mare-mare. Los carrizos (flauta de pan), el cacho, las maracas, el tambor, así como la guarura y el ciriaco (tipo de carángano) a veces, son los instrumentos originarios que, junto al cuatro, la guitarra y la mandolina, acompañan a los bailarines y cantantes.
Solo danzan las mujeres
La “güira” o culebra de agua era figura simbólica representada en esta manifestación cultural y relacionada directamente con la historia recogida en la Leyenda de la Laguna de Ipure. Sin embargo, en tiempos recientes se ha popularizado la versión que incorporó a la culebra Rabo Amarillo.
Cuentan habitantes del centro poblado Laguna de Ipure que, originalmente, se realizaba una danza de hilera en la que intervenían hombres y mujeres descalzos. En la actualidad, participan sólo 25 mujeres, en número de que como refiere uno de los versos, representan las coyunturas del animal.
Todas forman una fila y se colocan según el tamaño, de mayor a menor. Veinte bailarinas visten blusas amarillas y faldas negras amplias, las restantes lucen un traje amarillo en alusión al color que tiene el rabo de la culebra.
Cómo bailan la Culebra de Ipure
La tradicional danza se compone de dos partes, el matachín que se usa para iniciar y culminar la representación, y el corrido, durante el cual realizan las figuras más importantes.
Al son de la música comienzan a desplazarse por el lugar con movimientos que semejan a los de una culebra. Sujetas de la mano, por los hombros o por la cintura, de acuerdo a la secuencia coreográfica, hacen círculos o espirales.
Los músicos “llaman” a la culebra con la melodía del matachín que se ejecuta con las flautas de carrizo. La fila de bailarinas se aproxima y comienza la interpretación. En el corrido, las danzantes ejecutan los diferentes movimientos de la simbólica figura animal, conforme a las indicaciones del cantante que al compás de la música va recitando sus versos.
Durante la interpretación del matachín, las mujeres forman un círculo que representa la laguna de Ipure, luego quien está a la cabeza de la fila se introduce por la mitad y éste de divide en dos, representado el momento en que el chamán abre las aguas para buscar a la serpiente y rescatar la niña.
Los músicos
Catorce músicos integran el conjunto musical que, generalmente, acompaña la danza de la Culebra de Ipure. Diez de ellos, tocan los carrizos que según su sonido y por tradición indígena se le atribuye un género. Los carrizos hembra llevan la melodía y los machos la siguen. Los demás, interpretan el cuatro, las maracas, el tambor y el cacho.
En algunas ocasiones se incorporan otros instrumentos de origen indígena como la guarura y el ciriaco, además de la guitarra y/o la mandolina, por lo que el grupo de músicos puede aumentar.
La Laguna de Ipure y su leyenda
Cuenta la leyenda que en el sector de la Laguna de Ipure había antiguamente un manantial donde los indígenas iban a buscar agua. Un día, un par de niños fueron al lugar, taparas en manos para abastecerse del vital líquido. Estando en la orilla vieron a una enorme culebra que salió de la laguna y se tragó a uno de ellos.
Dicen que el chamán, piache o brujo de la comunidad enterarse de la noticia, por boca del otro niño, se trasladó al lugar, hizo un conjuro y sacó a la culebra de las profundidades del agua. La abrió por la mitad y sacó el cuerpo de la niña sin vida. Sus padres se lo llevaron para velarlo.
Cuando regresaron a donde el chamán había abierto a la culebra, vieron que ésta no estaba y en su lugar, se encontraba otra laguna, la cual fue llamada Lagunita.
La leyenda de la Laguna de Ipure que se ha transmitido a través de la narración oral, de generación en generación, manteniendo casi intactos los detalles de la historia que sirvió de base para la creación de la danza de la Culebra de Ipure, una tradición del municipio Acosta del estado Monagas, de su capital, San Antonio de Capayacuar e Ipure, fundamentalmente, pero que se arraigó en toda la entidad oriental.
Se ha transformado sin perder su raíz indígena
El baile de la Culebra de Ipure posee características que permiten ubicarla en el grupo de las diversiones orientales (pascuales). Expresiones populares que, sin perder su raíz indígena, se han transformado adaptándose a los nuevos tiempos.
Una manifestación cultural que nació en el municipio Acosta del estado Monagas, se extendió al resto de la entidad y el país, formando parte de lo afirmativo venezolano.
Con información de Teoría Musical y Cultura Venezolana, Fundación Bigott, Registro de Patrimonio Cultural y Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007 de los municipios Acosta y Piar del estado Monagas.
Velasquez, Arquímedez. «Chaima, la Gran Semilla Humana Apuntes históricos y cosmogónicos del pueblo Chaima». Publicado en Academia
No te pierdas
> Diversiones Orientales, expresión rica y genuina de nuestra identidad
> Mare-mare, el baile como continuación de la existencia
1 comentario
Gracias por instruirme sobre nuestra cultura