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La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

por Haiman El Troudi
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La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

Para el recordado cronista de la capital, Enrique Bernardo Nuñez, la historia puede leerse en las esquinas de Caracas. Así lo plantea en su conocida obra La ciudad de los techos rojos, que describe las referencias históricas y nostálgicas de esta urbe que aún se pueden apreciar en sus calles.

Y es que en el centro de Caracas, podemos conocer esquinas cuyos nombres se remiten a narraciones peculiares y hasta sorprendentes, muchas con cientos de años de antigüedad, que nos hablan de su origen.  Como dijera Bernardo Nuñez, “la vida de la ciudad deja impresa sus huellas en esos nombres de casas, plazas, esquinas…”.

Algunas denominaciones recuerdan y honran a personas que dejaron huella en las calles de Caracas durante la colonia e independencia del país, así como historias, plantas y árboles que servían de referencia en distintas épocas, leyendas urbanas y nombres de santos.

Las esquinas de Caracas y la historia

 

La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

Esquina La Torre, año 1960.

Las esquinas del centro de Caracas nos hablan también de puntos geográficos de mucha popularidad, edificios emblemáticos, civiles o gubernamentales. También de establecimientos comerciales que pasaron a la historia como pulperías, boticas, panaderías, galleras como la de Socarrás, por ejemplo o circos como el de Ño Ferrenquín.

Caracas es una ciudad que está íntimamente ligada a la evolución social y política del país, pero la particularidad de la nomenclatura de sus direcciones es única en el territorio nacional, e incluso en el mundo, pues es muy peculiar que sus direcciones se basen en las intersecciones o esquinas.

En total son unas 370 esquinas ubicadas en el centro de la capital, zona emblemática porque incluye las doce cuadras donde sucedieron hechos fundamentales de la historia patria.

Calles y esquinas sin nombre

La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

Es difícil imaginar que, tan solo a finales del siglo XVII, las calles y esquinas de Caracas no tenían nombres. Sólo se conocían aquellas que tenían como referencia una iglesia cercana, alguna casa de alguien importante, o hacían alusión a anécdotas.

En esa época se referían a los linderos aledaños a la Catedral de Caracas con nombres recordatorios de Jesucristo y de santos, donde se colocaban nichos con imágenes en las esquinas más importantes de la ciudad.

En 1778 el Obispo Diego Antonio Díaz Madroreño decidió bautizar calles y esquinas con el nombre de figuras religiosas, bajo el proyecto “Plan de la Ciudad Mariana de Caracas, dedicado a Dios, su santísimo Hijo, santísima madre y Santos protectores de sus casas y vecinos”.

Nombres tradicionales

La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

Mercado de San Jacinto, año 1920.

Después de la Independencia, las esquinas de Caracas cambiaron nuevamente sus nombres. La nomenclatura de las esquinas de la ciudad capital se ha tratado de cambiar en varias ocasiones. Destacan las ordenanzas para el gobierno y la policía de Caracas redactadas en 1802 por el abogado Miguel Sanz; la propuesta realizada en 1811 por el Tribunal de Policía y otra en 1821 por el Concejo Municipal.

Otra  que data de la época de Guzmán Blanco y se mantiene mayormente pero, desde siempre, ha sido caraqueño el encargado de devolver a sus esquinas sus nombres tradicionales, prevaleciendo la costumbre y la historia.

30 esquinas de Caracas y sus orígenes

La historia puede leerse en las esquinas de Caracas

Esquina de San Francisco.

Para mantener vivo el espíritu real de la ciudad, haremos un recorrido por la historia que puede leerse en las esquinas de Caracas.

En esta ocasión conoceremos 30 esquinas con nombres de orígenes peculiares. Se ubican, una buena parte de ellas, en la zona llamada por Arístides Rojas “el cuadrilátero histórico”, comprendido entre la plaza de Altagracia, las esquinas de Maturín, Traposos y La Bolsa. Además, se incluyen otras ubicadas en la periferia de este sector, que resaltan por sus particulares denominaciones e historias.

 

Nombre

Parroquia

Origen

Abanico Altagracia El nombre de Abanico parece corresponder a la forma de las esquinas, pues debido a que la quebrada Catuche corre justo en ese sitio, las fachadas de ambos lados debieron abrirse, formando un ángulo. En 1898 se embovedó la quebrada de esta esquina, ya casi totalmente edificada. Otros atribuyen su nombre a los calores que sufría una dama cada vez que pasaba un “proyecto” de amante por su casa.
Angelitos San Juan Cuentan que el Presidente Páez se encontraba con una mujer ajena en este lugar, por lo que ordenaba a sus militares estar alertas y avisarle si venía alguna persona. Estos guardias eran llamados “Angelitos”. Un curioso ejemplo del origen de las esquinas de Caracas.
Bolsa Catedral En esta esquina tenía su casa la bisnieta de Don Diego de Boiza. Aseguran que de ese apellido proviene el nombre de la esquina.
Candilito La Candelaria Y Santa Rosalía Durante el siglo XIX, la iluminación de las calles de Caracas se hacía con candiles o faroles colocados en la parte más conspicua de las esquinas. Para 1897, esta esquina ya tenía esa denominación. Resulta peculiar que en Santa Rosalía existe una esquina homónima, con la misma referencia histórica.
Canónigos Altagracia Su nombre se remonta a un pequeño cementerio para eclesiásticos fundado en el siglo XIX por los canónigos de La Catedral, pertenecientes a la cofradía de San Pedro.
Carmelitas Altagracia Para el año de 1725, en una casona situada al sur de la iglesia de Altagracia, vivía doña Melchora Josefa de Ponte y Aguirre, quien para aquella fecha solicitó y logró del Rey, convertir su morada en un convento dedicado a las «Carmelitas Descalzas de Santa Teresa».
Cipreses Catedral En el sitio donde hoy se levanta la iglesia de Santa Teresa, construida por Antonio Guzmán Blanco, existió el oratorio de San Felipe de Neverí y el convento donde vivían los monjes Neristas. Lo que dio nombre a la esquina fueron los hermosos cipreses que se levantaban por sobre las tapias del convento anexo.
Coliseo Catedral Alrededor del año 1820, funcionó allí el Teatro Coliseo y la esquina que anteriormente se había dado a conocer como » Las Sanavrias «, cambia su nombre a Coliseo. Otro ejemplo de que la historia puede leerse en las esquinas de Caracas.
Cristo al revés La Pastora Cuentan que en esta esquina vivía un zapatero que cosía artísticamente tanto las zapatillas de tacón Luis XV como las botas de los soldados. Dicen que cuando un colega se instaló a pocas casas, el zapatero colocó de cabeza a un Cristo para presionarlo a que le alejara al competidor, de allí viene su curiosa denominación.
El Chorro Catedral Su nombre proviene de los hermanos Agustín Pérez, quienes tenían un negocio en el que se preparaba la mejor bebida de piña y papelón. Tenían un sistema de despacho único, pues al escuchar el sonido del centavo al caer desde la puerta en una alcancía, despachaban el jugo por un chorro, sin necesidad de abrir la puerta.
El Conde Catedral Su denominación se debe a dos condes con título nobiliario que vivieron en esta esquina: Don Fernando Ignacio de Ascanio (Conde de la Granja)  y Don Antonio Pacheco (Conde de San Javier).
El Cují Catedral Hasta mediados del siglo XIX, Caracas tenía por límite oriental el convento de San Jacinto. Justo en el sitio conocido hoy como esquina de El Cují terminaban las casas de la capital. Señalaba el límite de la ciudad un hermoso cují que daba sombra al rancho de un pobre zapatero remendón conocido como Ño Carrasquero.
Gradillas Catedral El origen de su nombre se debe a unas gradillas o gradas que fueron ubicadas allí para bajar a la Plaza de Armas o Plaza Mayor de la Colonia. Es una de las más emblemáticas esquinas de Caracas.
La Cruz La Candelaria Por muchos años existió en esa esquina una cruz. Antes de la Independencia, allí se celebraron las fiestas de Cruz de Mayo, corridas de toros, desfiles de Carnaval. Aseguran que en la última visita del Libertador a Caracas en 1827, se hizo en esa esquina un templete donde el pueblo le rindió homenaje. Aunque pasa desapercibida para los transeúntes, en la esquina se mantiene una antigua cruz que recuerda su origen.
La Pelota Catedral En 1680 se comenzó a construir una muralla para proteger a Caracas de los piratas, esta muralla pasaba por esa misma esquina siguiendo los límites del río Catuche. Sin embargo, no fue construida completamente, pues la población no la aprobaba. Los empresarios europeos, llegados con la Compañía Guipuzcoana, descubrieron que aquellos gruesos lienzos de muralla, eran muy propicios para el juego de pelota y los adaptaron para crear la primera instalación deportiva conocida en la historia de Caracas.  Desde entonces se llamó el lugar «la calle de la Pelota» y luego «la esquina de la Pelota».
La Torre Catedral La Catedral de Caracas no tuvo torre en sus primeros cien años, por lo que las campanas colgaban de unos horcones de madera que servían de campanil.  El reloj de la torre fue puesto en su sitio durante la administración del presidente Juan Pablo Rojas Paúl entre 1888 y 1890. Las campanas actuales son más nuevas que el reloj. Se trata de una de las más famosas esquinas de Caracas y desde su origen fue el punto más activo de la capital. A su alrededor se hicieron hoteles, negocios mercantiles y cafés, todos de gran fama y animación.
Las Monjas Catedral En el siglo XVII, hubo una viuda rica que dedicó su vida y su fortuna a la iglesia.  En lo que hoy es el Capitolio, había una casa de dos pisos que convirtió en el Convento de Santa Clara. Aseguran que tanto la viuda, como sus cuatro hijas, tres sobrinas y dos jóvenes tomaron los votos como monjas.
Llaguno Altagracia Toma el nombre de Don Felipe Llaguno, gran terrateniente dueño de cultivos de cacao. La gran casa que allí se levantaba era conocida por los ricos aromas que de ella salían, pues en épocas de cultivo los esclavos trabajaban el cacao dentro de la casa.
Madrices Catedral Fue llamada así en recuerdo a las bellas hijas del Capitán Domingo Rodríguez de la Madriz.
Mercaderes Catedral El nombre de esta esquina es tan antiguo que no se tiene registro de su origen.  Desde siempre se le ha llamado de esa forma tal vez porque en esa zona, tan cercana a la calle comercio, se colocaban personas ofreciendo varios productos pues de allí partían las caravanas y los viajeros que iban camino al puerto de La Guaira.
Pajaritos Santa Rosalía En esa esquina se encontraban los Padres Franciscanos que obtuvieron agua por cañería de cal y canto para su huerta y su convento. En la huerta habían pilas a las que iban a beber agua los pajaritos que con su canto alegraban toda la cuadra. Un ejemplo más de que la historia puede leerse en las esquinas de Caracas.
Pele el ojo La Candelaria Cuentan que en la esquina opuesta a Peligro, un bodeguero instaló su negocio y dada la cercanía, lo llamó “Pele el ojo al peligro”, para advertir a los transeúntes que se mantuvieran alerta ante las acechanzas de los delincuentes.
Peligro La Candelaria Para el siglo XIX esta esquina eran un campo abierto con algunas chozas, donde por la noche los delincuentes robaban a los inocentes transeúntes.
Principal Catedral Los primeros edificios de la ciudad estaban ubicados en los alrededores de la Plaza Bolívar y en la esquina noroeste, se levantó un pequeño fortín de dos pisos llamado el Principal. De allí salían todas las órdenes de las autoridades militares. Este fortín era también usado como cárcel principal por lo que en un principio esta esquina se conoció como Cárcel Real. Luego se construyó allí el Teatro Principal.
San Francisco Catedral Toma su nombre de la iglesia de San Francisco, edificada en 1593. Es una de las más conocidas esquinas de Caracas.
San Jacinto Catedral Uno de los espacios públicos más antiguos de la ciudad. Su nombre lo da El Convento de San Jacinto, construido en el siglo XVI.
San Pablo Santa Teresa Durante la epidemia de viruela en Caracas en 1580, se erigió por voto de la ciudad el primer templo de San Pablo el Ermitaño. Allí ocurrió el famoso milagro de sanación del Nazareno de San Pablo, a través del limonero que se encontraba en el huerto del templo. En 1880 Antonio Guzmán Blanco tumbó el templo para levantar el gran teatro de ópera, hoy Teatro Municipal, lo que causó que la gente comenzara llamar esta esquina «Esquina de Municipal «, olvidando la iglesia de San Pablo.
Santa Capilla Altagracia Debe su nombre a la iglesia de la Santa Capilla, construida en una de las más conocidas esquinas de Caracas en 1883 por Guzmán Blanco. En esta zona existió anteriormente una ermita construida por Diego de Lozada cuando fundó la ciudad, dedicada a San Mauricio y bajo la advocación de San Sebastián. Se dice que allí se dio misa por primera vez, por ello en 1926 el templo es decretado Basílica Menor por el Papa Pío XI.
Traposos Catedral Algunos autores afirman que la esquina derivó su nombre de una familia venida a menos que tuvo que dedicarse a vender ropa vieja. Esto llevó a afirmar que traposo, significaba lo mismo que ropavejero o trapero. Esa esquina se llamó en tiempo de la república, Esquina de Arrechederra o de los Arrechederra, por la familia que vivió en el sitio. Ese nombre desaparecería luego y la esquina figuró en los mapas de Caracas con el nombre de » Esquina de los Traposos».
Veroes Altagracia Era el lugar donde tenían su hogar los hermanos vascos Francisco y Pedro «de Verois » por los días de la Compañía Guipuzcoana. El uso de este apellido vasco se modificó con el tiempo para transformarse en Veroes.

 

Con información de Caracas cuéntame, Caracas en esquinas y Atlántida


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