Eternamente empeñado en preservar la memoria histórica de su Maracaibo natal, Rafael Rincón González reivindicó e inmortalizó la zulianidad con sus composiciones, convertidas en historia oral porque, a través de las letras de sus piezas musicales, logró perpetuar en el tiempo las tradiciones y los valores de su niñez, en contraposición al proceso de transculturización que trajo consigo el inicio de la explotación petrolera en el estado Zulia, inexorablemente propagado por toda Venezuela.
En una de las muchas entrevistas que concedió a lo largo de su longeva vida admitió: «Es imposible luchar contra la penetración de la migración, pero he tratado de preservar mis costumbres. El maracucho se encandiló con la música norteamericana, pero rechazar lo nuestro es como pretender que un inglés sienta la gaita como un zuliano».
“Hoy llego hasta la plaza
que evoco en mi memoria
y todo está cambiado
de extranjerista euforia
no veo las dulceras
ni el café, ni empanadas
solo perros calientes, sodas,
ice cream y tostadas
y yo triste añorando
las cosas del ayer”.
Nacido el 30 de noviembre de 1922 en El Saladillo, uno de los sectores más representativos de lo autóctono del estado Zulia, Rafael Rincón González compuso su primera canción, Linda Trigueña, a los 16 años. Él componía sobre su vida, sobre su entorno, sus recuerdos, de las escenas que captaba sobre las costumbres y usos de una región de hermosas tradiciones.
“Escribo desde muchacho y la materia prima de mis canciones ha sido mi infancia, la cotidianidad de la Maracaibo que ya no está (…) Quiero tanto a Maracaibo que cada cierto tiempo le obsequio un ramo de poesía», reveló en otra oportunidad quien se definía como Marabino «o si queréis maracaibero», pero «nunca maracucho (que) es un ser vulgar y mal hablado, que anda tirando maldiciones todo el día».
El pintor musical del Zulia
Con una carga genética indiscutiblemente cultural, heredada tanto de su padre, el reconocido pintor zuliano, Nectalí Rincón, como de su madre: doña Inés Delia González, pianista y bendecida con una exquisita voz de soprano, Rafael Rincón González nació con el don de la música y la capacidad de plasmar en letras la conjugación de las imágenes de su entorno. No en balde el locutor Pedro Colina (dedicado a promocionar a los compositores y cantantes maracaiberos en la década de los 60) lo bautizó «el pintor musical del Zulia», aunque también lo llamaron el » último juglar».
A decir del compositor: “Es una cosa de familia. Mi papá era dueño de Talleres Gráficos Rincón y mi mamá cantaba como los ángeles. Éramos siete hermanos, todos pianistas”. Con esa formación e innumerables vivencias, nutrió su herencia artística y su vena poética para crear preciosas canciones en ritmos tradicionales como la danza, la contradanza y la gaita.
Pese a su gran talento, no ganó en los concursos en los que participó, «y gracias a Dios nunca me dieron un premio», porque «gané el mejor de los premios: la gente se aprendió mis canciones y las canta. No solo los cantantes sino la gente de pueblo. Tú vas a una fiesta o a una reunión y siempre sale alguien cantando uno de mis temas, eso sí es bonito».
Una vida con más de 600 composiciones
Con más de 600 composiciones y 100 álbumes entre propios y colaboraciones, su obra más reconocida y más interpretada es «Pregones Zulianos», que compuso en 1944, la cual 37 años más tarde, fue arreglada y grabada para la Orquesta Filarmónica de Londres, como parte central de la “Suite Zuliana”.
«Va cantando el pregonero vendiendo su mercancía
son las cinco y el lechero nos viene anunciando el día
alevántese señora que se hace de mediodía
la leche viene en los potes con espuma de alegría…”
Sobre cómo se inspiró para componer este éxito, Rafael Rincón González contó: «Una mañana fui hasta el malecón a despedir a mi hermano Guillermo el pianista, que partía en un barco hacia el exterior. Mi hermano se fue y yo regresé a casa muy triste y atravesé la zona comercial del centro de Maracaibo y escuché a los pregoneros ofertando sus mercancías. Entonces me dije que componiendo una canción me quitaría la tristeza de encima, así salió “Pregones Zulianos”, en aquel entonces jamás pensé que se convertiría en una canción tan popular».
Entre los grandes clásicos zulianos de su autoría destacan: José el platanero, Maracaibera, Soberana, Maracaibo florido, Danza zuliana, Chinquita, Tino, El celestino de Puerto Cumarebo y La Bajada de la Virgen.
Lección de humildad a los gaiteros
El también llamado el «último juglar» le dio una lección de humildad al gremio gaitero al iniciarse en la década de los ´70, cuando compuso varias gaitas, historia que fue narrada por el propio compositor: «Los gaiteros son personas cerradas, actúan como si fueran un club privado y se creen no los intérpretes, sino los dueños de la gaita, entonces enviaron unos emisarios para mi casa y me dijeron que yo no era compositor de gaitas, que tenía que entrevistarme con Rincón Morales que era el gurú de la gaita para aquel entonces y esperar a que él me diera su aprobación. Entonces me arreché y pregunté cuál era el peor grupo de gaita, el más chinchurrio (menos conocido), los busqué y les di las gaitas que había compuesto. Como es de esperarse los gaiteros quedaron fríos cuando mis temas se convirtieron en éxitos. ¿Quién no recuerda la gaita “Lago de Maracaibo”?.
La lección fue aprendida, si se toma en cuenta que el maestro Rafael Rincón González también fue fuente de inspiración para representantes del gremio gaitero. En homenaje a su prolífica trayectoria, Renato Aguirre compuso, en el año 2004, la gaita «Zulianidad frondosa”.
“Guitarra, voz, canción, zuliano amor y devoción
poeta que conmueve el alma con su inspiración
Dios ha encendido una oración en lo profundo de su ser
para lo lleve hasta él, y antes de un nuevo amanecer sea su rincón”
También reconoció su zulianidad al compararlo con «un árbol frondoso cuyos frutos son el amor a esta tierra, a sus tradiciones».
Compositor privilegiado
Si bien nunca negó que consideraba como el mejor intérprete de sus canciones a su amigo y compadre a Tino Rodríguez, pese a ser oriundo del estado Falcón, también reconoció que tuvo el privilegio de que sus temas fueran cantados por Jesús Sevillano, Lila Morillo, Ilan Chester, “El Pollo” Brito, Ensamble “Gurrufío”, Jesús Reyes “Reyito”, Gualberto Ibarreto, María Teresa Chacín, Serenata Guayanesa y La Rondalla Venezolana.
Además destacó las interpretaciones de los guitarristas Alirio Díaz, “El Chueco” Riera, Luis Quintero, Aquiles Báez, Gerardo Soto y a los cuatristas “Cheo” Hurtado, Gustavo Colina, Jorge Polanco, Edgardo Chirinos y la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, entre otros.
Rafael Rincón González participó en tríos de guitarra, en sintonía con lo que estaba de moda en Latinoamérica: El Trío América, Los Melódicos y el Naiguatá, con los cuales actuó en la emisora Ondas del Lago.
Despedida en parranda familiar
«El pintor musical del Zulia» murió, a los 89 años, el 15 de enero del 2012, no sin antes haber parrandeado con su familia, con quienes organizaba la celebración de su cumpleaños número 90, en noviembre de ese mismo año.
A lo largo de su existencia recibió innumerables reconocimientos, entre los que destaca el doctorado Honoris Causa de la Universidad del Zulia, honor que él asumió como un reconocimiento por haberle otorgado jerarquía y majestad a las canciones que componía. «En ningún momento he atropellado el lenguaje, creo que esa es la razón», comentó al ser consultado sobre el tema.
Pese a su avanzada edad, Rafael Rincón González gozaba de una buena salud y de gran lucidez. Y si bien atribuía su longevidad a una de las más reconocidas bebidas espirituosas, porque «mis hermanos eran abstemios, ninguno bebía y ya esos coños todos se murieron», es fácil suponer que su mayor fortaleza física se sostenía en la grandeza espiritual que proporciona la música que nutre el alma, mantiene el amor a flor de piel, que a él y a la zulianidad los hizo inmortal y genuina expresión de lo afirmativo venezolano.
Te invitamos a escuchar algunas de las canciones del «Último juglar del Zulia» Aquí
Con información y fotografías de Centro de la Diversidad Cultural, José Gotopo, Sabor Gaitero, El Zuliano Rajao, Correo del Orinoco, Informe 21 y Versión Final
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2 comentarios
Me entristece que nunca mencionan a uno de los primeros intérpretes de los temas de Don Rafael Rincón González y figura obligada de nuestra idiosincrasia y acervo, como lo fué DON MARIO SUAREZ. Escuchen la DANZA ZULIANA DE Rafael Rincón con el conjunto de Amado Lovera (Uña de Oro de venezuela)
Danza zuliana de Rafael Rincón, cantando Mario Suarez https://www.youtube.com/watch?v=eZ-w4LQ0uVk