El mayor parque eólico flotante del mundo, el Kincardine Offshore Wind, tiene capacidad para proveer energía limpia a 55 mil hogares de Escocia, y fue instalado recientemente a unos 15 kilómetros de la costa sureste de Aberdeenshire, en el noreste de ese país.
De acuerdo a las proyecciones este parque eólico flotante producirá, cada año, más de 200 gigavatios-hora (GWh) de electricidad. Esto contribuirá a reducir el consumo de energía eléctrica de la ciudad de Aberdeen, tradicionalmente ligada a la industria de los combustibles fósiles.
Este proyecto, que hoy es una realidad, evidencia el potencial de las turbinas flotantes, cada vez más comunes, como una alternativa para la generación de energía renovable. Hecho que confirman parques desarrollados en Singapur, Tailandia y los Países Bajos.
Pero el asunto tiene sus complicaciones. Para que un parque eólico flotante genere suficiente energía, requiere mucho espacio, lo que implica posibles afectaciones no solo al paisaje de las costas, que puede generar contaminación visual, sino también al ecosistema y la vida marina.
Cómo es el mayor parque eólico flotante del mundo
Ubicado en el Mar del Norte, a 15 kilómetros de la costa de Aberdeenshire, a profundidades marinas que van desde los 60 hasta los 80 metros, el parque eólico flotante Kincardine, de 50 MW, comenzó a suministrar electricidad a la red escocesa.
Además de ser el más grande del mundo, utiliza las turbinas eólicas de mayor capacidad jamás instaladas en plataformas flotantes.
Consta de cinco Vestas V164-9.5 MW y una turbina V80-2 MW, cada una instalada en plataformas semisumergibles. Kincardine generará más de 200 GWh de electricidad verde al año, suficiente energía renovable para proveer a más de 50.000 hogares escoceses.
Esfuerzo internacional
Iniciado en 2014, el proyecto es una realidad gracias a una alianza de empresas especializadas que trabajaron en el desarrollo, ingeniería, diseño, suministro, construcción y puesta en marcha de este parque eólico flotante.
Kincardine Offshore Wind, trabajó junto a las empresas españolas Cobra Wind y Navantia-Windar. Esta última fabricó en España los cimientos eólicos flotantes, transportados luego fueron a Róterdam (Países bajos) para el montaje de los aerogeneradores en la base.
Las cinco turbinas flotantes también cuentan con el abanderamiento de la República de las Islas Marshall (RMI), que trabajó en estrecha colaboración con ABS para determinar los requisitos aplicables de la Organización Marítima Internacional (OMI).
Nuevo enfoque
Para el español Jaime Altolaguirre, representante de Cobra, el nuevo parque eólico marinpo Kincardine “ha demostrado que las turbinas eólicas más grandes y avanzadas disponibles, se pueden instalar en plataformas flotantes en el desafiante entorno del Mar del Norte.
Agrega que este proyecto evidencia que “la eólica flotante puede desempeñar un papel vital en la lucha contra el cambio climático no solo en Escocia y el Reino Unido, sino también en todo el mundo”, afirma Altolaguirre.
Según sus desarrolladores, las tecnologías aplicadas en el parque eólico flotante de Kincardine abren muchas posibilidades para la energía limpia.
¿Cambio de patrón energético?
En tanto para Aberdeen, ciudad ubicada al noreste de Glasgow y cuyo auge ha estado marcado por los combustibles fósiles desde que en la década de 1960 se descubrió petróleo en el Mar del Norte no lejos de sus costas, la construcción y puesta en funcionamiento del parque eólico flotante de Kincardine marca un nuevo hito en materia energética.
Además de un giro hacia la energía renovable por el parque eólico marino, la ciudad escocesa contará con el servicio de un nuevo puerto. Al respecto, Bob Sanguinetti, jefe del puerto, señala que la urbe puede adaptarse. “Aberdeen y el área que la rodea se ha convertido en un centro de excelencia para la ingeniería y el trabajo en alta mar en general. Muchas de las habilidades que se han desarrollado y perfeccionado a lo largo de los últimos 50 años, son transferibles al sector renovable”.
Sin bien quienes han trabajado durante muchos años en la industria de combustibles fósiles, tienen dudas, especialmente por los altos salarios que ésta puede pagar, muchos ven a las energías renovables como una apuesta al futuro.
Tecnología flotante para el futuro
Los creados esperan que la tecnología eólica flotante se despliegue a escala de servicios públicos para 2024. Y es que la fuerza del viento es más potente en el océano que en tierra. Pero, hasta hace poco tiempo, al basarse en estructuras fijas, no podían instalarse en lugares muy profundos o con fondos marinos complejos, lo que cambió con las estructuras flotantes instaladas en el Kincardine.
Este tipo de parques flotantes son opciones para la generación de energía renovable, sea por turbinas que es lo más habitual, como por ejemplo el recientemente actualizado en Egmond aan Zee de Países Bajos, por paneles solares como el de Singapur, o las instalaciones solares flotantes de Tailandia.
Retos por resolver
Pero la energía renovable a gran escala es y siempre será una empresa compleja. La energía eólica marina, en particular, aún está lejos de ser una apuesta segura o fácil, al menos.
Quedan muchos retos por resolver. Se requiere mucho espacio para que un parque eólico flotante genere suficiente energía y, además del problema de la contaminación visual de las costas, en algunos lugares su construcción y operación podría significar problemas significativos para los ecosistemas marinos, e incluso para la forma de vida de los habitantes de estas zonas.
La instalación del parque eólico flotante Kincardine en las tormentosas aguas escocesas muestra que, aunque difícil, es posible equilibrar la preservación de los medios de vida de las personas y del planeta, mientras se mantienen las luces encendidas con energía limpia.
Con información de El Periódico de la Energía, Actualidad RT, ITV y Ecoinventos.
Fotos cortesía de Wikipedia , Cobra y El Periódico de la Energía.
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