El sábado 26 de octubre de 1968, pasaría a la historia del deporte venezolano como la fecha en la que nuestro país, obtuvo su primera medalla de oro en una gesta olímpica. La hazaña fue tan grande como el corazón y la voluntad del pequeño y humilde vendedor de pescado que la logró, Morochito Rodríguez, primer oro olímpico, gloria dorada de Cumaná y de Venezuela entera.
Con lágrimas en los ojos, el sonido del himno nacional al fondo y abrazado al tricolor venezolano, el humilde y perseverante joven, de tan solo 23 anos de edad, celebraba el triunfo que daba gloria a su país y dejaría su nombre marcado para siempre, en la historia del deporte en su Patria y en lo afirmativo venezolano.
Morochito expresa su sentir por lo que ha logrado con su apresurado hablar, característico de los nacidos en la zona oriental del país: «Cuando vas a representar a Venezuela es lo más grande que uno tiene, el orgullo que uno tiene para su país es traer una medalla olímpica”, orgullo que hasta el día de hoy con más de 70 años de edad sigue manteniendo este deportista venezolano, primer oro olímpico, ejemplo para la juventud y gloria de todos.
De humilde vendedor a primer oro olímpico
Desde su nacimiento el 20 de septiembre de 1945, Francisco era conocido cariñosamente como el «Morochito» Rodríguez, por haber nacido en un parto gemelar con su hermana Alida. Aunque su apellido paterno es Brito, usaba el apellido Rodríguez en competencias, pues su padre los había abandonado desde que el estaba muy pequeño. Una acción que habla del talante del joven cumanés.
Se crió junto a sus catorce hermanos, siendo el segundo en un hogar de pocos recursos, por lo que desde pequeño tuvo que trabajar con su abuela vendiendo pescado, sin tener oportunidad de recibir educación formal. Aprendió a leer y escribir al llegar a la adolescencia, le enseñó las letras la que sería su esposa, Sabina Blondell.
A los 11 años entró al mundo del boxeo, fue entrenado inicialmente por Pedro Acosta y luego, por Hely Montes. Después de ganar fama en Cumaná viajó a Caracas, donde completa su preparación deportiva y es incorporado a la Selección Nacional de Boxeo, destacando en un torneo latinoamericano realizado en Chile. «Yo entrenaba con alpargatas cuando llegué a Caracas», recuerda Rodríguez con humildad, y agrega que nunca quiso pasar a profesional, pues asegura que éstos están más interesados en cuánto ganarán que en la pelea.
Historia de una hazaña
Corría el año 1968, los Juegos Olímpicos de México estrenaban una nueva categoría en la disciplina boxística: la división mini mosca o mosca junior y en ella, estaba inscrito el pequeño púgil venezolano de la costera ciudad de Cumaná.
El 17 de octubre, subió Morochito al ensogado olímpico mexicano por primera vez para enfrentar a atletas mundiales. El primero fue el cubano Rafael Carbonell, a quien venció por decisión unánime; tres días después ganó por nocaut técnico al neozelandés, Khata Karunarathe. Luego derrotó nuevamente a su mismo contrincante de los Panamericanos Winnipeg, Canadá 1967: Harlan Marbley, llegando a la final de boxeo mini mosca.
Los encuentros decisivos en el México Arena comenzaban el sábado 26 de octubre. La de Morochito, fue la primera de las once finales que se disputaban ese día por el oro olímpico en boxeo. Ese último combate inició con dificultades para Venezuela, pues Rodríguez estaba ligeramente por encima del peso y tuvo que trabajar, antes de subir a la báscula, para poder pelear. «Cuando uno va a pelear una medalla de oro olímpica siempre está nervioso, me pesaba a cada rato y eso eran los nervios, yo pensaba en mi mamá», recuerda Morochito sobre ese momento.
Cuando Rodríguez y el coreano Joun-Ju Lee, considerado uno de los mejores boxeadores, subieron al cuadrilátero toda Venezuela estaba expectante y en su estado natal, Sucre, seguían la transmisión de Radio Continente en la voz de Carlos González Ruiz. Morochito protegía su mano pues sentía dolor en un dedo.
Después de dos asaltos bastante parejos, el tercero fue el decisivo. Sonó la campana, los jueces decidieron y el árbitro levantó la mano del cumanés, quien recibió los aplausos de un público que celebraba la victoria de un latinoamericano, el primer oro olímpico para Venezuela.
Ganas de llorar
«Solo tenía ganas de llorar. Una señora me lanzó la bandera y ahí fue cuando comencé a llorar, porque es un orgullo muy grande representar a Venezuela. Cuando oí ganó Venezuela me puse a llorar», dijo Morochito Rodríguez en una entrevista concedida a EFE, confesando que en el momento en que el árbitro levantó su brazo, su mente estaba en blanco.
Las emociones no terminarían con el triunfo, a su regreso a Venezuela lo sorprendió un gran recibimiento con flores, vítores y guantes rojos, una fiesta popular en honor al primer venezolano medallista de oro de las olimpíadas. Era tanta la muchedumbre agolpada que el avión tuvo que dar varias vueltas y aterrizar en una lejana pista.
Más tarde, en su natal Cumaná, también lo sorprendería un gran recibimiento. La muchedumbre era tal que tuvo que esperar unos minutos para llegar hasta su madre y recibir el abrazo que tanto había esperado.
Historia de victorias
Morochito Rodríguez no solo triunfó en México ese 26 de octubre, en los Juegos Panamericanos de Cali (Colombia) de 1971 obtuvo la medalla de oro en su categoría, además participó en siete competencias mundiales, las cuales ganó por knockout.
Entre sus participaciones internacionales también resaltan: los V Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá en 1967. En su haber tiene 266 peleas ganadas en 270 presentaciones.
Según datos de José Duque, presidente de la Asociación de Boxeo del estado Sucre, dejó de pelear en 1977. Su última contienda la llevó a cabo en un campeonato nacional en representación del Distrito Capital. A su retiro del cuadrilátero se dedicó a entrenar a jóvenes principiantes en El Paraíso, Caracas, donde conformó el Club de Boxeo “Morochito” Rodríguez.
Fue condecorado con la orden Francisco de Miranda en su tercera clase y en 2018, recibió, en reconocimiento a 50 años de su medalla, la orden Julio César León en su única clase como homenaje de la Federación Olímpica Venezolana
Venezuela olímpica
Un total de quince medallas olímpicas ha conquistado nuestro país desde la primera gesta en la que participó, en el año 1948.
La primera medalla olímpica de Venezuela fue de bronce, obtenida por Asnoldo Devonish en salto triple en Helsinki 1952, con un registro de 15,52 metros. Luego vendría Enrico Forcella en 1960, también con bronce en tiro con rifle en posición tendido a 50 metros.
En el encuentro de México 1968 sería Francisco Morochito Rodríguez el que obtendría la siguiente medalla para Venezuela, primer oro olímpico, en la categoría peso mosca junior de boxeo. Pasarían 44 años para que Rubén Limardo igualara su hazaña al obtener oro olímpico, en esgrima en el año 2012.
Los deportistas venezolanos Pedro Gamarro (1976) y Bernardo Piñango (1980) también consiguieron medallas pero de plata para Venezuela. Así como Marcelino Bolívar (1984), Omar Catarí (1984), Rafael Vidal (1984), Adriana Carmona Gutiérrez (2004) , Israel Rubio (2004) y Dalia María Contreras (2008)
Más recientemente, en las olimpíadas de en 2016 obtuvieron medallas de plata los deportistas Yulimar Rojas (2016), Yoel Finol (2016) y de bronce Stefany Hernández (2016).
En Barcelona 1992 Arlindo Gouveia ganó un oro olímpico en taekwondo, pero en ese momento este deporte era de exhibición.
Con un humilde origen, el nombre de Francisco “Morochito” Rodríguez quedó para siempre grabado en la memoria del deporte venezolano como el primer oro olímpico para nuestro país, un ejemplo para todos y representante sin duda alguna de lo afirmativo venezolano.
Con información de YVKE Mundial, VTV, Balanza Positiva y Meridiano
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