Entre las templadas aguas del Océano Atlántico y las cálidas del Mar Caribe vive el pez Aguja Blanca, también llamado Marlín Blanco, muy apreciado en la pesca deportiva ante la que se enfrenta como un fantástico luchador.
Este espectacular miembro de la familia Istiophoridae, recibe el nombre científico de Tetrapturus albidus y fue descrito por primera vez por Felipe Poey en 1.860. Estos especímenes forman parte del grupo conocido como peces aguja o de pico.
La explotación de esta especie a través de la pesca deportiva y la pesquería de palangre, han hecho que su población se reduzca de forma continua durante los últimos veinte años. Es por ello que, a partir de 2014, ha sido clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana.
Experto nadador
El Aguja Blanca es un pez de tamaño mediano, puede llegar a medir tres metros y su peso puede oscilar entre los 70 y los 100 Kg. Está dotado de una estructura corporal que lo convierte en un experto nadador, gracias a lo alargado y aerodinámico de su cuerpo.
Este tipo de marlines es una especie migratoria que suele ubicarse en masas de agua entre los 100 y 200 metros de profundidad, pero tiende a permanecer en la superficie de alta mar para disfrutar de temperaturas cálidas superiores a los 22°C.
Los colores de este marlín combinan a la perfección con el espacio acuático en el que vive. En la parte superior destaca un azul negruzco y en la inferior la brillantez del blanco plateado. Sus aletas dorsales son de un azul profundo, salvo la primera en la que destacan pequeños puntos blancos.
Bocados favoritos
Fotografía de http://thebigmarlin.com.
El pez Aguja Blanca tiene un pico grande y prominente de contorno redondeado que le es muy útil para atrapar a sus presas. Este espécimen se ubica en la parte superior de la cadena alimenticia y entre sus bocados favoritos están el pequeño atún, el calamar, la caballa, el pez dorado y los cardúmenes de peces.
Si bien no es agresivo, hace un uso directo y fulminante de su nariz al emplearla como lanza para chocar violenta y consecutivamente contra los bancos de peces. Una vez que repite el proceso varias veces, regresa para recoger a sus presas.
Para obtener comida en las profundidades, se sumerge en forma de U o V hasta unos 200 metros. Gracias a la capacidad de calentar de forma selectiva los ojos y el cerebro puede adaptarse a las bajas temperaturas y a la oscuridad del ambiente.
Suele mantenerse aislado, pero gusta de asociarse con otros depredadores para incrementar su eficiencia en la búsqueda de comida. A diferencia de otros peces, no tiene branquiespinas, cuenta con dientes pequeños y afilados que usa para comer el pescado.
Taxonomía cuestionada
Hasta el 2006 fue aceptado el nombre científico Tetrapturus albidus para el Aguja Blanca. A partir de esa fecha, luego de haberle realizado varias pruebas genéticas a esta especie, esta taxonomía comenzó a ser cuestionada.
Actualmente, se considera que esta especie debe clasificarse dentro de la nomenclatura Kajikia, dadas las diferencias genéticas encontradas con el grupo taxonómico al que pertenecía con anterioridad. El sinónimo en uso es Kajikia albida.
Algunos análisis realizados a ejemplares de esta especie recogidos y marcados en el Atlántico sugieren que su tiempo de vida puede ser mayor a los 15 años, sin embargo, debido al interés que genera para la pesca deportiva, su longevidad se acorta cada vez más.
Grandes combatientes
La pesca deportiva es una organización multimillonaria con presencia mundial y el pez Aguja Blanca es una presa altamente codiciada por ser grandes combatientes, ya que mezclan rápidos nados subacuáticos con vistosos saltos con los que intentan soltarse de la línea de pesca.
En la ciudad norteamericana de Ocean City, en Maryland, se realiza anualmente el White Marlin Open, considerado el mayor torneo de caza que atrae a pescadores de todo el mundo y que tiene como protagonista a estos especímenes.
El mar venezolano es considerado uno de los mejores lugares para ubicar en cantidad y calidad este tipo de pez durante todo el año. El Placer, en La Guaira es mundialmente conocido como un paraíso para la pesca de altura y el lugar en donde se han logrado la mayor cantidad de Grand Slam en un solo día.
El deporte como amenaza
Son variadas las amenazas que enfrenta el pez Aguja Blanca, entre ellas destacan la pesca de palangre, la artesanal y la deportiva. Esta última es la que mayor incidencia tiene en la disminución progresiva de esta especie.
Son pocas las medidas adoptadas para promover la conservación de esta especie, algunas de ellas enfocadas en limitaciones en cuanto al tamaño mínimo. En general, la captura y posterior liberación es mundialmente aceptada.
Ante ello, los expertos insisten en que el tiempo que transcurre entre el momento en que es enganchada en el anzuelo, el manejo exterior, el desenganche y la liberación, les produce un enorme desgaste de energía que les impide mantenerse a flote e incrementa en un 30% el riesgo de muerte al volver al agua.
El pez Aguja Blanca reviste gran importancia para el medio ambiente marino ya que, al encontrarse en el tope de la cadena alimenticia, regula el incremento de los peces que constituyen sus presas, lo que garantiza el equilibrio de ese ecosistema.
Con textos de Especies Amenazadas, ICCAT, HMOG y El Impulso
Fotos cortesía de Pescadores en la Red, Naturalista México, Inaturalist
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