La pavita, un ave de mal agüero de la familia de las lechuzas, es el origen de la expresión empavado o tener pava, muy usada por el venezolano para denotar la mala suerte. Para evitar ésta, el venezolano ha adoptado como costumbre una serie de prácticas “anti-pava”.
El término pava es tan común que incluso escritores como el poeta Aquiles Nazoa han escrito sobre actitudes y objetos pavosos como caracoles grandes para sostener las puertas o zapatos de niños pequeños cubiertos en bronce para preservarlos.
Ante la tradición que asegura, en buena parte de las culturas occidentales, que los viernes o martes 13 resultan pavosos, el venezolano suele acudir a una serie de prácticas “anti-pava”, para alejar la mala suerte:







- Cruzar los dedos para que algo que deseas se cumpla.
- Cerrar el puño dejando extendido el índice y el meñique.
- Usar amuletos como el ojo de zamuro, la peonía y el azabache.
- Colocar en los ambientes plantas para protegerse, como la ruda por ejemplo.
La conseja popular dice que es importante evitar cosas como:






- Regalar pañuelos o perlas, porque aseguran que traen lágrimas.
- Pasar por debajo una escalera, especialmente las jóvenes solteras, pues se cree que si lo hacen no se casarán.
- Cruzarse con gatos negros.
- Devolverse cuando ya se cerró la puerta de casa.
Otras cosas que resultan pavosas
- Los viejos verdes que empavan a las muchachas al cortejarlas.
- Casarse en viernes 13 y aún más si llueve el día del matrimonio.
- Barrer los pies de alguien es barrerle la suerte, y hasta puede evitar que las jóvenes se casen.
Son muchas las prácticas “anti-pava” del venezolano, y como decimos en nuestro país, de que vuelan vuelan, así que por si acaso en martes o viernes 13, “ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”.
Con información de: Radio Mundial, www.melodijolola.com, y books.google.com.ve
No te pierdas:
Vibrantes tonos de la venezolanidad
La solidaridad es esencia de lo afirmativo venezolano