Si combinamos su significado en lengua Pemón, el Roraima Tepuy es el “gran verde azulado” en la “casa de los dioses”, nombre sublime y espiritual que describe a la perfección lo que sienten muchos de quienes lo visitan: una comunión sagrada y energética entre lo natural y lo divino.
Para los pemones teurepanes, el nombre correcto de este tepuy es Roroima, una palabra compuesta donde “roroi” significa “verde azulado” y “ma” significa “grande”. De allí deriva el “gran verde azulado”. Mientras que Tepuy, quiere decir “casa de los dioses” o “morada de los dioses” en la lengua pemón.
Con 2.810 metros sobre el nivel del mar, el Roraima es el Tepuy más alto de los tepuyes (alrededor de 115) que existen en Venezuela. Se trata de uno de los lugares más húmedos del planeta desde cuya cima caen numerosas cascadas que bañan las sabanas boscosas a su alrededor. De allí la mezcla de los colores verde y azul que inspiró su bautizo.
El lugar más antiguo de la Tierra
Los tepuyes son gigantescas mesetas consideradas tierras emergidas, que constituyen para los expertos el lugar más antiguo del planeta, con una edad calculada en unos 2000 millones de años. El paisaje que ofrecen es el de colosales promontorios, separados por amplias llanuras surcadas de caudalosos ríos.
Están ubicados en el Escudo Guayanés, región geográfica que abarca los estados Bolívar y Amazonas, en Venezuela; se extiende hasta el estado brasileño de Roraima y ocupa gran parte de Surinam, la Guayana Francesa y la zona en reclamación a Guyana; además de una pequeña porción de Colombia.
En nuestro país, estas “moradas de los dioses” están protegidas por la legislación nacional bajo la figura de Monumentos Naturales, por lo que solo está permitido el ascenso a algunos de ellos (como el Roraima). Además, un importante grupo de tepuyes se encuentra en el Parque Nacional Canaima, el cual ha sido clasificado como Patrimonio de la Humanidad por las Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés).
“Madre de todas las aguas”
No es exagerado afirmar que en la cima del Roraima llueve casi todo el año, por lo que son muchas las cascadas que desde allí caen, lo que le ha valido a esta montaña ser conocida también como “madre de todas las aguas”. De hecho, en el Roraima nacen ríos que alimentan a afluentes del Amazonas, el Orinoco y Esequibo.
Si bien en la cima del monte se encuentra el llamado Punto Triple, que es un hito fronterizo entre Venezuela, Brasil y la Guyana Esequiba (Zona en Reclamación), 80% de los 31 kilómetros cuadrados del área es territorio venezolano y es el único lugar desde donde es posible el acceso a este Tepuy.
Destaca, además, que el punto más alto del Roraima está en nuestro territorio. Su nombre es “El Maverick” (por su parecido con el carro así llamado), su altura es de 2.810 metros sobre el nivel del mar y se encuentra en el extremo sur de la meseta.
Flora y fauna endémicas
Las peculiares características climáticas de la meseta del Roraima, la falta de suficientes nutrientes en las superficies, además de la diferencia entre las temperaturas de la cima y el pie de monte, entre otros factores, han originado especies de flora y fauna endémicas.
Entre los animales que únicamente habitan el Roraima se encuentran las ranas negras, llamadas ranitas roraimeras (Oreophrynella quelchii y Anomaloglossus roraima). Expertos refieren que algunas están relacionadas más estrechamente con las ranas de África que con las de América del Sur, porque quedaron aisladas desde la división de ambos continentes.
Libélulas, tarántulas y mariposas como la Pedaliodes roraimae, que también es de color negro, son otras de las especies endémicas del “gran verde azulado”. En cuanto a la flora autóctona, las plantas carnívoras abundan, en especial la Drosera Roraimae conocida como Rocío del Sol o, como la llaman los pemones, Pega Dulce, porque atraen a los insectos con gotitas dulces y los envuelven para digerirlos lentamente.
Excursionismo sin perturbar a la naturaleza
El Tepuy Roraima es un destino codiciado por quienes practican excursionismo (también llamado trekking) y acampada. Como su ascenso es posible gracias a una rampa natural ubicada en la pared vertical de este coloso, no es indispensable ser un escalador o una escaladora, aunque sí tener buena condición física; además de ir debidamente equipados para no perturbar a la naturaleza.
El trayecto, desde el punto de partido existente en la Gran Sabana, varía entre dos o tres días para excursionistas élites, y una semana para quienes contratan paquetes turísticos o guías nativos. También es posible alcanzar la cima del “gran verde azulado” en helicóptero, lo que es muy costoso e impide conocer los atractivos del recorrido.
Cualquiera sea la elección, la cima es la gloria. Allí, además del ya mencionado Punto Triple, está el Valle de los Cristales, donde abundan los cuarzos en racimos; la Fosa, un enorme hueco con agua cristalina y pura, donde solo se bañan los más arriesgados. Como lo indica su nombre, los Jacuzzis son pequeñas y redondas piscinas naturales; mientras que los Hoteles son espacios debajo de las rocas que sirven para acampar. Asimismo, el lado norte del Tepuy se puede ver desde el Abismo o la Proa.
Lugar sagrado y energético
El Roraima es un lugar sagrado para la tribu indígena Pemón, cuyo pueblo es respetuoso de la naturaleza y considera necesario el equilibrio entre el bien y el mal. Muchos pemones son guías en los viajes a la cima, por lo que ya es un rito pedirle permiso, mediante una oración, al “gran verde azulado” antes de subirlo. Una vez arriba, es imperativo no gritar ni hablar en voz alta pues el Tepuy se molesta con lo que la lluvia caerá intensamente y prevalecerá un mal clima.
Este Tepuy es considerado una de los enclaves más energéticos de la Tierra. Abundan testimonios de visitantes que aseguran haber sentido una energía especial muy poderosa junto a una gran paz espiritual. Por el contrario, quienes han visitado al Tepuy Kunekán (su hermano situado justo al lado), afirman que su energía es especialmente densa y lúgubre.
Solo vivir la experiencia de subir al Roraima podrá confirmar o descartar lo narrado por visitantes, hay entre quienes afirman que han traspasado un portal energético situado en una de sus paredes o que han visto objetos y luces que rodean la montaña. Lo innegable es la vibración armónica de cuerpo, mente y alma que se puede alcanzar en tan esplendoroso escenario natural.
Con información de Venezuela Tuya, Turismo Venezuela, Ecured, Reuters y La Tienda Venezolana
Fotos cortesía de Venezuela Tuya, Fotos Mundo, Wikepedia y Flickr
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1 comentario
Maravilloso, lugar inconmensurable de belleza, algún día lo visitaré.